Epílogo

6K 241 202
                                    

JUANJO

Una acidez insoportable subió por la garganta de Juanjo mientras esperaba a que Ruslana abriera su puerta. Tuvo que dejar a Martin con casi ninguna explicación además de 'tengo que irme', para hablar con ella.

Estaba temiendo esta conversación, inquieto por escuchar lo que Ruslana estaba a punto de decirle.

- Has venido -, sonaba genuinamente sorprendida, incluso esperanzada. Algo que hizo que el estómago de Juanjo se revolviera con una sensación extraña. - Por favor, entra...

- ¿Se lo has dicho? -, preguntó Juanjo, sin moverse de su lugar en la puerta.

Los hombros de Ruslana se encogieron. - Juanjo...

- Se lo has dicho.- Juanjo soltó una risa amarga mientras se frotaba los ojos con el pulgar y el dedo índice. - Supongo que me lo merecía -, murmuró distraídamente, caminando dentro del familiar apartamento. Necesitaba sentarse, respirar. Probablemente también necesitaba llamar a sus padres antes de que Omar los contactara primero.

- No te lo merecías. Lo siento mucho, mucho. - Ruslana tragó saliva. - Me preguntó si había alguien más y tuve que decirle que no había nadie más que tú. Siempre ha sido así, siempre lo será.

- Ruslana...

- No, por favor, escúchame -, se sentó cerca de él, con las manos frías agarrando las suyas. - Desde que era una niña, mis padres me inculcaron esta idea de un futuro, un papel que debía cumplir pase lo que pase. Incluso después de convertirme en esto -, hizo un movimiento vago con las manos, - ellos aún no me veían como una mujer exitosa. No importaba cuántos premios ganara, nada era suficiente para ellos. Era injusto, degradante, pero, en lugar de levantar cabeza, de pedirles el respeto que merezco, alejé a la única persona que he querido de verdad. No me malinterpretes, sí quería casarme contigo, pero no lo necesitaba. No era mi sueño, era el de ellos.

- Lo sé, lo sé todo esto, no tienes que darme ninguna explicación por ello -, intentó de tranquilizarla Juanjo, porque lo último que quería era que Ruslana cargara toda la culpa de su ruptura.

- Tengo que hacerlo, y también tengo que disculparme por lo que te hice a ti, por acostarme con Omar cuando sabía lo importante que era para ti. Quería hacerte daño por no darme lo que otras personas estaban empujándome a querer.

- Sabes que no es verdad -, Juanjo negó con la cabeza, sonando cansado incluso para sus propios oídos.

- ¿Qué?

Juanjo retiró suavemente su mano del agarre de Ruslana. Preparándose mentalmente para una conversación que deberían haber tenido hace meses. - Me alejaste porque fui un gilipollas contigo. No se trataba solo de la boda, sino de los hijos, el hecho de que no quería que viviéramos juntos. Nunca le di a nuestra relación o a ti el tiempo o la importancia que merecíais. ¿Fue saludable tu reacción a mis problemas? No, pero puedo aceptar completamente que me lo merecía, solo que no sé si tú lo merecías.

- Pero has cambiado desde entonces, nuestro mayor problema era que no hablábamos, que nunca sabíamos qué estaba pasando con el otro. Míranos ahora, hemos hablado tanto, incluso con ellos en la casa de tus padres, no nos importaba, seguimos conectados.

Juanjo frunció el ceño confundido. - ¿Ellos?

- Martin y Omar.

Juanjo cerró los ojos, dejando escapar un suspiro cansado. No quería herirla, no más de lo que ya lo había hecho, pero sabía que la única forma en que ella aceptaría su realidad era si era honesto con ella.

- No he cambiado, Ruslana, sigo siendo el mismo gilipollas. Solo que ahora soy un gilipollas que está enamorado y haría cualquier cosa por ver menos estresada a la persona que quiero. Has estresado a Martin. Las únicas veces que hablamos en la casa de mis padres fue cuando me acorralabas o cuando Martin me pedía que lo hiciera. No fue por ti, fue por él, todo.

It's me who's been making the bedWhere stories live. Discover now