Vidas paralelas

VIDAS PARALELAS Parte 2

**Capítulo 1: "Nuevos Horizontes"**

El sonido del despertador rompió el silencio de la habitación, una melodía persistente que arrastró a Sofía desde los brazos del sueño hasta la fría realidad del amanecer. Con los ojos aún pesados por el descanso, se estiró para apagar el ruido y se sentó en la cama, dejando que la realidad del nuevo día se asentara en su mente.

Se levantó y caminó hacia la ventana, deslizando las cortinas para revelar el paisaje invernal de Seúl. La nieve cubría los tejados y las calles, un manto blanco que se extendía hasta donde alcanzaba la vista, manchado aquí y allá por la contaminación que teñía el cielo de un gris pálido. A lo lejos, las luces de la ciudad parpadeaban, luchando contra la oscuridad del amanecer.

La radio coreana, que había dejado encendida la noche anterior, llenaba la habitación con el sonido de canciones en un idioma que ahora le resultaba familiar. Diez años habían pasado desde aquel último encuentro con Alejandro, y tres desde que había hecho de Corea su hogar.

Con un suspiro, Sofía se dirigió al baño para lavarse los dientes y prepararse para el día. Al salir, se encontró de frente con Raj, el novio de su compañera de piso, Kim. Raj, vestido solo en pijama, le ofreció una sonrisa somnolienta mientras pasaba por su lado.

En la cocina, el aroma del desayuno coreano llenaba el aire. Kim estaba ya allí, preparando platos tradicionales que prometían un festín de sabores. Los tres se sentaron a desayunar, charlando en una mezcla de coreano y español, idiomas que ahora fluían de Sofía con la misma facilidad que su lengua materna.

"Está llegando al final tu pasantía, Sofía", comentó Kim mientras pasaba una taza de té caliente. "¿Cómo te sientes? ¿Y tu tesis de ingeniería química?"

Sofía masticó su respuesta, pensativa. "Estoy nerviosa", admitió. "Pero emocionada por las posibilidades. Estamos cerca de un avance con el virus que estamos estudiando."

Salieron del departamento, abrigándose contra el frío, y caminaron hacia el metro. La conversación fluyó naturalmente, girando en torno a los planes futuros y las expectativas.

Al llegar a la oficina, fueron recibidos por una sorpresa: sus compañeros coreanos habían preparado una fiesta de despedida para Sofía. "¡Sorpresa!" exclamaron en español, presentando una torta y una variedad de dulces coreanos. Sofía se sonrojó con la atención, tocada por el gesto.

La fiesta fue un éxito, y sus jefes la felicitaron por su arduo trabajo. Al final del día, mientras volvían a casa, Kim planteó la pregunta que había estado rondando en la mente de Sofía.

"¿Qué vas a hacer ahora?"

"No lo sé", respondió Sofía, honesta. "No quiero volver a mi país."

"¿No extrañas a tu familia?"

"No, desde que papá se fue, nada es igual."

Kim asintió, comprendiendo. "Entonces, ¿por qué no buscas una editorial para tu novela de ciencia ficción?"

Sofía se rió ante la idea. "Ni loca, me da vergüenza. Además, no es el estilo que buscan."

"Pero yo la leí, está perfecta", insistió Kim. "Aquí en Corea no tienes posibilidades porque no publican obras en español, pero en tu país, seguramente que sí."

Convincente y decidida, Kim logró arrastrar a Sofía en un frenesí de emoción. Juntas, subieron la obra a una plataforma de editoriales y esperaron.

Pasaron los días, y finalmente, la respuesta llegó: una editorial estaba interesada en "En Mi Tiempo Tú". Sofía no podía creerlo. ¿Sería este el comienzo de una nueva etapa en su vida?