Famosos en la Universidad (INAZUMA ELEVEN VARIAS PAREJAS)

Capitulo 7: En casa de millonarios (Kidou y Fudou)

– Ni se te ocurra hacer alguna tontería – le decía el padre de Fudou, ellos estaban en el coche dirigiéndose a la casa de uno de los mayores empresarios de Japón, al mayor lo habían contratado para ser guardaespaldas, y tenía antes que firmar unos papeles en la casa del empresario.

– No te prometo nada – dijo Fudou haciendo que el padre de un suspiro largo, pero largo.

– Mira, no te he dejado en la casa para que la quemes, ¡no te he traído aquí para que quemes la casa de mi jefe! – gritó el padre.

– Próximo jefe, no es tu jefe.. de momento – corrigió Fudou.

– Sal del coche, ya hemos llegado – dijo el padre bajando del coche, acción que Fudou repitió con desgano – No quemes nada, no rompas nada, no mojes nada, no ensucies nada, no comas en esta casa recuerda que no es la casa de tus amigos ni la tuya, no hables, no toques nada y lo mas importante ¡NO HAGAS NADA! – este discursito lo escuchó la persona que abrió la puerta de la casa, es decir Kidou, el chico abrió la puerta ya que estaba cerca y cuando la abrió se encontró con el próximo guardián de su padre dándole una charla a su hijo.

– Viejo – llamó Fudou haciendo que su padre le mirara con odio – el millonario ha oído todo el discurso – terminó por decir Fudou.

– ¿Qué te he dicho hijo? – preguntó el padre cruzándose de brazos.

– Que no hable, no com- – Fudou le iba a decir a su padre todo el discurso que segundos antes había recitado pero su padre le calló.

– Efectivamente, no hables – dijo el padre – Buenos días, soy el que el señor Kidou ha contratado como guardaespaldas.

– Oh, si pasa... – dijo Kidou abriéndole el paso a los dos.

– ¿Dónde esta el señor Kidou? – preguntó el padre de Fudou.

– Esta en su despacho – dijo Kidou señalando una puerta.

– Muchas gracias – dijo yendo hacia la puerta –Hijo, recuerda, no hagas nada – terminó por decir el señor Fudou finalmente yendo a la puerta.

– Vale – dijo Fudou – ¿Oye chico en esta casa tenéis algo para romper, quemar o algo? – preguntó Fudou sacándole una sonrisa confusa a Kidou.

– ¿Por qué tu padre te ha traído? –preguntó Kidou.

– Mi padre me dejó 3 veces solo en casa... – dijo sentándose en un sofá sin permiso de Kidou – la primera quemé la cocina, la segunda quemé el jardín y la tercera...., quemé la casa – terminó por decir Fudou.

– Me puedo imaginar la primera..., ¿pero la segunda y tercera?

– La segunda es simple: vi una colmena de abejas y quemé la colmena pero se me pasó que mi jardín tenía un árbol... y que la colmena estaba en el árbol – dijo Fudou sacándole una risa a Kidou.

– ¿Y la tercera? – preguntó Kidou.

– Ese fue yo y mi amigo, Nagumo – ¿Nagumo?, ese apellido es de unos de los mayores criminales de todo japón, que actualmente está en la cárcel – Mi amigo y yo estábamos jugando a la ouija a las 9 de la noche y pues como vimos que un fantasma se nos había metido en la casa pensamos ''¿y si quemamos la casa, el fantasma se irá? ¿verdad?'' y pues quemamos la casa.. lo positivo es que el fantasma no poseyó a nadie – terminó de explicar Fudou.

– ¿Por eso? – 'preguntó sorprendido.

– Si –respondió Fudou.

– Anda..., tu padre debe de estar arto de ti – susurró Kidou.

– Y lo está, oye ¿Por qué llevas esas gafas tan absurdas? – preguntó Fudou.

