─ "Moriría por ti."
─ "¿Realmente lo harías, cariño?"
─ "Si, porque te amo con locura."
ADAPTACIÓN
--Historia original de wattpad.
⸎ Blood red lips (by: ecvlipz)
└ Contenido +18
↳ Hanbin: Top // Hao: Bottom
•• [Capítulos en emisión]
Algo despertó a Hao en medio de la noche, un sonido tan pequeño e insignificante que estuvo en silencio otra vez cuando abrió los ojos parpadeando aún sin levantarse.
En cualquier otra noche, se daría la vuelta y se volvería a dormir, pero la última vez que ignoró los ruidos en la noche resultó ser que estaban matando a alguien a sangre fría. Hao se incorporó rápido, repentinamente despierto y con una extraña sensación de pavor que retumbaba en su pecho.
Cuando miró hacia los pies de su cama y vio la figura sentada allí, el delgado abrigo, las cortinas de pelo negro y los orbes profundamente afilados sobre él, en realidad creía que todavía estaba soñando. No, él rogaba que fuera una jodida pesadilla.
Pero cuando cerró los ojos, contó hacia atrás desde diez y los volvió a abrir, él seguía ahí, mirándolo.
El terror se apoderó de Hao, quien pudo sentir el grito creciendo dentro de su pecho, para luego sentir como el joven azabache se llevaba un dedo a los labios en un gesto silenciado, congelándose, apretando los puños sobre sus sábanas con su espalda pegada a la cabeza de la cama en un patético intento de alejarse de él tanto como pueda.
Se sentía como una presa justo en el camino de un depredador, y con esos ojos oscuros mirándolo directamente, de repente no podía hacer ni un solo ruido.
─ No grites. ─decía en voz baja.─ No te haré daño. Si cooperas.
¡¿Cooperar?! La mente de Hao se revolvió tratando de pensar en lo que podría querer decir.
─ ¿Cuál es tu nombre? ─él simplemente negaba minuciosamente, incapaz de hablar y tampoco dispuesto a responder.─ Lo que sea, ya lo sé. Mi nombre es Hanbin, por cierto. Encantado de volver a verte, Hao. ─el mencionado sentía que el aliento abandonaba su cuerpo.
─ ¿Cómo-?
─ Tomaste un largo camino hacia el trabajo, ya sabes. ─lo interrumpió.─ Podrías cambiar fácilmente de autobús y ahorrarte unos buenos diez minutos. ─al ver la mirada en el rostro de Hao, el chico prosiguió.─ Sí, te seguí al trabajo. Y también te vi marcharte con tu estúpido amigo policía. ─era esa pura autoconservación lo que hizo que Hao explotara.
─ ¡No les dije nada! Dije que no vi a nadie, que no vi nada y que no hay cámaras. ¡No dije nada, lo juro! ─Hanbin solo miró fijamente a los ojos del contrario, que rápidamente se llenaron de lágrimas.
─ Está bien, te creo. Pero esa no es realmente la razón por la que estoy aquí.
─ ¿Qué? ─susurró. Hanbin se detuvo en silencio por un momento, nadando profundamente en sus pensamientos.
