Halia

XXX

Abrí la puerta, sus ojos verdes se encontraron con los míos, entré a su oficina, cerrando la puertas detrás de mí y sin ver, le pongo seguro, él se acomoda los lentes más arriba y se recarga en su silla.

Me senté frente a él nuevamente, es tiempo de que me diga algunas cosas.

-¿Por qué follaste con Mónica?

-Te habías tardado en preguntarlo.

No pude evitar mi cara de asombro, entonces sí me vio, esto me desvía de todo lo que tenía planeado preguntar.

-¿Qué sucede Halia?

-Necesito que me digas por qué.

Simplemente sucedió Halia.

-O sea que eso podría suceder con cualquiera ¿Cierto?

-No son mi tipo.

Mi boca se abrió en asombro, ver este lado descarado de él me hacía sentir que no es tan confiable y que es una persona común, no solo un Dr., que me trata, río un poco.

-¿Por qué me insistías  en que leyera un libro viejo?

Levantó una ceja, como gesto de que ahora sí me pondría atención.

-Porque es un libro que te haría reflexionar sobre la vida, dime ¿Qué te dejó de aprendizaje?

-Vine aquí a yo hacer las preguntas, no tú.

Ríe, su risa es extraña o al menos así lo siento porque pocas veces o ninguna lo he escuchado reír de esta manera.

-Pregúntame, Halia.

-No es una pregunta, pero algo está pasando con una amiga, ella...-hice una pausa para hacerlo más dramático- me traicionó, contó mis secretos.

-Andrea ¿No?

Me di palmadas mentales, era obvio que él conoce a  Andrea y que somos amigas, maldije para mí misma.

-Sí, ella. Y no sé qué hacer, la quiero pero ver que haya hecho me hace sentir que no puedo confiar en nadie.

-Puedes confiar en mí, Halia, lo sabes.

Touche.

-¿Por qué Mónica está aquí?

-Sabes que no puedo hablar de las chicas.

-Ella no es cualquiera, tienes algo con ella y eso cambia todo, solo dime para sentir que confío en alguien que pueda decirme la verdad.

-¿Qué verdad?

-Del por qué una chica como ella, está aquí.

-No puedo hablar de ello, Halia y no intentes manipularme, sabes que puedes confiar en mí pero no romperé una regla solo porque tienes dudas sobre alguien.

-¿Has estado viendo lo que yo veo?

Cambié de tema sabiendo que no nos llevaría a nada estar hablando de algo que no me diría y tendría que saberlo por otra parte.

-No, solo he sabido lo que tú me cuentas después de la sesión.

Algo en sus palabras no me hacía sentir que estaba diciendo la verdad.

Salí de su oficina después de otra sesión dónde vi exactamente lo mismo que la última vez solo que ahora los escritos sobre las paredes eran claros gracias a que entendía el latín ahora, solo había un nombre que no entendí Ajiatk.

El libro negro no lo terminé de leer ya que me había quedado dormida después de leer sobre plantas y remedios para curar malestares físicos, de esa manera lo dejé a un lado y estos días me he estado concentrando en mis clases y en una pequeña libreta comencé a anotar las cosas extrañas que suceden y así de alguna manera tenerlo presente hasta que logre tener una línea de acontecimientos que se relacionan.