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Sentía la cara ardiendo, además no podía dejar de reír mientras corría con todas su fuerzas tomando de la mano a Noemí.

- Rápido, rápido Tete - Dijo ella entre risas

- No... - Jadeó - No pu-puedo más

Enteraron rápidamente a casa y se dirigieron a su habitación

- ¡Estoy en casa! - Gritó cuando subían las escaleras

Cuando al fin estuvieron en su cuarto, Noemí se desplomó en el piso y él se recargó contra la puerta.

Su corazón golpeaba su pecho con fuerza y su respiración era irregular - Me voy a... - Jadeó - Morir

Su amiga solo se rió más fuerte desde el piso - Pero fue divertidísimo, ahora prepararemos esta cosa - Agitó una de las bolsa de compras que llevaban

Taehyung puso el seguro en la puerta y se acostó en su cama y Noemí se le unió luego, vacío todo el contenido de las bolsas y él no pudo evitar sonrojarse hasta el dedo pequeño de su pie.

- Feliz cumpleaños Jimincito - Canturreo su amiga mientras esparcía en la cama los sobres de lubricante y condones que habían comprado

- ¿E-era necesario comprar todo esto? - Preguntó. Mierda sentía la cara en llamas, muy seguramente tenía el rostro rojo

- ¡Claro! - Restó importancia con un movimiento de su mano - Mi bebé ha querido conseguir esto desde hace años - Sacó el libro de su mochila - Sabes lo significativo que es para él y no quiero hacer esto tan sentimental

- ¿Así que q-ue le darás un montón de co-condones y lubricantes? - Fácilmente había cien de cada uno

Ella se rió - Si, será dos en uno - Acomodó el libro en una linda cajita de regalo - El libro llenará el hueco de su corazón y con esto, el hueco de su tra...

- ¡Mimí! - Se tapó el rostro con las manos.

Mierda. ¿Qué le pasaba? No es que fuera alguien particularmente tímido con esos temas; Su madre siempre le había hablado libremente sobre sexualidad y métodos anticonceptivos y cuándo le confesó que le gustaban los chicos, ella simplemente agregó el tema del sexo anal a la lista.

Tomó uno de los sobres que tenían una fresa dibujada en el empaque y tragó saliva, sabía todo sobre cómo usarlos pero tener uno real en la mano era distinto.

- ¡Cachorro! - Ambos dieron un salto al oír el grito de su madre - Jimin está aquí

- Mierda, mierda - Noemí se rió mientras ocultaba todo bajo las mantas

- Rápido - Tomó algunos y los metió en el cajón de su mesita de noche

- ¿Por qué está cerrada la puerta? - Jimin golpeó la puerta - ¿Están reviviendo viejos tiempos? - Una vez más golpeó la puerta - Más vale que abran ahora

- Ya está - Dijo cuando no quedó ningún sobrecito a la vista

- Hola, Jimincito - Saludó Noemí cuando abrió la puerta

- Hola, bruja - Respondió pasando de largo - ¿Qué le estabas haciendo a mi Tete? - Se acercó a él y lo abrazó

- ¿De que hablas, idiota?

- No lo sé ¿Por que está todo rojito?

- No estoy rojo, Chim

- ¡Oh, vaya! Un tomatito que habla - Se rió y lo abrazó más fuerte haciéndolos caer a ambos en la cama

- ¡Basta! - Se quejó, pero al mismo tiempo disfrutando del abrazo

- Oye - Jimin se apartó un poco y lo miró - ¿Qué es eso de Chim?

Siempre has sido tú | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora