Síndrome de abstinencia

Capítulo 6

Como aquella vez, antes de que Wookyung pudiera digerir lo que estaba pasando, Minho era quien tomaba dominio sobre sus bocas entrelazándose con deseo. Este último pudo aprender a aguantar más la respiración comparándolo con la primera vez en la que se besaron. Lo cual prolongó más su beso en un tiempo suficiente en la que sus cuerpos se calentaran en erotismo y necesidad por consumarse.

Pero para Wookyung, aquel paraíso de amor en la que su hyung era quien se entregaba a su merced con total bienvenida a su cuerpo, era más bien correlación y causalidad del primer evento que marcaría para siempre su concepto de excitarse del sufrimiento ajeno: su intento de suicidio. 

Si de nuevo, aún con sus sospechas en ese entonces de su hyung queriéndose hacer daño, pensaba más con la polla que con la cabeza al dejarse llevar de nuevo ante tal seducción de su persona más deseada, esta vez sí podría perderla para siempre, si es que los tiempos no volvían a estar a su favor. 

—¡Hyung, aguarda! —Lo expulsó de su boca con arrebato. Aquella unión rota se sintió como arrancar un roble de raíz. Todavía se trazaba bajo sus labios un camino trasparente—. T-t-tú... no... no vas a volver a engañarme... No. ¡¡No voy a dejarte morir!! —Le gritó mientras le sostenía de los hombros.

Minho no sabría reconocer si aquella primera vez con iniciativa suya fue una mera treta o no. En ese momento solo quería callarle el hocico un rato. Por lo que rodó los ojos ante el rechazo.

—No te entiendo, ¿qué no es esto lo que querías? —cuestionó Minho con la mirada perdida, su cuerpo abstinente necesitaba placer de una u otra manera.

—Te quiero a mi lado, hyung, para siempre —respondió Wookyung al borde de las lágrimas y con la barbilla desencajada ante el recuerdo de ese dolor—. ¿Eso es tan difícil de entender?

—Y tal parece que tú nunca entiendes que quiero que me dejes en paz. 

Sus rechazos tan afilados siempre le destrozaban el corazón tanto como la primera vez. Era doloroso encararse con la verdad, su hyung nunca podría amarlo. Y esa era la única forma de comprender que Minho nunca lo desearía a no ser que quisiera conseguir algo por detrás.

—Hyung, s-solo —balbuceó aguantándose las ganas de llorar—, solo toma tu remedio ¿sí? Saldré un rato después y te dejaré tranquilo, lo prometo.

Minho vio de soslayo el medicamento que tenía Wookyung entre sus dedos. Una leve curvatura entre sus labios se levantó y sin quitarle los ojos de encima, Minho tomó dicha pastillas con su lengua, para después saborear los dedos del menos como si de una paleta se tratase... o de algo más carnoso y caliente.

Hizo un fuerte ruido al momento de tragarse la medicación, y el exceso de saliva en su boca la saboreó con la lengua en suaves lamidas, como si simulara probar algo más espeso y blanquecino.

Wookyung por otra parte se encontraba tan rojo como tomate. La excitación así como la confusión hacían un desastre su cabeza. Por lo que en medio del shock, un suave empuje por parte del mayor, lo hizo caer casi al borde de la cama.

—Qué extraña forma de decir que quieres hacerme de rogar —pronunció Minho de nuevo proclamando la cima.

Sin pavor alguno, le desbotonó la camisa negra que llevaba puesta el menor y con la lengua empezó a lamer su cuerpo para deslizarse hacia abajo un camino hasta el centro de su pecho y probarlo.

El contrario gimió con resentimiento, viéndose de nuevo en un mareo mental en la que debía superar su propio lívido para asegurarse de que Minho no volviera a cometer una locura.

Pero en sí, su hyung ya la estaba haciendo. Estaba completamente fuera de sí. Cada palabra y cada acción que realizaba era ajena a su voluntad típica, era la adicción y la carencia de dosis expresándose por él. Una persona con evidente adicción física podría sucumbir ante lo más hondo de su moral y orgullo con tal de obtener la fuente de aquella infame medicina que ya no los hacía sentir bien, si no solo no sucumbir ante la cruel abstinencia.

Minho poco después de aplicar lo aprendido por su violador, empezó a desabrochar la cremallera del menor para estimular primero con sus manos aquel miembro titubeante, clave en romper toda la razón y cordura que le quedaban a Wookyung para mantenerse firme en no hacerlo, por el bienestar de su hyung.

—Tal vez —sugirió Minho fuera por completo de sí—, sea mejor si soy yo quien te haga rogar esta noche. 

Sin quitarse los pantalones, el mayor acomodó las piernas entre las del contrario y empezó a sobarlas con toda la evidente obscenidad que ello significaba. 

—Hay que hacer un acuerdo —continuó hablando—. Ya sabes lo que quiero, aparte de lo que tienes allí.

En ese momento, el raciocinio de Wookyung pereció absolutamente, dispuesto a montar a Minho, empujándolo de la cama para reclamar él mismo la cima. Mas, antes de que se diera cuenta, la pastilla ya había hecho efecto en su hyung, y con una sonrisa desquiciada de alivio, se quedó dormido de nuevo.

Wookyung hiperventiló con fuerza ante lo que acababa de pasar. Necesitaba recuperar todo el aliento que iba perdiendo ante el delirio sexual en el que estaba cayendo a causa del mayor. 

Las ganas de hacérselo aún dormido seguían latentes, pero en nombre de su creciente amor romántico por él, solo se masturbó colocando sus rodillas entre las caderas del opuesto para que así, la pequeña venganza por seducirlo se resolviera.

Una vez consumido su consuelo con las manos, Wookyung lo abrigó con las sábanas, le limpió el rostro mientras que con la muñeca limpiaba el suyo ante las lágrimas. Sin saber comprender, como llegaron a un punto en el que debían drogar a Minho para que no sufriera un solo instante su compañía.

Simplemente ya era demasiado para arrepentirse, ni siquiera dejarlo libre arreglaría algo porque ya estaba fuera del control de su propio cuerpo. Afuera le iría mucho peor y aún su enamoramiento cada vez más fuerte no permitiría que Minho lo dejase.

Esa sería su condena, su verdadero karma: el haberse enamorado perdidamente de la misma persona que destruyó hasta perderse a sí mismo.

Okok cuando dije lo de los votos fue para que se supiera cuando es que empiezo a subir los caps, no para que se llegara en menos de un día y deba demasiado pronto el sgte XDD el experimento funcionó. 

Tal vez lo normal sería aumentar la cantidad requerida para una siguiente actualización para espaciar días de actu, pero eso tampoco es la idea. NO quiero dar a entender que hago esto solo por las lecturas e.e se hace con todo el amor a la historia. 

En fin, muchas gracias por leer. Apúrenme si quieren con sus precioso votos y comentarios jijiji.