Capitulo Tres: "Tócame, Freen"

9.1K 503 58
                                    

Una expresión de desconcierto se mantuvo en mi rostro mientras observaba a Becky. Me preguntaba por qué tenía curiosidad acerca de eso. A pesar de no entender su interés, decidí que no importaba. Si quería saberlo, estaría dispuesta a responderle sin ningun problema.

Freen: (Sonrió) Sucedió cuando tenía 18 años. Estaba de vacaciones en Inglaterra con mi familia antes de comenzar el primer año en la universidad. Conocí a una chica encantadora llamada Faye y... eso es todo lo que puedo decirte.
Becky: ¡Oh! Bueno, está bien.
Freen: ¿Por qué querías saberlo?.
Becky: Por nada, solo tenía curiosidad de preguntarte.
Freen: Ah, entiendo. Entonces, terminemos de desayunar porque tengo que irme al trabajo.
Becky: ¡De acuerdo!.

Me pareció un poco extraño que Becky quisiera saber sobre eso, pero no le di mucha importancia. Sin embargo, hablar de Faye me trajo una sonrisa al rostro. Ella era cuatro años mayor que yo y no tenía miedo de expresar su sexualidad. Además, debo admitir que el sexo que tuvimos fue fenomenal. Aunque para ser sincera, cualquier tipo de experiencia sexual habría sido fenomenal para mí a los dieciocho años.

Después de terminar el desayuno, me despedí de Becky y salí de casa para dirigirme al trabajo.

Unas horas despues...

Me encontraba en la oficina frente a la computadora, ocupada con algunas tareas. Sin embargo, no podía concentrarme y mi estado de ánimo no era el mejor. La razón de esto es que no dejaba de pensar en lo que sucedió la noche anterior con Becky. No debería haberla presionado. Aunque disfruté del placer en ese momento, ahora me sentía culpable.

Esta culpa ha estado afectando mi ánimo durante todo el día. Me sentía como una completa idiota. No suelo arrepentirme o sentir desprecio por mis propias acciones y es por eso que he estado distraída y de mal humor todo el día. Gritandole órdenes a mi asistente, ignorando a mis clientes y saltandome la mayoría de las juntas.

Lo extraño es que no me arrepiento de haberla comprado. Ese cerdo en la subasta, se la hubiera llevado a su casa si yo no lo hubiera hecho. Y ni siquiera quiero pensar en las cosas enfermas que ese bastardo tenía planeado para ella. Ese día lo escuché presumiendo sobre su "cuarto de juegos" antes de empezar con la subasta... Una chica tan buena y pura como Becky no hubiera durado ni un día con él. Por ahora, todo era perfecto con ella. Pero mi casa estába llena de recuerdos sobre el error más grande de mi vida adulta: Nita.

Solo pensar en ella me trae un mal sabor de boca. Necesito pensar en Becky, no en esa perra. Solo porque la compré, no significa que pueda poseerla con cada pensamiento que tenga. Dios, me sentía mal al darme cuenta de que eso es lo que he estado haciendo... Sé perfectamente lo que es que destruyan y te quiten tu sentido de confianza y bienestar... y yo no quería ser responsable de quitarle a Becky algo que no está dispuesta a dar... Cuando hagamos algo, y si lo hacemos, será porque ella lo quiso. Mierda, abstenerse sería más difícil de lo que pensé.

Han pasado unos días desde que llegué aquí y es agradable volver a retomar una actividad familiar y cotidiana como salir a trotar. A pesar del calor, me sentí bien al mover mi cuerpo.

Mientras trotaba, mi mente divagaba en Freen, como ha estado sucediendo últimamente. Incluso si no entiendo a esa mujer, ni sus razones para traerme aquí, aprecio su inesperada generosidad hacia mí. Mi situación actual podría ser mucho peor, así que estoy agradecida por eso y por el dinero que me ha proporcionado. Gracias a eso, mi madre tiene una oportunidad de luchar por su vida.

Después de trotar durante un buen rato, decidí regresar a casa. Al llegar, me di cuenta de que Engfa salía de adentro. Me sorprendió verla por aquí a esta hora. Por lo general, viene por las mañanas, verifica el trabajo del personal de la casa, y luego se va a hacer lo que sea que ella haga por Freen. Permanecí parada allí hasta que la vi irse. Luego entré a la casa y fui directamente a la cocina para servirme un poco de agua y refrescarme. Sentía la necesidad de hidratarme después de mi trote y el calor que había experimentado.

Tengo Ganas De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora