#09

293 53 22
                                    

Martes 19/01/24
5:16 PM

Mamá está en casa de mi tía, me preguntó si quería ir después de salir de clases, pero no me gusta dejar tanto tiempo a Jack solo...

Bien, si tuviera que decir algo con respecto al día de hoy... En realidad no pasó mucho.

Cuphead llegó con ojeras a la escuela, se veía algo cansando cuando entró por la puerta y ni siquiera se dió cuenta de que Félix y yo estábamos en el salón.

Fue hasta que se sentó y Félix se dió cuenta de que ellos habían entrado, que fue a saludarlo.

Feel agarra confianza muy rápido, apenas lo vió le preguntó que "qué mierda te pasó".

...

Después de eso Cuphead volteó hacia atrás y me miró... Me sentí algo avergonzado de que me haya atrapado viéndolo tan fijamente.

Me sonrió, débilmente, pero lo hizo. Es increíble cómo a pesar de notarse que no tenía energía, sus ojos seguían teniendo brillo. En menos cantidad, pero lo tenía.

Inconscientemente sonreí un poco y bajé mi mirada de la nada. Fue un movimiento involuntario, que vergüenza, seguro me vi como un tonto...

Cuphead y su hermano también se sentaron junto a nosotros en el almuerzo, parece que ya son parte de nuestro grupo... No me desagrada, ambos son agradables, pero no puedo estar tranquilo teniendo a Cuphead tan cerca mío.

Los chicos comenzaron a hacer muchos chistes con respecto a las ojeras de él, creí que solo Félix era confianzudo, pero todos lo son, exceptuando a Ortensia.

No hay mucho más que decir, tuve que regañar varias veces a Feel en clases para que dejara de estar viendo a Oswald y prestara atención, lo mismo de todos los años.

Sé que estoy hablando mucho de Cuphead, pero fuera de él no pasó nada mucho más interesante hoy.

En el receso él se quedó sentando dibujando mientras los demás hablaban un poco alejados, me dió algo de pena verlo tan cansado y por eso decidí acercarme a él. No sentía voz como para llamarlo por su nombre, así que solo toqué su hombro. Cuándo volteó a verme sentí aún más nervios que cuando venía caminando hacia él.

Saqué fuerzas para preguntar si estaba bien y él me contó que no había dormido bien y que estaba cansando.

En ese momento me di cuenta de que no traía conmigo lo que iba a darle, así que me devolví rápidamente a mi sitio y saqué un chocolate de mi bolso para dárselo a él.

Ni siquiera recuerdo que le dije, pero él aceptó contento el chocolate.

Después de eso me fui a sentar otra vez, sentía que mi corazón se iba a salir de mi pecho solo por tener esa leve interacción con él, además de que me temblaban las piernas a la hora de caminar.

Definitivamente tenerlo cerca no es bueno...

El Diario de Bendy [Bendystraw]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora