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Clara apoyó una de sus manos en el regazo de Enzo y con la otra tomo su rostro, ayudando en la profundidad del beso. Rozó con su lengua la de él, haciendo movimientos lentos y cuidadosos.

Enzo rodeó a Clara con los brazos, llevando sus manos a la cintura de ella, empujándola contra él. De un movimiento logró que esta se sentara encima de él, rodeándolo con las piernas.

Se quedaron así, besándose, hasta que la respiración les faltaba y tenían que parar. Entonces volvían a empezar, cada beso peor que el otro.

— Perdón, por todo lo que te hice pasar hoy —murmuró Enzo cerca de la boca de Clara, con una de sus manos en la mejilla de ella.

— ¿Qué decís? No me hiciste pasar nada.

— Tuviste que aguantarme casi que llorando —bromeó el jugador, alejándose un poco.

Clara, aun sentada encima de él, le dejo otro beso en los labios. Acarició el pelo de Enzo y él cerró los ojos, ella sabía como tranquilizarlo.

— Estoy para ayudarte, con lo que necesites —le dijo ella, dejándole un beso en una mejilla.

Enzo sonreía, aceptando todos los besitos que Clara iba dejando en su rostro. Hasta que ella empezó a acercarse peligrosamente a su cuello.

El jugador la atrapó con los brazos, apretándola con fuerza, obligándola a meter su cabeza entre su hombro y su cuello. Clara dejo pequeños besos, uno atrás de otro.

— Mmm, podría quedarme así toda la noche —murmuró él.

La realidad le cayó a Clara, de que esto quizás era más íntimo de lo que debería ser. Le sonrió al jugador, alejándose un poco, que Enzo noto rápidamente.

— No te gusta, ¿no? —preguntó él, inseguro— La idea de pasar la noche conmigo.

Clara sacudió la cabeza, negando. No era eso lo que no le gustaba.

— ¿Entonces por qué te alejas? —indagó Enzo.

— No quiero que pienses que estoy enamorada de vos —Clara cortó totalmente el ambiente que se había formado.

Seguía sentada encima de Enzo, él abrazándola. La miró con ojos tristes y cansados, ¿por qué tenían que hablar de este tema ahora? ¿Por qué tenían que pensar en algo más cuando la pasaban tan bien el uno con el otro?

— Clara, no me importa eso —dijo Enzo— No me importa nada, pero por hoy, ¿podemos pasar la noche juntos? Mañana volvemos a hacer de cuenta que no pasó.

— Está bien, solo... no te enamores de mí, Enzo —contestó ella.

El jugador asintió, seguro de que eso no iba a pasar. Le gustaba pasar el tiempo con Clara, no estaba enamorado de ella. ¿O sí? Sacudió la cabeza, quitándose esa idea de la cabeza.

— Vení, vamos a la cama —murmuró Clara, tirando de él para ir a la habitación.

Enzo se dejó arrastrar, ignorando todos sus pensamientos, y cuando llegaron al cuarto, Clara cerró la puerta detrás de ella. Se acercó hasta donde él se había sentado y comenzó a besarlo apasionadamente, tirando de la remera de él.

El jugador se mostró más que dispuesto a ser besado y desnudado. Por lo que ayudó a Clara a que le quitara la remera, y antes de que pudiera darse cuenta, ella lo había tirado en la cama, subiendo encima de él, besando su cuello, sus pectorales, deteniéndose en la parte baja de su torso.

Clara comenzó a quitarle los pantalones, dejándolo en ropa interior. Besó la parte interna de sus muslos, deteniéndose cerca de su miembro, sin saber si avanzar o no. Pero Enzo cerraba los ojos y echaba la cabeza hacia atrás, por lo que continuó con los besos por todas partes.

𝓛𝓪 𝓬𝓸𝓬𝓲𝓷𝓮𝓻𝓪 | ᴇɴᴢᴏ ꜰᴇʀɴᴀɴᴅᴇᴢ | ᴄʜᴇʟꜱᴇᴀ ꜰ.ᴄ. | +18Where stories live. Discover now