ⅩⅥ

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(Te) Necesito

Ella estaba dispuesta a ser eso que él necesitaba, porque él lo merecía y ella sentía la necesidad de serlo.

Ya que hace tiempo había aceptado todo lo malo de aquella relación, el cómo cuándo uno necesitaba algo, el otro fingía ser aquello. Pues cualquier manera de tener al otro a su alcance era la mejor ventaja en aquel juego de ceder y no ceder, que prometía por premio una vida juntos que jamás llegaría y aunque lo sabían, en secreto seguían soñando con ello.

Porque aunque fuera una dependencia enfermiza, donde ganaba el egoísmo del otro en los momentos donde dejaban ver cada una de sus heridas, desnudando su alma a los ojos del contrario, ellos ya se habían perdonado para la eternidad y preferían vivir con eso, que sin el sentimiento de propiedad sobre el otro.

Estaban tan acostumbrados a eso, que no podían ver de qué se trataba realmente, sabían distinguir su poder sobre el otro, el cómo eran egoístas y como se llenaban de falsas ilusiones solo por un rato más de gozo. Pero no la magnitud del daño que se hacían, el cual se reflejaba cuando se alejaban y día tras día esperaban con ansias carcomiendo sus entrañas el momento en que volviera a ocurrir aquel juego donde la cordura no era parte de él, tan solo mentes quebrantadas junto con almas en pena, a la espera de un poco de dolor, el cual se habían hecho creer que era amor.

Era un círculo vicioso del cual no querían salir, si, lo habían intentado, pero siempre era el otro el que no cedía y hacía que esa idea se desvaneciera de su mente en tan solo segundos; donde bajaban la guardia y el otro lo tomaba como la ventaja que era para consumir su dolor y hacer que todo pareciera estar bien.

A.

Fragmentos de mi dolor. AWhere stories live. Discover now