CAPITULO XI

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Lo que sabía de él, que era un machista, que era flojo, y que era muy inteligente. También que era un llorón, cosa que en realidad le gustaba, no era de esos que acumulaban lo malo en su interior, pero todo eso sobraba. Ambos sabían que no era casualidad que les haya tocado el otro. Ella recordaba haber tomado un papel rosa, por lo tanto, el juego había sido truqueado y Shikamaru no escondía la satisfacción que sentía al hacer equipo con ella, al menos no del todo, entonces él había tenido algo que ver.

¿Qué debería ordenarte pequeño llorón?

Ya vas a empezar, que fastidio.

Y ¿Por qué no te veo fastidiado?

Shikamaru sonrió y la regresó a ver — Digamos que se lo que me vas a pedir.

¿Ah sí? Y eso ¿es?

Vas a querer que cumpla tus caprichos de mujer, dulces, flores, y apuesto a que me pedirás que haga cosas de mujer, quieres que cocine, o que lave tu ropa, tal vez me pongas a limpiar tu departamento.

Quiero dango, rápido.

Shikamaru solo volteo los ojos antes de desaparecer en busca de esos dulces.

Eso estaba siendo mucho más fácil de lo que ella creía, y seguro había una trampa, aun así, lo haría sufrir por querer jugar con ella.

Shikamaru llegó en un instante — no querrás que los coma en la calle, cierto, consigue algo donde pueda sentarme, bajo la sombra de un árbol y cerca de un rio, también quiero que consigas unas gafas de sol y después se me antojara una bebida helada, pero eso hasta que haya terminado mi dango, cosa que no puedo hacer si no te apuras ¿no querrás gastar todas las tres horas en una labor tan fácil? así que muévete.

Shikamaru inhaló muy profundo para darse paciencia. En su casa tenía un camastro, lo difícil serían las gafas de sol a esa hora, aunque podría pedirle un par a Shino, si le llevaba solo el camastro seguro diría que era muy incómodo, por lo tanto también tenía que conseguir algo lo suficientemente mullido para que no se quejara, y en realidad algo le decía que eso de una bebida fría al final no lo querría, estaban iniciando primavera la temperatura no había subido demasiado aun y cerca de un rio, pero mujeres, en su lugar llevaría una bebida caliente en un termo para ahorrar tiempo y una manta porque en una hora bajaría mas la temperatura y se quejaría del frio.

Así que se apresuró a la cocina, puso a calentar agua mientras buscaba todo lo necesario para poder meterlo en algunos pergaminos y transportarlos. Cuando el agua estuvo caliente la puso en un termo, empacó tee y por si acaso lo único de café que había en su casa, nadie tomaba café, pero seguro ella lo querría para hacerlo sufrir y con ello también querría leche y azúcar, él empacó todo lo que ella pudiera pedir y los ordenó en diferentes pergaminos.

Puso el camastro cerca del rio y fue por ella.

Listo.

Llévame no quiero caminar.

Shikamaru se puso en cuclillas frete a ella para llevarla en su espalda. Se tomó su tiempo, no se apresuró y Temari tampoco lo exigió. Al final de cuantas los dos habían cedido, y era por algo. Tardaron alrededor de 20 minutos para llegar hasta el rio, veinte minutos donde él pudo sentir el cuerpo de Temari pegado al suyo, y ella disfrutaba del calor de Shikamaru. Ella no iba agarrada buscando seguridad, ella literalmente lo iba abrazando con una suavidad inconfundible, deseaba eso y él lo sabía.

Cuando llegaron Temari se acostó en el camastro y fue claro que no estaba complacida — muy duro — y lo miró con reproche.

Shikamaru solo sonrió, con un pergamino y algunos movimientos de mano sacó una colchoneta que puso sobre el camastro. Y como él lo había previsto Temari quiso su bebida caliente, por lo que procedió a hacerle un té — no, no, yo prefiero café — junto como él lo pensó — con leche — Temari casi saca humo de sus orejas cuando vio que tenía leche y azúcar, y sobre todo cuando el se burlaba de lo predecible que era.

