☆Capítulo 15☆

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Darien
 
A pesar de lo mucho que quería dormir a la mañana siguiente, me vestí y bajé a las ocho en punto al auto para llevar a Serena al estudio de grabación. Mientras ella saltaba en el asiento tr@s€r0, no me perdí el bostezo que se extendió por su rostro.
 
—¿Somnolienta? —le pregunté mientras cerraba la puerta detrás de nosotros.
—Un poco —respondió con una sonrisa. Luego se deslizó a través de los asientos de cuero para acurrucarse junto a mí.
—Anoche fue increíble, Darien. —
Sonreí.
—Me alegro de que pienses así. —
Sus cejas se alzaron por la sorpresa.
—¿No estás de acuerdo? —
Acercando mis labios a los de ella, devoré su boca en un hambriento beso.
Empujé mi lengua contra la suya, buscando su sabor y calor. Deslicé un brazo por su cintura y tiré de ella sobre mi regazo. Después de pasar largos y deliciosos minutos, gimió en mi boca antes de alejarse.
—Creo recordar que hay alguien conduciendo este auto —susurró.
Sonreí.
—¿Estás avergonzada o tienes miedo de que nos vayan a detener por besarme con mi chica? —
Ella bajó la mirada y luego meneó la cabeza.
—Un poco de ambos. —
—Ángel, vas a tener que acostumbrarte a que quiera tener mis manos y labios sobre ti. Es difícil para mí contenerme, y francamente, me importa una mi€rd@ quién nos ve o lo que piensen. —
Una tímida sonrisa se formó en sus labios que estaban hinchados de mi
anterior asalto.
—¿Al menos podemos ir poco a poco en todo este manoseo en público? —
Eché mi cabeza hacia atrás y reí.
—Claro que sí —Froté mi pulgar a lo largo de su mejilla—. Jamás, jamás quiero hacer algo que te haga sentir incómoda. Por lo tanto, voy a intentar controlarme. —
—Umm, mi héroe —murmuró antes de besarme de nuevo. Estábamos a punto de ponernos calientes e intensos de nuevo cuando el coche se detuvo en frente del estudio.
—¿Lista para ir a hacer algo de música juntos? —le pregunté.
—Tan lista como pueda estarlo, supongo. —
Me eché a reír.
—Estarás bien. —
Después de que ayudé a Serena a salir del auto, nos dirigimos hacia el interior. Producciones Pinpoint era un estudio pequeño donde los chicos y yo usualmente grabábamos, pero era la intimidad del lugar y el equipo de producción lo que me encantaba. Gio, el jefe productor, salió de su oficina y me dio la mano.
—Me alegro de verte, Darien. —
—Me alegro de verte también. Esta es Serena Renard. Ella es la que canta el dúo conmigo. —
—Encantado de conocerte —dijo Gio.
Serena sonrió.
—Encantada de conocerte también. —
—Estamos muy contentos y honrados de quieras esc0g€r tu primer dueto con nosotros. Eso fue una increíble música lo que tú y los chicos tocaron ayer para la pista. —
—Gracias, hombre. —
Gio echó un vistazo hacia nosotros.
—Entonces, ¿quién quiere ir primero? —
Sonreí.
—Yo diría que Serena siguiera adelante para sacarla del camino ya que ella está muy nerviosa, pero supongo que mejor seré yo. —
Serena asintió frenéticamente.
—Sí, tu primero. —
Tomé su mano y le di un tranquilizador apretón mientras Gio conducía el camino de vuelta a la cabina de grabación y sonido.
—Te puedes sentar aquí. —Le hice señas a una silla en la mesa de sonido.
—Gracias —murmuró mientras se calmaba. Me di cuenta de que sus enormes ojos estaban captando cada aspecto y detalle a su alrededor. Entré en la cabina de grabación y cerré la puerta. Después me puse mis auriculares y saludé a Serena. Ella sonrió y me devolvió el saludo. Aunque la hoja con la letra estaba delante de mí, no la necesitaba. La letra estaba estampada en mi mente.
La voz de Gio llegó a través de mis auriculares:
—Está bien Darien, vamos a intentarlo. Toma Uno. —
—Me parece bien. —
La melodía sonó en mis oídos con la apertura de la guitarra, y empecé a cantar. Cerré mis ojos y me concentré en las emociones de la letra. Cuando terminé, abrí los ojos para ver a Serena secándose las lágrimas de sus ojos.
—Bien, ¿eh? —bromeé.
Ella asintió, mientras que Gio dio un pulgar hacia arriba. Su voz sonó nuevamente en mí oído.
—Eso fue de püt@ madre, Darien. Eres bueno, pero nunca una sola toma es buena. Vamos a intentarlo de nuevo. —
Me eché a reír.
—No hay problema, amigo. —
Hicimos unas diez tomas más para asegurar que teníamos justo lo que queríamos. Cuando terminé, salí de la cabina y fui a los brazos de Serena.
—¡Eso fue fantástico! —exclamó.
—Gracias, Ángel. Estoy seguro de que la tuya también lo será. —
—Uf, no creo eso —se quejó.
—Vamos. Ve allí y patea algunos tr@s€r0s, ¿de acuerdo? —Ante su dudosa expresión, agregué—: Voy a estar aquí, ¿de acuerdo? —
Ella hizo una breve inclinación de cabeza antes de entrar en la cabina y cerrar la puerta detrás de ella. Vi como agarró el auricular junto al micrófono y con manos temblorosas, se lo colocó. A través del cristal, le di una sonrisa tranquilizadora y un pulgar hacia arriba. Ella inclinó la cabeza antes de bajar la mirada a la hoja con la letra.
—Está bien, Serena, vamos por la Toma Uno —instruyó Gio.
—Está bien —respondió en voz baja.
Cuando la música empezó en la cabina, Serena lucio como si fuera a vomitar en vez de cantar. Empezó de manera uniforme, pero luego, cuando las notas subieron una octava, ella se perdió en la nota.
—Lo siento —murmuró.
—No hay problema. Vamos a intentarlo de nuevo. —
La segunda y la tercera toma fueron aún peores. Incluso a través del cristal, pude ver las lágrimas brillando en sus ojos. Me incliné hacia adelante y palmeé el hombro de Gio.
—Espera. Déjame probar algo. —
Caminé a través de la puerta y entre en la cabina. Serena se quitó el auricular.
—Lo siento, Darien. No sé lo que me pasa. Pensé que podía hacerlo. Lo siento mucho. —
—No vamos a detenernos. —
Sus cejas se levantaron sorprendidas.
—¿No lo haremos? —
—Oh diablos no. Vas a cantar muy bien ahora mismo como yo sé que puedes, y vamos a grabar esta canción juntos. —
Su rostro se derrumbó.
—¡Pero no puedo! Ya me has oído antes. Soy horrible. Tienes que encontrar a alguien más. —
Tomé su cara entre mis manos.
—¿Dónde está la asombrosa e impresionante Serena que conozco? —Cuando ella se encogió de hombros, sacudí la cabeza—. La Serena que conozco no se vendría abajo en estos momentos. Ella cantaría hasta en el infierno esta canción como sé que puede. —
—¿De verdad crees tanto en mí? —
—Sí, lo creo. —
Tomó una respiración profunda.
—Está bien. Lo haré. —
Le sonreí.
—Bueno. Me alegro de oír eso. —Tomé sus manos entre las mías y las apreté fuertemente—. Y me voy a quedar aquí mientras lo haces. —
Una mirada decidida se extendió a través de su rostro que era lindo y al mismo tiempo sexy.
—Bueno, vamos a hacer esto. —
Le di un pulgar hacia arriba a Gio. En cuanto empezó la música, la mirada de Serena se trabo con la mía. Ella ni siquiera bajo la mirada hacia la hoja con la letra. En cambio, cantó con su jodido corazón para mí y solo para mí. Cuando terminó, me parpadeó un par de veces incrédula.
—Mi€rd@, Ángel. Creo que fue excelente. —
Ella sonrió.
—¿Eso crees? —
Ambos miramos a Gio que estaba haciendo una señal perfecta con los dedos. Se inclinó hacia el micrófono.
—Fue fantástico, pero vamos a hacer un par más por si acaso. —
Asintiendo, Serena movió su cabeza.
—¿Crees que puedes hacerlo aún mejor? —le pregunté.
—Segura como el infierno que puedo intentarlo —respondió ella.
Después de más de cinco tomas, nos quedamos alrededor del estudio escuchando la unión de nuestras dos pistas vocales.
—Eso de allí es un número uno —dijo Gio con una sonrisa.
—Nunca tuve dudas —le respondí.
Los azules ojos de Serena se agrandaron.
—¡Que mi primera canción fuera la número uno sería increíble! —
Gio sonrió.
—Solo espera hasta que esto se lance. Las personas van a enloquecer, especialmente con Darien cantando a dúo. Él nunca había hecho esto antes. Conecta esto con las emociones, y ¡bang! oro macizo. —
Con un chillido, Serena hizo su feliz baile de la victoria alrededor del estudio antes de saltar en mis brazos y envolver sus piernas alrededor de mi cintura. Luego procedió a darme un caliente y prolongado beso justo en frente de Gio. Fue en ese momento que supe que amaba jodidamente a Serena Renard con todo mi corazón.
 
Después de haber terminado en el estudio, nos dirigimos de nuevo al hotel para reunirnos con los demás y almorzar. Cuando nos sentamos, Nephrite dijo:
—Tuvimos que esperar hasta que llegaran para ordenar. —
—Ay, eso fue muy dulce. Gracias —respondió Serena.
Tan pronto como ordenamos, todo el mundo quería saber cómo había ido la sesión de grabación. Con gestos entusiasmados, Serena les puso al corriente de todos los detalles, incluyendo su ataque de nervios. Mi corazón se llenó de orgullo cuando les contó cómo fue que la ayudé a superar su miedo escénico. Se inclinó y planté un beso en sus labios.
—Estuviste increíble solo por tu cuenta. Yo no hice nada. —
—Hiciste todo —argumentó.
Seiya rodó sus ojos.
—Dios, ustedes son totalmente repugnantes —se quejó.
—Solo estás celoso. —
—Lo que sea —gruñó mientras levantaba a Jude sobre su regazo.
Nuestra comida llegó, y después de comer, encontré a Serena contemplando con una mirada nostálgica a Nephrite y Makoto. Mientras Melody dormía profundamente sobre uno de los hombros de Makoto, Nephrite acariciaba el cuello de Makoto y le hablaba en voz baja. Los ojos de Makoto se cerraron mientras una serena sonrisa llenaba su cara. Tuve una muy buena suposición de que Serena estaba envidiando lo que veía, la perfecta familia estrella de rock.
Cuando ella me encontró mirándola, Serena sonrió. Indicando con su mano hacia Nephrite y Makoto, ella preguntó:
—¿Siempre son así? —
Me reí entre dientes.
—Más o menos. Durante la gira no tienen una gran cantidad de tiempo juntos, y mucho menos tiempo a solas. Cuando por fin se ven, actúan como dos adolescentes en celo. —
—Pero están tan enamorados —murmuró mientras miraba la mejilla de Nephrite rozar con la de Makoto. Una arruga apareció en boca de Serena—. Pobrecitos, apuesto a que no tienen mucho tiempo a solas con los niños. —
Encogiéndome de hombros le respondí:
—A mí me parece ellos lo están haciendo muy bien, ya que es repugnante. —
Cuando su mano llegó a rozar mi müsl0 casi salté de la silla.
—Darien, si te pido que hagas algo por mí, ¿lo harías? —
Mi corazón dio un vuelco hasta detenerse antes de volver a reiniciar.
—¿No me digas que ver a esos dos te ha encendido y quieres ir arriba conmigo? —
—¡Eh, no! —gritó.
Me reí ante su indignación.
—Está bien, ¿qué es? —
Miró de mí hacia Nephrite y Makoto.
—¿Quieres ayudarme a cuidar de Jude y Melody hoy? —
—Estás bromeando, ¿verdad? —
Dio una pequeña sacudida de cabeza.
—Podrían tener todo el día juntos, solo ellos dos. Podría incluso pasar la noche en su suite y darles la mía. Ya sabes, un día entero de romance. —
Cruzando los brazos sobre mi pecho, le pregunté:
—Está bien, pero ¿por qué todo esto tiene que involucrarme? —
Sus azules ojos se estrecharon, y yo sabía que estaba en problemas.
—Pensé que te gustaría no ser un egocéntrico egoísta por una vez y querrías ayudarnos tanto a mí como al hombre que es como un hermano para ti. —
Levanté mis manos en señal de rendición.
—Bien, bien. Me encantaría pasar el resto del día contigo cuidando a los niños de Nephrite. —
Las comisuras de los labios de Serena se arquearon, y me di cuenta de que estaba luchando por no sonreír.
—Trata de no parecer demasiado emocionado por ello. —
Coloqué una falsa sonrisa en los labios.
—Oh, estoy jodidamente emocionado. ¿No te das cuenta? —
Ella me sonrió.
—Eres un idi0t@. —Acariciando mi müsl0, dijo—: ¡Ahora vamos a decirles a Nephrite y a Makoto la buena noticia! —

***En un ratito subo el siguiente capítulo!!

Musica del Corazón #1 TERMINADAWhere stories live. Discover now