cinco.

188 15 2
                                    

no te olvides de comentar y votar.












Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.






















ESTABA RESULTANDO SER UN DÍA bastante tranquilo en el hospital. No teníamos muchas citas agendadas para hoy y básicamente nos estábamos dedicando a revisar los casos de los pacientes de la próxima semana.
Me encontraba escribiendo y rellenando algunos informes cuando Camila, con quién compartía el turno, se acercó a mí algo acelerada.

— Sof, tengo que salir de emergencia. ¿Está bien si te dejo sola?

A este día prácticamente no le pasaba nada, así que no tendría ningún inconveniente de quedarme sola. Supongo que puedo hacerme cargo.

— Seguro, si. No te preocupes, espero que todo se encuentre bien.— le respondí.

— Muchas gracias Sofi. Nos vemos.

Y se alejó con tanta prisa. Solamente esperaba que la razón por la que tuvo que irse no haya sido nada grave y que yo no me arrepienta de haberme quedado sola.

Las horas transcurrieron y todo continuó con bastante tranquilidad. Faltaban cerca de dos horas para que pudiera irme a casa, pero en ese momento un doctor se acercó hacia donde yo estaba y atrás de él se encontraba una niña con su madre.

— Hola. ¿Está alguien disponible para una pequeña sesión?.— me preguntó amablemente.

— Hola. Soy la única en turno así que si, estoy disponible.

— Perfecto.— me enseñó un pequeño informe de la pequeña que necesitaba la terapia mientras me explicaba algunas cosas del tratamiento que recién le había aplicado. Con esa información mi cabeza comenzó a trabajar sobre los ejercicios que podía realizar.

Al estar ambos de acuerdo, me levanté del escritorio y él se posicionó atrás de la silla de ruedas donde se encontraba la pequeña.
Le comentó que se quedaría un momento conmigo, le dí una sonrisa para que entrará un poco en confianza.
Una hora después, era momento de que la pequeña se fuera junto con su familia. El médico le dió unas últimas indicaciones y en cuanto se fueron se acercó conmigo.

— Gracias por ayudarme.

— No tiene que agradecer, es parte de mi trabajo.— respondí mientras me encontraba guardando el material que había utilizado.

— Dime Daniel, porque si me hablas de usted me siento muy mayor.— me soltó una pequeña risa.— Mucho gusto.

— Sofía. Igual es un gusto.

— No te había visto por acá.

— Apenas es mi segunda semana.— contesté.— Tal vez sea por eso.

Inolvidable / Kevin Álvarez Where stories live. Discover now