Estaba molesta, se acomodó en el camastro, se puso los lentes y se tomó su bebida, el hizo lo propio sentándose sobre el suelo a lado de ella con una taza de te caliente en las manos, el si disfrutaba de un momento tranquilo.

Minutos mas tardes la temperatura empezó a bajar más y más. Temari estiró la mano en dirección de Shikamaru sin decir palabra.

¿Qué?

La manta — si había adivinado lo de la colchoneta, y lo de la bebida caliente, era obvio que también adivinaría lo del frio.

Ya no sabía que mas hacer, en un principio lo iba a poner a abanicarle el calor, pero no hacia calor, también pediría algunas bebidas frías y alguna botana. Pero ahora estaba molesta, y ya no podía pensar mucho.

Masajea mis pies

Eso no lo había previsto Shikamaru, se puso justo a los pies del camastro y le quitó las sandalias ninjas. No estaban sucios como tal, pero definitivamente tenían polvo al ser calzado abierto, y la regresó a ver.

Temari enrojeció — lávalos con agua tibia, y después los secas y después quiero mi masaje.

Shikamaru rodó los ojos con fastidio ¿a quien se le ocurría ordenar semejante cosa? como fuera le quedaba un poco del agua caliente que había puesto en el termo, le agregó agua del rio y le lavó los pies, nunca en su corta vida pensó que haría algo así, no tenía nada con qué secarlo y tampoco tenía ganas ir hasta su casa por una toalla así que se quito su chamarra y con eso le seco los pies.

No sabía que hacer exactamente, era la primera vez que su cabeza no tenía ninguna idea, y por primera vez dejó que su instinto lo guiaran, seguro sería igual que cuando se quitaba sus botas después de una larga misión. Apretó uno de los pies de Temari con ambas manos y se hizo un incomodo silencio...

¿Ella había gemido?

La regresó a ver solo para encontrarla con las manos cubriéndose la cara, el sonrojo le llegaba gasta el cuello, ella definitivamente había gemido, pero quería verlo. Tomando confianza volvió a apretar el pie de Temari, pero esta vez centrando sus pulgares justo en la curvatura de planta.

¡Ah!

En esta ocasión Temari cubrió su boca en cuanto el sonido escapó de sus labios. Cuando lo miró, Shikamaru la miraba justo a los ojos y no se percató cuando volvió a presionar el punto sensible que acababa de descubrir haciendo que en esta ocasión Temari volviera a gemir y echara su cabeza hacia atrás.

En un acto de autoprotección, Temari dobló sus piernas dejando sus pies fuera del alcance de Shikamaru ¿Qué había sido eso? ¿desde cuando un masaje en los pies se sentía tan bien? Ahora que lo pensaba ella nunca había recibido un masaje en los pies ¿era así de delicioso para todos?

Aún seguía enfrascada en sus pensamientos cuando sus ojos se percataron de como Shikamaru estiraba sus brazos para alcanzar el pie que aún no había recibido sus atenciones e hizo lo mismo que en el anterior, y ella volvió a gemir, pero ahora con el terror dibujado en su hermoso rostro ¿Qué no podía evitarlo?

Definitivamente no podía dejar que él siguiera haciendo eso, se sentía humillada y avergonzada.

Con la cara completamente roja, pero alzada con orgullo, dijo — ya queda una hora, mejor invítame a comer.

Shikamaru le dedicó una sonrisa antes de poner todo lo que había llevado a ese lugar en los pergaminos.

¿Qué te apetece?

"Enterrarme bajo tierra y no salir jamás" — barbacoa.

Durante el camino al restaurante Temari no podía sacar de su cabeza lo vivido, la reacción de su cuerpo le atemorizaba, el placer ya no se sentía solo en los pies ¿Qué le estaba pasando?

Por otro lado, Shikamaru solo podía pensar en una cosa...

Necesitaba un aceite o loción, y ya sabía dónde conseguirlo.

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TARDE PERO SEGURO XD

El "hubiera" no existe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora