5. Rise from the ashes.

276 45 400
                                    

Hi~ Subo este capítulo relativamente tarde porque el día de hoy fue agotador, me dejó drenadisima en muchos sentidos así que mi momento de confort es este, más que el capítulo de hoy es bien suavecito con el AshEiji y nos da mucho contexto sobre Shorter, so, espero que les guste.

¡Gracias por seguir acá!

La primera impresión que tuvo de Ash Lynx fue miedo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La primera impresión que tuvo de Ash Lynx fue miedo.

Sí.

El chico tenía apenas 14 años pero ya era un asesino temido en el reformatorio, andaba con su muñeca constantemente ensangrentada como si quisiera borrar la frase plasmada ahí pero sin importar cuántas veces la mutilara, siempre volvía. Frío. Esa fue la segunda impresión, el chico era realmente insensible, frío e incluso aterrador, por lo que no era extraño que nadie se ansiara relacionar con él a menos que fuera para otra cosa, en su momento pensó que era una puta, él tenía una manera de tratar a los hombres que los seducía, sabía sobrevivir sin duda, ataba ante sus dedos al capo más fuerte y lo manejaba cual títere, por eso le aconsejó prácticamente que se dejara violar, era inevitable, mientras más duro peleara peor se pondría, ambos lo entendían, además, Ash parecía buscar deliberadamente que le hicieran daño y que lo abusaran sin razón.

Pero luego...

¡¿Y tú qué sabes de esto de todas formas?! ¡Tú no tienes idea de la mitad de la mierda por la que he pasado!

Luego Wong entendió que era solo un niño y que si desconfiaba de él es porque fue gentil, ¿qué tanto debieron dañarlo para que asociara la amabilidad con un arma? Como si quisiera llevarse algo de él a cambio, no confiaba en nadie, no lo culpa, lo entrenaron como un sicario al que su maestro nunca le enseñó cómo parar o ser suave con el enemigo, Dino lo quería como un arma, le dio igual cómo Ash se sentía y la misericordia estorbaría, por eso a Shorter le quedó marcado cuando al final de su estadía en el reformatorio Ash lloró, estallando primero en rabia y después en alivio por haber aprendido a parar, ahí Shorter lo entendió.

Ash no quería matar, pero lo obligaron a hacerlo. Ash no quería prostituirse, pero lo obligaron a hacerlo. Ash no quería lastimar a nadie, pero lo obligaron a hacerlo. Ash no quiso herirlo, pero...

Shorter posa su atención en su muñeca vacía.

Y acá están.

—Shorter. —Al menos sigue vivo, piensa por su actitud tan indiferente—. No creí que vendrías.

—¿Entonces para qué me llamaste?

—Debía comprobarlo.

—¿Comprobarlo? —Ríe herido, acomodándose los anteojos sobre el puente de la nariz—. Casi lo haces sonar como si fuera una prueba.

—¿Tendría algo de malo que fuera una? —Ash es defensivo—. Tal vez lo es.

—Siempre eres así. —Suspira metiendo las manos en los bolsillos de sus jeans, tuvo que entrar hasta la mansión de Golzine con una excusa pobre y patética que hará que pronto lo corran así que debe aprovechar—. ¿Por qué no puedes ser franco contigo mismo y admitir que estás feliz?

Maybe my soulmate died.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora