O1. "𝗡𝗢 le digas a nadie."

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Dos semanas después de los acontecimientos del prólogo.

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¿Que estás-QUÉ!?

Estoy en cinta, Rosie.

Era un día como cualquier otro en el Infierno. Todos cumpliendo con su rutina de caos, sexo, violencia, estafas y consumo de sustancias. Lo normal. Mas en Cannibaltown, más exacto, en el emporio de la Overlord de sombrero, sentados tomando el té en el balcón del edificio se hallaban Rosie y Alastor.

Era común que el demonio ciervo visitara a su queridísima amiga para compartir anécdotas y simplemente pasar el tiempo juntos. Pero hoy, era un día diferente.

Desde que Alastor llegó la Omega percibió un cambio en el aroma y en la actitud siempre jovial de su amigo. Un aroma extra, algo parecido a la menta. Era extraño, porque que bien recuerde el aroma del locutor eran solo frambuesas.

Y ahora, luego de platicar plácidamente por un rato el tema salió a relucir y el Omega se había puesto nervioso en primera instancia pero después le contó lo sucedido en su último celo.

¿Se sorprendió? Si, un poco.

¿Se enojó? Tal vez.

¿Rió por la vergüenza repentina que invadió a su amigo? Por supuesto.

«¡Vaya! Y pensar que tendrías ese tipo de gustos» había reído mientras Alastor se sonrojaba en una mezcla extraña de pena y de rabia.

«Era una situación crítica, querida, ¡Crítica!» recalcó.

Todo había sido risas y negaciones por parte del ciervo hasta que...
Llegaron justo hasta este momento.

Rosie casi se atraganta con su té, tosiendo varias veces.

Pe-perdón, querido. Pero... ¿Podrías repetirlo? —preguntó entre la tos y la conmoción, cosa que empeoró los crecientes nervios del rojizo.

Que estoy en-cinta.. —repitió con un pequeño temblor en su voz, desviando la mirada y rascándose la nuca.

La albina parpadeó varias veces, esto sí que no lo esperaba. Aunque de cierta manera si lograba comprenderlo. Alastor falleció en los años treinta, tenía nulo conocimiento sobre lo que era un preservativo o pastillas anticonceptivas. Y sin embargo, ella también murió en el mismo año y aún así con los años que llevaba en el Infierno había aprendido sobre ello.

Suspiró.

Perdona mi reacción, dulzura. Es que aún lo estoy... Procesando —se talló la sien como un pequeño tic nervioso—¿Ya se lo dijiste a-

—¡No-no! —negó de inmediato—Él no puede enterarse de eso. Nadie, en realidad. —se rascó la mejilla, sus orejas se sacudieron un poco.

Rosie tomó otro momento para meditar la situación. Bien. Vamos por el principio. Alastor tiene su celo mucho antes de lo previsto, Husk aparece de imprevisto, le pide su ayuda, pasan... Cosas y ahora su amigo estaba en cinta. ¿Qué debía hacer?

Con cuidado, tomó la mano del otro Overlord y le regaló una sonrisa cálida, sonrisa que juraba que lo había relajado.

—Aprecio grandemente que tuvieras la confianza suficiente para contármelo, Al. En serio —y la inseguridad en la mirada del pelirrojo fue opacada por el brillo de la tranquilidad. No obstante, eso no iba a terminar así—Pero si tuviera que aconsejarte algo sería que consideres bien qué es lo que vas a hacer con tu cría que por cierto ¿Cuántos meses-

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⏰ Última actualización: May 01 ⏰

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