Sin maldad

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-Jeremy, no pienso morderte- dijo una vez abandonó la boca impaciente del menor que deseó mas besos como ese, deseó un poco más de Aidan- Es totalmente normal en los humanos que después de vivir una experiencia como la tuya les queden secuelas, traumas- Jeremy comenzó a relajarse entendiendo que Aidan no lo mordería, su cuerpo temblaba pero ya no estaba encogido y por fin había abierto sus ojos- Te ayudaré a superarlo hasta que solo tengas un poco de miedo del mordisco, como siempre, da igual lo que tardes, yo iré a tu ritmo para no asustarte ¿vale?- preguntó con una enorme sonrisa benevolente en su rostro, realmente Aidan podía llegar a parecer un ángel, pero solo para Jeremy.

- v-vale- dijo el chico secándose las lágrimas y sintiéndose todavía triste- Gracias, siempre eres tan bueno conmigo- dijo el chico sonriéndole de vuelta al vampiro que lo miraba con impaciencia y hambre.

-Bueno...-repitió cambiando totalmente la entonación de aquella palabra que tan desconocida le resultaba; una sonrisa se dibujó en su rostro y desapareció mientras negaba con la cabeza, incrédulo- Cuando quieras comenzaremos con cosas pequeñas como besos o lamidas en tu cuello, después serán pequeños mordiscos, ni siquiera sangrarás y, cuando te sientas preparado, te morderé. Pero si de verdad no puedo quitarte el miedo y te aterra tanto que te muerda simplemente no lo haré- dijo Aidan con una expresión abatida, renunciar a la sangre de su pequeña pareja no estaba siendo precisamente fácil.

- ¡Aidan! –gritó Jeremy entre conmovido y molesto- sé que mi sangre te encanta así que no pienso negártela, por mucho miedo que tenga, por mucho que cueste que me vuelva a acostumbrar a ser mordido- habló intentando parecer seguro, pues realmente lo estaba, pero su voz temblaba tanto que el vampiro solo pudo pensar en lo tierno que se veía ese chiquillo asustado ofreciéndole su sangre.

-Jeremy, me da igual lo que digas, si no consigo quitarte todo ese miedo no pienso morderte- rebatió el vampiro con una expresión asombrosamente amable que hizo a Jeremy arder en deseos de abrazarle y no soltarle nunca- pero seguro que si me esfuerzo puedo hacer que tengas el mismo miedo que antes, aunque no es poco- dijo el vampiro acercándose a su joven acompañante para atraparlo en sus brazos.

-Entonces mañana por la noche podríamos empezar, ya sabes, podrías darme m-mordiscos pequeñitos y esas cosas hasta que me sienta más calmado- Aidan sonrió dando un traicionero beso en la garganta de Jeremy y haciendo que por ello temblara unos momentos.

-De acuerdo- dijo sonriendo y percatándose de cómo los ojos claros lo miraban con cansancio, el pequeño debía estar agotado después de todo, no es que hubiesen hecho gran cosa esa noche pero el esfuerzo mental de recomponerse tras pasar miedo es bastante equiparable a un gran esfuerzo físico- Vete a dormir Jeremy, pareces muy cansado- dijo el vampiro recostando al humano en el lecho, quien no le negó aquello y solo se acomodó sobre las suaves mantas que le daban calor.

-Es que tratar contigo es agotador- dijo Jeremy bromeando de nuevo, aquel chico tenía un sentido del humor bastante afilado incluso para las peores situaciones.

-Como sigas así de atrevido te agotaré de verdad- respondió Aidan dispuesto a jugar con Jeremy si este seguía mostrándose tan sarcástico. Se colocó encima de él y acercó su rostro al del humano. Mordió el labio del pequeño y lo jaló hacia él para después soltarlo y repetir el proceso, Jeremy respiraba agitadamente al sentir ese contacto- ¿Qué pasa? ¿Te ha comido la lengua el gato?- preguntó sarcástico mientras paseó su lengua por los labios puros del humano.

-No, el que me ha comido la lengua has sido tú- dijo el chico picarón, dispuesto a contraatacar en ese batalla amistosa que libraba con su querido y adorado vampiro.

- Estás muy hablador- dijo Aidan tenebrosamente, con un tono sensual pero de esos que te erizan la piel, como solo él sabía hablar- ¿Acaso debo comerte la lengua de nuevo?- Jeremy, incapaz de hablar, asintió cerrando los ojos y sin esperar ni un solo segundo Aidan respondió al gesto.

Oscura perdición (Versión antigua)Where stories live. Discover now