4. illicit affairs

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"Make sure nobody sees you leave
Hood over your head, keep your eyes down

Tell your friends you're out for a run
You'll be flushed when you return"

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El presente...

Ahí estaban ambos, en el mismo lugar donde todo empezó, en su posición favorita y con la persona que ama. Charles estaba recargado en los pectorales desnudos de Carlos mientras veía su teléfono y navegaba en sus redes sociales, yendo y viniendo entre Instagram, facebook y X. Mientras tanto, Carlos estaba jugando con el cabello mojado y rizado de Charles, a él le encantaba que Charles se refugiara en su cuerpo, le hacía sentir amado y deseado. En el aire se podía oler el aroma que ambos desprendían de sus desodorantes, además de que el ambiente en la habitación era caliente haciéndolo parecer un paraíso tropical para ambos.

Al español le gustaban estos momentos en los cuales Charles y él podían compartir, son íntimos y demostraba el cariño que Carlos le tenía al monegasco. Los besos que compartían, los toques ligeros, las mordidas y los moretones que se provocaban por el baile de sus cuerpos, la unión de dos almas a través de un acto que ambos disfrutaban.

Charles no negaba que adoraba tener este tipo de escapes, dónde se daba el lujo de dejar de fingir una relación con una mujer y poder darse a los frutos prohibidos de la tierra, los hombres, y en especial al español que le decía al oído, "Calos", cada que deseaba sentirlo entre su piernas y entre sus glúteos. No podía evitar sentir también adoración por los vellos que Carlos tenía esparcidos por todo su cuerpo.

A Charles le encantaba tener las manos de Carlos en sus glúteos, en su cuello, en su cabello o en su cadera. El cuerpo del español era un maldito lujo para él, casi no conocía hombres que fueran así en la cama como lo hacía Carlos, el adoraba ese Carlos caliente, pero odiaba tener que lidiar después con un Carlos hipnotizado que le daba regalos, besos en el garage, besos cuando no están en la cama, las cenas y comidas, y todo lo que simulará una relación.

La realidad no era la misma en ambas mentes, mientras uno deseaba poder besarle en privado, otro deseaba que el otro no tuviera miedo de ello; uno soñaba con sostener su mano y en un futuro pedir su mano, mientras que el otro solo buscaba escapar de la rutina y tener un campeonato con el equipo de rojo originario de su país. Uno daba muestras de cariño que siempre fueron vistas como "cosas de amigos", el otro le daba los detalles por privado, no quería causarle problemas al otro por sus sentimientos, y más si a quien amaba era el primer piloto.

El español, en ocasiones pensaba que todo era un juego, porque a pesar de tener esos momentos íntimos, Charles mostraba una faceta rara a veces dónde ni lo miraba, lo ignoraba o incluso se olvidaba de él. Lo trataba como una molestia que podía calmar dándole solo premios y lo que deseaba Carlos.

Aunque Carlos, siempre buscaba la manera de colmar la mente de Charles con sus actos. Cómo el coquetear, el hablar con gente que le molestaba, cómo Lando y Checo, y sobre todo el mexicano. Checo era una amenaza para él, no quería que Carlos se fuera con él porque sino perdería su máquina de placer y su escape de realidad, solo cuando estaba deseoso.

Carlos sacó su teléfono del saco que traía, y comenzó a buscar el contacto de su amigo, quería avisarle que todo estaba bien y notificarle sobre la noticia de que ya tenía un novio, y ese novio era Charles.

Tan pronto como empezó a escribir, el monegasco invadió el espacio personal del español, robándole un beso y apretando los grandes pectorales del mismo para marcar su territorio.

I Love You, It's Ruining My Life | CherlosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora