Capítulo 43

21.6K 1K 64
                                    

Matteo Anderson

Hoy fue un día increíble no corrección fue un día perfecto, tanto mis niños como mi preciosa mujer estaban muy felices.

Desde a que comience a convivir con ellos y para siempre daré mis segundos, minutos, horas y mi vida entera por hacerlos felices para que esos ojos brillen de la manera que lo hicieron hoy y sus sonrisas no dejen esos bellos rostros.

Tenerlos en el departamento que llamo hogar, en nuestro hogar hizo que tanto mi alma y como todo mi ser estuviera completo, nada me faltaba para ser feliz porque ya lo tenía todo junto a mí.

Verlos en su habitación que ame preparar, en sus camitas era maravilloso, no solo tendrán una habitación aquí en Londres también les prepararé su dormitorio, pero conservaré esa habitación con cunas porque estoy seguro de que volveremos a ser padres.

La volveré a verla con esa pancita tan gorda, con esas curvas perfectas, con vida dentro de ella que llegaran a esta familia que formamos.

Y para que decir tener a mi mujer en nuestra habitación, en nuestra cama y poder estar entre sus piernas fue un bono extra en mi día, pero debo decir que mi mujer es muy especial e inoportuna, cuando le estaba devorando esas deliciosas tetas salió con aquello.

No voy a mentir tenía miedo de decirles la verdad, pero ver sus ojos con ese brillo, llenos de esperanza y entusiasmo me dieron la valentía que necesitaba, ya era tiempo de decirles a nuestros hijos quien era, pero quería que fuera único y especial por eso le pedí dos días para preparar todo.

El día siguiente les había prometido ir a jugar y pasar tiempo con ellos, pero recibí una llamada del socio de los clubes y eso me tuvo ocupado un día entero y el segundo día lo ocupé para preparar la sorpresa, cuando cayó la noche no me había dado cuenta de que no le había hablado durante todo ese tiempo, pero cuando recibí un mensaje de ella me alarmo por lo que me moví rápidamente al apartamento de al frente de ellos.

Me desperté temprano, me vestí de Superman, tome la bolsa llena de juguetes y el carro con los múltiples postres, todo el tiempo que he pasado con ellos he estado al tanto de todo y conozco cada mínimo detalle de ellos.

Respire 3 veces y me mentalice con lo que pasaría, ya no sería el odioso entrometido ahora sería su padre o eso espero.

Cuando estaba listo toque el timbre y los minutos que pasaron se hicieron eternos hasta que abrieron la puerta.

Los miré y sentí lo mismo de aquella vez que los vi por primera vez a pesar de conocerlos tan perfectamente, era un sentimiento más fuerte y único.

Sé que Bianca les dijo quién era antes de tocar el timbre y eso me tenía un poco ansioso, nadie dijo una sola palabra y solo nos quedamos mirando hasta que veo como salen corriendo, haciendo que un frío recorra mi cuerpo.

—Bianca —murmuro, pero ella ve por donde se fueron.

—Iré a verlos —dice con un tono de preocupación.

Veo cómo se va y siento que todo se fue en picada.

Mis niños pueden aparentar ser tercos y fuertes como yo, pero son sensibles y esta noticia influirá mucho en ellos.

Los minutos que espero se me vuelven eternos otra vez, ellos no salen y tengo miedo de que la única persona que salga por esa puerta sea Bianca.

Esa opresión en mi pecho se hace presente y mi mente se llena con miles de escenarios donde todos terminan en lo mismo, el distanciamiento.

Ellos ya te pidieron como su papi.

Recuerdo las palabras que dijo Bianca y ese rayito de luz espanta aquellos pensamientos, pero mi cuerpo me juega en contra no dejan de temblar mis piernas.

Eras todo lo que necesitaba [EN PAUSA]Where stories live. Discover now