– Ah, las gafas...., de siempre me critican por mis ojos – en ese momento a Fudou le vino a la mente a su amigo Fuyuki, le dio pena al chico, ya que Fuyuki lo pasaba muy mal por ello.

– ¿Puedo verlos? – preguntó MUY directamente.

– ¿Eh?, ¡No! – efectivamente esa reacción era la misma que Fuyuki.

– Venga.. solo será ''quita y pon'' – típica frase de Afuro para convencer a la gente.

– Vale – dijo suspirando.

– ¿Ves?, Afuro da buenos consejos – pensó Fudou de mientras veía como kidou se quitaba las gafas, pero en ello llega una sirvienta y los interrumpió.

– Señorito, ¿Qué estas haciendo?, sabes muy bien que tu padre no te deja – dijo la sirvienta haciendo que Kidou se sorprendiera de sobremanera.

– C-claro – dijo tartamudeando.

– Bueno yo ya me voy si me necesitáis ahí estoy – se despidió la chica.

– Oye, ¿quieres ir a mi cuarto? – preguntó Kidou.

– Vale, pues vamos.

Ellos dos llegaron a la habitación del chico (esta es exactamente igual a la de la serie), cuando llegaron Fudou se sorprendió por la pedazo habitación que el chico tenía, pero luego se acordó de lo que dijo la sirvienta así que quiso preguntar.

– Oye, ¿Por qué la sirvienta te ha dicho eso? – preguntó Fudou.

– Mi padre se piensa que todo aquel que vea mis ojos me va a criticar, así que no me deja quitármelos excepto para dormir.

En eso Fudou tuvo la mejor idea posible, dejar que se duerma para después quitarle las gafas y despertarlo para obviamente ver sus ojos, le costó que se durmiera pero gracias a que su padre se estaba enrollando con el señor Kidou pudo hacer que se durmiera ¿Cómo?, muy simple su padre toma pastillas para dormir pues Fudou como siempre va a donde vaya su padre siempre se tiene que llevar esas pastillas por si se tiene que dormir en el coche, primer paso completado ''pastillas para dormir'', el siguiente paso fue mas complicado hacer que una sirvienta venga con un vaso de agua para echarle la pastilla, tardó 10 minutos en hacer que el millonario por fin pidiera agua, segundo paso completado ''hacer que kidou pida agua'' el tercer paso fue bastante fácil, Fudou le llenó un vaso de agua a Kidou y le dijo que se lo bebiera todo SUPUESTAMENTE para un reto, pues después de ese vaso a Kidou le entraron ganas de ir al baño pues cuando fue le lleno el vaso de agua otra vez y le puso la pasitilla, tercer paso ''poner pastilla completado'', el cuarto paso fue un poco mas difícil hacer que se bebiera otro vaso de agua fue complicado pero después de 5 minutos insistiendo lo consiguió, y así fue señores y señoras como Fudou ahora mismo estaba viendo los ojos del millonario.

– ¡¿Me has quitado las gafas de mientras dormía?!

– SHHH, si pero baja la voz – susurró Fudou intentando tranquilizar a Kidou.

– Dame las gafas – ordenó.

– ¿Por qué? Pero si tus ojos son hermosos – dijo Fudou sorprendiendo a Kidou.

– ¿Qué?

– De verdad, son muy bonitos, de hecho mi madre también tiene los ojos rojos – dijo Fudou enseñándole una foto de su madre.

– No digas mentiras, ahora dame las gafas – dijo, como no se las daba intento quitárselas – ¡Dámelas! – gritó Kidou.

– Oh, mi amigo me esta llamando – dijo Fudou dándole las gafas a Kidou yéndose de la habitación para hablar en privado.

– ¿Quién se cree? – preguntó Kidou poniéndose las gafas. 

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perdon por el final cutre pero es que tenia que hacerlo rapido porque me iba a dormir, chao

PD: Ya he corregido el final y aparte de ser un poco mas largo esta mejor.