Podrá Arnau superar los traumas qué los atormentan en el poco tiempo de vida que tiene, logrando así ayudar a su hermana y familia para hacerlos feliz antes de morir, con el tiempo en su contra, su mente y varias cosas más
A veces solo se necesita ilusionar a una persona con lo que más deseas y arrebatárselo todo en un instante para que este cambie completamente, sin embargo, esta vez no se perdió todo, pero no siempre se puede salvar todo cuando sucede algo que lo pone en peligro, algo siempre cambia de manera impredecible; la gente cuando cree haber perdido todo y se enteran de que algo sobrevivió, pelearan con todo lo que tengan para poder protegerlo, la razón de esto, es que no podrán soportar perder eso que es valioso para ello y darán cualquier cosa por salvarlo.
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Arnau se levantó y lo primero que observo es que estaba en una habitación blanca, se dio cuenta que tenía puesta una bata, tardo unos momentos en recordar los hechos que habían sucedido, hasta que por fin logro conectar todos los puntos, entonces cuando se dio cuenta que en donde estaba era un hospital, desconectándose la jeringa que le estaba suministrando suero, la máquina que le revisa el pulso, al quitárselo la maquina empezó hacer un pitido que alerto a los doctores de inmediato que acudieron al lugar y empezaron a retener a Arnau para que se acostara, pero este se negaba.
—¿Dónde está? ¿Dónde está mi hermana.
Fue la pregunta dada por el chico a los doctores que lo estaban reteniendo par que se tranquilizara, el necesitaba repuesta y rápido, necesitaba saber que había pasado con familia.
—Chico cálmate, tu hermana se encuentra estable por el momento, pero, no creo que sobreviva mucho si no consigue un trasplante de pulmón.
El doctor que le había respondido su pregunta acaricio la cabeza de la golondrina para apaciguar su desesperación, dándose cuenta de su error de manera inmediata cuando aquel niño se detuvo en seco con una mirada de miedo puro.
—Doctor, por favor use los míos-, aferrándose a la bata del medico, cuerpo comenzó a temblar mientras su voz se rompía en cada palabra, las lagrimas cain de su rostro—. Ella es lo única familia que conozco, por favor se lo suplico, no me importa si tengo que dar mi vida por ella solo, por favor, sálvala, no me importa si muero, no me importa si ya no puedo vivir, pero por favor use mis pulmones.
La suplica de golondrina fue suficiente para poder conmover al doctor de buena manera, ¿verdad?
—Niño, escúchame bien, hacer un trasplante de pulmón no es algo fácil, se requiere tiempo, además hay posibilidad de que los dos mueran en la operación, dime ¿Qué harás si es necesario los dos pulmones para salvarla?
La cuestión del profesional de la salud al niño sobre los riesgos que pueden ocurrir si algo sale mal de la operación cayeron en oídos sordos cuando la golondrina se aferro más a querer salvar a su hermana sin importar el costom
—En ese caso, le daré mis dos pulmones, no me importa morir si es necesario, solo hágalo, tome todo lo que necesite de mi cuerpo pero salvala, solo es un pequeño sacrificio para mi si con eso puedo salvarla.
El no lo sabía aún que aquellas palabras lo habían condenado, en su joven inocencia había descontrolo que su lamento e impotencia había atraído a algo que no debía de estar ahí, algo que cualquiera podría denominar como lo más asqueroso del mundo.
