𝙽𝚊𝚛𝚛𝚊 ____
???: ¿¿mamá??
Sentí una cómoda cama acolchada, olía a una linda fragancia de vainilla y lluvia, sentía que estaba simplemente en el paraíso, incluso podía oír de mis canciones favoritas sonando de fondo, se podría decir que estaba en un sueño.
//ejemplo, ustedes pongan lo que quieran//
Me despertó el sonido de unos lentos y delicados pasos dirigiéndose hacia mí, quería sentarme cuando sentí otro peso diferente al mío sentadose junto a mí, pero una fría mano me detuvo volviendo a tumbarme poniendo su mano en mi pecho desnudo, en ese momento me di cuenta de que no llevaba camiseta, solo el sujetador y unos pantalones cortos.
Al sentir la mano retumbó todo mi cuerpo en un escalofrío, mis ojos todavía se estaban acostumbrando a la poca luz.
???: no te muevas!! Tu herida se puede abrir -dijo una dulce voz que se me estaba haciendo muy familiar-
Alcé mi mano al vacío buscando las mejillas de la persona que estuviese hablándome cuando sentí que tenía al lado mía a una pequeña criatura que se acurrucaba en mi con tristeza, yo apoyé mi mano en su pelaje dándole un pequeño susto al que respondió acariciando su cabeza contra mi mano.
____: Kee Kee?...
???: la reconoces?? Sabía que eras tú!! No estoy loca!!
La chica se levantó de la cama rápidamente y abandonó la habitación dejándome sola en la oscuridad con la bolita de pelo.
____: te he echado de menos amiga mía
Iba a sentarme pero decidí obedecer a la vocecilla que me lo había advertido, sobre todo porque intenté tumbarme de lado pero sentí una apuñalada en el costado de mi abdomen.
Después de unos minutos escuché pasos nuevos, diferentes, unos pasos que pude reconocer, se movían nerviosos pero con precaución, lentamente escuché como rechinaba la puerta dándole paso a esa persona.
???: ____!! -por su voz entre cortada noté que estaba sollozando-
???: y Kee Kee!!
____: Gabriel?...
Gabriel: no debí haberte dejado ir, debería haber ido contigo, ese maldito infeliz te ha hecho esto!! Esto va a ser más difícil de curar que un ala!!
____: no me digas eso... -dije con la poca voz que tenía-
Gabriel: vamos a abrir un poco la ventana que no se ve una mierda
De la nada una oleada de luz me golpeó directamente contra los ojos dejándome ciega.
Gabriel: estás roja... No me digas que encima te has puesto mala??
