𝑪𝒉𝒆́𝒓𝒊𝒆 ~ SpainRP2.0 ~ Freddy Trucazo.

Capítulo 19: Solo es un Hasta Pronto

Margo ya estaba en el coche con Freddy, ambos iban en silencio.

ambos iban incógnitos, al rededor de 20 minutos llegaron al destino, un aeropuerto.

— Hay alguien que quiere hablar contigo. — Afirmó Freddy mientras Abría la puerta, para que la chica saliera.

esta solo lo miro confundida, aún preocupada por la visita anterior, solo siguió a su hombre.

Ambos llegaron a una pequeña bodega, había una mesa y 4 sillas.
En una de esas sillas se encontraba Armando, vestido de traje y una maleta a su lado, Con una dulce sonrisa al ver a la rubia.

— ¡Armando! — Ella sonrió al verlo, Yendo abrazarlo. — ¿A donde vas tan elegante?

Armando correspondió su abrazo, Separándose poco después para soltar un suspiro.

—Me iré, Querida. — Hablo viendo a la chica para luego ver a Freddy.

— ¿Eh? ¿A dónde irás? — estaba confundida y aún mantenía su sonrisa en su rostro.

Freddy hizo que se sentará.

— Me voy de los santos, Margo.

—... ¿Y vas a regresar, no es as-

— Me voy para siempre, Margot. No regresaré. — Habló de manera más contundente. — Te voy a encargar algo, Freddy.

— Dime, armandiño. — Se cruzó de brazos.

— Quiero que le digas al chino que he muerto. No deben saber que me fui, No quiero que me busquen. — Habló Dejando su arma en la mesa. — Háganme un funeral, lo que sea. Todo Para que ellos crean que en realidad estoy muerto.

Margo miró a Armando incrédula.

— ¿Vas a verles las caras de idiotas? — La chica se levantó. — ¿Por qué te vas? No entiendo... Sabes muy bien como ellos van a reaccionar y peor aún... Yun. — La joven se acercó lo suficiente al Hombre. — ¿Por qué nos abandonas así?

— No los abandono, Margo. He cumplido, Ya no tengo más nada que hacer aquí. Ustedes pueden seguir sin mi, Yun es capaz de manejar el taller Por mi, Sabe hacerlo. — Habló con notable orgullo.

— P-pero yo no quiero que te vayas... Quédate, por favor. — se aferró a él. — No me dejes una vez más...

Armando correspondió el abrazo con fuerza, mientras que Freddy miraba a otro lado.

— Quiero que sigas adelante, ya Hemos hablado sobre esto. Quiero que sigas, que pienses de manera madura y Consecuente, Te voy a extrañar mucho... Te prometo que en cuanto menos lo esperes, Te volveré a ver. — Besó su frente De manera Paternal.

Tardaron unos segundos así.

— Debo de hablar con Freddy.

Ambos se separaron y Margo se volvió a sentar en una de las sillas, mientras que Freddy y Armando, viejos conocidos, Se alejaron para hablar En privado.

Margo Sentía extrema nostalgia, Se sentía extraña, muchas sensaciones a la vez.

Poco después, Freddy y Armando se dieron un fuerte abrazo, antes de ver a Margo y despedirse de ella con la mano, ella hizo lo mismo aunque No se aguanto y corrió hacia él Para abrazarlo.

— Un abrazo... por última vez. — susurró la muchacha, abrazándolo con todas sus fuerzas, aferrándose a él intentando hacerlo cambiar de parecer.

— debo irme, Margo... — Murmuró Armando, acariciando su cabeza.

La Muchacha, Resignada se separó de este, Freddy tomó su mano.

— Cuidala bien trucazo, Cuídense, por favor. Y cuidalos. — Habló El Jefe de los mecánicos.

Vieron como se marchaba y tomaba un avión, Fue la última vez que vieron a Armando.

Dos Días después.

Margo Estaba en Una sala de interrogación con Gustabo, Freddy y Conway. Para procesar Una redada de drogas que recién habían hecho.

— Llamame al otro gilipollas. —

Se refería a Gordon.
Margo no participó como tal en la redada, Simplemente fue Quien descubrió quien la manejaba y ese alguien le dio más información, Incluso recién apenas había llegado a la Comisaría.

— Dígame, Jefe.

Gustabo y Margo abrieron los ojos de par en par viendo a Gordon.

James Gordon, El Sub-Inspector estaba calvo y sin camisa.

Ambos intentaron no reír o dejar la expresión de sorprendidos, mientras que Freddy giraba a otro lado para no reír en la cara de Conway, quien no cuestionó las apariencias de Gordon.

Al parecer, Desde el día anterior, Freddy trucazo había comenzando a apostar con algunos agentes. Si perdían al delincuente en una persecución, los rapaba y parece que Gordon corrió con mala suerte.

Esa misma tarde, Después de terminar una exitosa persecución. Margo Caminó hacia los vestuarios, escuchando risas y voces.

— ¡Esto me aprieta el entrepierna! —

— ¡Cambiate los zapatos, Dale! —

— ¡Te ves espectacular, Neno! —

— Va a la moda, Inspector!

Margo entro al vestuario, Viendo la escena y viendo a un Gustabo con unos tremendos pantalones Apretados, cortos arriba de la rodilla Mientras que a su al rededor estaba Kylie, Gordon y Freddy riendo.

— Me encantan tus pantaloncitos, Gus! — exclamó Margo con una sonrisa, viéndolo.

— Por dios, ya callense. — Gustabo rodo los ojos, moviendo un poco sus piernas.

Los demás agentes soltaron más risas, Dejando a solas al Comisario y a la agente.

— ¿Qué tal te ha ido? — Preguntó Freddy, Viéndola de reojo mientras se quitaba el chaleco.

— Pues... supongo que Bien. — se encogió de hombros.

Margo aún no le había dicho nada de nada sobre la visita De su "Hermana".

— Nena... ¿Estas segura? — Preguntó Freddy viéndola, acercándose a ella.

— Si Freddy, Estoy completamente segura. — sonrió un poco viéndolo, ahora si, frente a frente.

Ambos se quedaron en silencio unos segundos, Freddy sonrió al verla Y admirar las facciones de la rubia, llevando una de sus manos para acariciar su suave mejilla Y depositar un beso en la comisura de sus labios.

— Debo de irme, Preciosa, nos vemos en la tarde. —.

— Nos vemos más tarde. — sonrió al verlo salir.

Esta se sentó en una de las bancas del lugar, pasando sus manos por su rostro.

— Hablaré con Conway... —.

Margo recogió algunas cosas de su casillero y fue rápidamente a la oficina de Conway, quien estaba hablando con Gustabo.

—Oh... Perdón, ¿interrumpo algo? —preguntó la joven.

— ya da igual, estas adentro, siéntate. —Mencionó Conway con unos papeles en manos.

— ¿Qué es eso? —. La curiosidad le ganó a la rubia.

— Mira. — Gustabo le extendió los papeles pero se detuvo momentáneamente. — ¿puedo, no es así? — pidió autorización.

Conway asintió mientras se sentaba en su silla.
Gustabo le entregó los papeles a Margot.

La joven comenzó a leerlos y a pasar de página.

— ¿Toni gambino? — se preguntó al ver su nombre.

— Hay que estar preparados. —.

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