Tío Peter [sterek]

Stickers

   En la oficina de Stiles, en la mansión, Peter Hale está sentado en la silla detrás del escritorio, con dos pequeños traviesos sentados sobre el escritorio.

—¿Te gustan los autos, tío Peter? —uno pregunta, sacando de la hoja en su mano, un sticker de auto.

—Me gustan. —Peter asiente, haciendo sonreír a Miguel, quien se acerca para pegar el pequeño auto en su frente.

—¿Te gustan también las flores? —Jack, al lado de su hermano, tiene un sticker de un girasol en la punta de los dedos.

—Me gustan mucho —Peter sonríe como si hubiera perdido una batalla. Y es que, bueno, así había sido.

Los gemelos habían estado bien con él las primeras dos horas de la mañana, pero luego comenzaron a sentir la ausencia de Stiles, haciendo un escándalo porque querían a mamá. Pero mamá estaba ocupado con un asunto del trabajo, teniendo que asesinar algunas malas personas en una redada donde habían necesitado su ingenio para hacer planes.

Usualmente Stiles trabaja para el área de inteligencia del FBI, yendo pocas veces a Washington a menos que su presencia fuera completamente necesaria, como en esa ocasión. Tomaría unos días, por lo que Peter había sido obligado a ayudar a su sobrino con sus cinco cachorros revoltosos.

En ese momento sólo se encontraba con los gemelos, a quienes había distraído con pegatinas encontradas en la oficina de Stiles, permitiendo que hicieran un pequeño desastre controlado, pegando caritas sonrientes, flores, diseños de autos y corazones por todo su cuerpo. Luego comenzaron a pegarlas en él, por lo que ahora los tres estaban llenos de ellas. Sin embargo, la única preocupación de Peter era: «¿Qué haría cuando los stickers se acabarán?»

Recibiendo una llamada, Peter deja de lado su propia hoja con pegatinas, tomando su celular para contestar a Derek, quien pregunta por sus hijos.

—Calma, cosa uno y cosa dos están siendo bastante encantadores. —informa, llevando la mano a uno de los gemelos, evitando que se meta a la boca un sticker con forma de flor.

—No le digas así a mis hijos. —Derek gruñe del otro lado de la línea, Peter puede imaginarse su ceño fruncido. —Buscaré a los chicos luego de sus clases extra e iremos directo a casa. ¿Te quedarás a cenar?

—¿Me estas invitando? —Peter le molesta en un tono halagador. —No lo sé, tengo tanto por hacer además de cuidar a tus mocosos.

—Has lo que quieras. —Derek cuelga al segundo siguiente, lo que hace reír a Peter. Su sobrino no cambiaba nunca. Por supuesto que se quedaría a cenar, estaba contento por esa invitación aunque no lo admitiera.

—¿Era papi? —Miguel pregunta con curiosidad, pegando un sticker de perrito en el cachete de su hermano, quien le pega uno de corazón en la nariz.

—Así es.

—¿Ya viene a casa? —es Jack quien pregunta ahora. —¿Con mami?

—Con tus hermanos. —Peter espera que eso sea suficiente, pero no lo es. Jack de inmediato parece inconforme, dispuesto a discutir.

—Pero-

—Stiles está ocupado, vendrá cuando termine. Mientras, podemos aprovechar eso para seguir jugando con esto. —toma la hoja ya casi sin pegatinas, tomando una carita triste para pegarla en la frente de Jack, sobre las demás. Consigue una mala mirada del pequeño, iniciando una competencia.

Es así como los consigue Chris, quien también había sido invitado a cenar, adelantándose sabiendo que Peter estaba en la mansión.

—¿Qué haces? —pregunta al adulto con la cara llena de sticker coloridos, observando luego a los dos niños que no se veían mejor que él.

—Me obligaron. —Peter desvía la mirada de Jack para ver a Chris, a quien había sentido llegar.

—Por supuesto. —el cazador se acerca al hombre lobo, saludando a los niños antes de mover la silla en la que estaba Peter, para girarlo en su dirección e inclinarse para besarlo, queriendo reírse cuando observa de cerna el rostro lleno de pegatinas.

—Ayudo a Derek, rogó para que lo hiciera. —Peter dice luego de que Chris se recueste del escritorio, comenzando a ser llenado también con stickers, con Miguel y Jack pegandolos en sus brazos.

—Él mencionó algo diferente. —ignorando a los niños, Chris alza una ceja en dirección a Peter.

Bueno, quizás Peter no hubiera sido la primera elección, pero había logrado convencer a Derek de que no habría nadie mejor que él para cuidar a sus sobrinos. Además, los adoraba, era divertido cuidar de ellos, nunca se aburría con sus ocurrencias.

—¿Te quedas para la cena? —Peter pregunta, levantándose de la silla para tomar a Miguel en sus brazos.

—Derek me invitó. —Chris toma a Jack, quien no protesta en absoluto, acostumbrado a la presencia de Chris. —¿No deberías comenzar a quitarles todo esto antes de que Derek llegue? —Argent dice tomando un sticker de la nariz de Jack, quien protesta.

—No. —Peter responde con simpleza, saliendo de la oficina. —¿No les gustaría que papi viera lo lindo que han quedado?

—¡Si! —celebran ambos niños.

Y cuando Derek llega, si que se ve sorprendido, sonriendo a sus niños para luego darle una mirada molesta a Peter.