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"¡Eh, Danielle, despierta!"

Levanté la cabeza rápidamente, mis ojos me dolían mucho y me costaba levantar mis párpados, nunca me había quedado dormida en clase...

"Mhm... ¿Hanni?" No puedo creer que me quedé dormida en clases, esto nunca me había pasado, ni siquiera tenía sueño cuando comenzó y dormí bastante bien anoche, no sé qué pudo haber pasado.

"Claro, tonta, tienes suerte de que la maestra no te había visto, sabes cómo le molesta que cosas como esta sucedan."

"Claro, claro." ¿Y si se me desacomodó el pelo? ¿O se me corrió el maquillaje? Seguro alguien se está burlando de mí, necesito ver que no esté mal ahora mismo. "Maestra, ¿podría ir al baño, por favor?"

"Claro, pero no se tarde, este tema entrará en el examen."

"Está bien" —Me levanté de mi asiento algo mareada—. Porque me duele tanto la cabeza, seguro algo de lo que comí me cayó mal o algún medicamento. —Corrí hacia el baño y al entrar me vi en el espejo—. Como lo esperaba, estoy horrible, se me desacomodó el pelo y el maquillaje... bueno, trataré de arreglarlo rápidamente.

Mientras me arreglaba, empezó a oler bastante mal y comenzó a salir humo de uno de los cubículos.

"¿Hay alguien ahí?"

El silencio se apoderó del baño.

"¿Hola?" Bueno, supongo que no hay nadie.

Terminé de arreglarme, quedé tan linda y delicada como si nada hubiera pasado, así que me apresuré en volver al salón y tomé asiento de nuevo.

"¡Casi que no llegas, Danielle! ¿Te estabas besando con alguien en los baños?" —dijo con el tono burlón con el que siempre le hablaba a Danielle—.

"Ja, ja, eres muy chistosa, Hanni" —dije sarcásticamente mientras el disgusto se notaba en mi cara—. "Sabes que nunca me he besado con nadie y no me gusta que digas esas cosas de mí, pues pueden escucharte e inventar rumores sobre eso, sabes que no es la primera vez que sucede esto."

"Eres tan amargada, no se puede hacer ni una simple broma contigo, no sé qué te está pasando hoy, pero hasta que no arregles tu actitud, no me hables."

"Pero, Hanni, no te enojes."

Hanni solamente se volteó y comenzó a ignorarme.

Bueno, no es la primera vez que lo hace, pronto se le pasará, pero algo que me tiene confundida es lo que dijo antes, yo tampoco sé qué me está pasando hoy y creo que Hanni no es la única que se ha dado cuenta de que algo me está sucediendo.

Mi cabeza dio mil vueltas en esa clase, estaba pensando muchas cosas y por obvias razones no me concentré en nada de lo que dijo la maestra, tendré que ir a la biblioteca a estudiar este tema.

La clase transcurrió con normalidad y llegó la hora de irnos a nuestras casas.

"Hasta mañana, Hanni, descansa."

No obtuve ninguna respuesta, solo un murmullo y una mala mirada por parte de Hanni. Está claro que no se tomó bien mi reclamo, pero bueno, tengo cosas más importantes que hacer hoy, tomé mi bolso y fui a la biblioteca. Ugh... ni siquiera recuerdo qué materia era esa, necesito preguntarle a alguien.

Miré a mi alrededor, pero solo estaba una chica leyendo algo en una esquina, pero bueno, supongo que no tengo nada que perder con ir a preguntarle.

"Hola, ¿de casualidad, eres del salón B 2?"

"No."

Su respuesta me dio escalofríos, tenía un tono de voz tan frío que seguro su saliva era hielo. "Está bien, ¿cuál es tu nombre?"

"¿Qué es lo que quieres?" —soltó su libro al suelo fuertemente—.

"Solo te pregunté tu nombre, no tienes por qué ser tan grosera. ¿Acaso tus padres no te enseñaron modales?"

—Se levantó con una expresión de enojo muy parecida a la de Hanni—. "Eso es algo que a ti no te importa, y si solo vienes para darme clases de valores, puedes irte por donde viniste."

"Quiero que sepas que eres una mal educada, eso explica por qué estás sola, a nadie le gustaría estar con una amargada y antipática."

—la tomó del brazo bastante fuerte—. "Mira, no permitiré que me hables de esa forma, a no todos nos criaron igual, niña mimada, y si no tengo amigos, me parece que ese no es para nada asunto tuyo, deja de ser tan entrometida."

Esta loca me va a golpear, tengo que hacer algo. "Más te vale que me sueltes, no sabes con quién te estás metiendo, emo rarita."

—la apretó con más fuerza—. "Lo mismo te digo a ti, créeme que no te tengo miedo, flaquita" —me soltó del brazo, agarró su libro y se fue—.

Ugh, ¿quién se cree que es? Solo le pregunté algo y ella se puso como una histérica.

Flavor of loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora