Hipo Horrendo Abadejo ||| el mejor de todo el entrenamiento de matar dragones desaparece misteriosamente sin dejar rastro alguno.
Dejando a su padre muy triste, a su pueblo preocupado y a Astrid Hoferson la mejor guerrera de todo Brerk con un corazó...
Holaaaa, lamento mucho la tardanza con el capítulo es que estuve ocupada estudiando y no me dejaba mucho tiempo para terminar este capítulo, prometo que el siguiente ya será el último del flashback y después seguimos con la historia tal cual ¡Disfruten el capítulo!
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Precaución, mención de sangre y tortura. Se recomienda discreción
Bien dicen que si juegas con fuego, corres el riesgo de quemarte. Y bueno, Hipo, después de tantas mentiras, finalmente está apunto de quemarse.
El erróneamente pensó que podría mantener esta mentira, pensó que Gothi escogería a alguien más al final. El... No estaba muy seguro en que pensó. Pero finalmente la realidad lo golpeo en el momento en que Gothi lo eligió para matar al dragon.
Tal vez si le hubiera permitido ganar a Astrid esta vez, hubiera sido diferente. Pero al ver a su padre... Bueno, algo en el pensó que sería buena idea que su padre lo viera ganar aunque sea una vez. Cosa que ocasionó el tremendo lío en el que se metió.
La gente a su alrededor lo vitoreaba y lo aclamaba, incluso podía escuchar entre la multitud a su padre felicitarlo. E Hipo solamente podía sentir una cosa. Asco de sí mismo.
Esta mentira llego demasiado lejos.
Todos lo llevaron al gran salón cargando mientras seguían festejando. Es una tradición hacer una "pequeña" fiesta para celebrar al ganador.
Su padre se acercó una vez lo bajaron y le dio un gran abrazo que casi le rompe las costillas
- ¡Bien hecho hijo! ¡Así se hace! - Dijo el muy feliz. Hipo no supo cómo responder.
Una vez su padre lo soltó y dio iniciada la fiesta, supo que era momento de irse. Aprovechar el alcohol y la comida, en un rato nadie notara que se fue... O muy posiblemente toda la noche
Al salir del salón empezó a caminar sin ningún rumbo fijo en realidad, no fue hasta que estuvo cerca de la herrería que sus piernas casi le empiezan a fallar.
- No, no, no, no, no, no - Empezó a murmurar una vez llego a la herrería con dificultad - Thor mío, ¿Qué hago?
Esto estaba mal, el no podía matar a ese dragón. No podía. Él no lo aria, pero si no lo hacia todos se enterarían de la verdad y eso sería peor. ¿Que tenía que hacer? ¿Qué podía hacer? Después de un buen rato sentado en el suelo pensando en lo que aria, una idea cruzo por su mente, la opción más fácil.
Huir.
Esa era su única salida, era esa su única oportunidad de salir de este problema ileso.
Rápidamente se levantó y tomó una cesta que Bocón solía ocupar para cargar los materiales, fue a su oficina, donde tenía todos sus bocetos y notas y tomo todo lo relacionado con dragones que tenía. No debía dejar ni un poco de información que tuviera, nadie nunca debía de saber lo que hizo.
