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Clara veía regularmente con Cesare, pero también a Enzo. Estaba jugando a dos puntas, sin elegir a ninguno de los dos. ¿Por qué? Porque Cesare le ofrecía seguridad, mientras que con Enzo no se sabía. El jugador había demostrado que no le importaba estar con otras mujeres mientras se veía con Clara, por lo que ella pensó que podía hacer lo mismo.

Sin embargo, no se sentía cómoda con eso. Tenía que decidir y hacerlo pronto, no podía seguir así.

Clara tenía su decisión lista e iba a informárselas esa noche, luego de una fiesta en un club que el Chelsea había organizado, a la cual Cesare y Cole la habían invitado.

La ropa era elegante, pero tampoco tanto. Así que se compró un vestido caro, se peinó y se maquilló, intentando parecer lo mejor arreglada posible. Debía asistir al lugar por su cuenta, por lo que cerca de la hora se pidió un Uber que la dejo en la fiesta.

Cuando llegó, Cole la recibió con un abrazo y la dirigió adentro, llevándola al VIP del lugar. Sentados en una mesa redonda, estaban Cesare, Enzo y otros más, quienes la observaron, no muy disimuladamente, de arriba a abajo.

— Hola Clari —dijo Cesare, levantándose y acercándose para darle un abrazo a la cocinera.

Ella le devolvió el abrazo, mirando a Enzo por encima de su hombro. El jugador le sonrió y le guiño un ojo, definitivamente haciéndose el coqueto.

Clara se sentía muy sola, pero rápidamente comenzó a integrarse al grupo, hablando de cosas random, en un spanglish por parte de los jugadores, aunque ella les explicó que sabía hablar inglés.

Había otras chicas en el lugar, de las cual Clara rápidamente comenzó a llevarse bien, quienes la arrastraron hasta la barra más cercana para pedir bebidas. La cocinera tomó lo habitual, vodka con soda, este haciéndole efecto más rápido de lo que esperaba.

Con la atenta mirada desde el VIP de Enzo y Cesare, Clara y el resto de las chicas se pusieron a bailar entre sí. La música era aburrida, por lo que la cocinera se movía al son de la música, lento, con las chicas gritando las canciones a todo pulmón.

Clara la estaba pasando realmente bien, no pensaba en explicarle a Cesare el motivo de su decisión, tampoco en Enzo. Era una joven, bailando en un club inglés, borracha, sintiéndose única y bonita.

Con los pies adoloridos, se dirigió nuevamente al VIP, pensando en hablar con el jugador italiano y luego con Enzo, dispuesta a sacarse ese peso de encima de una vez por todas. Pero ninguno de los dos se encontraba ahí.

Intentó buscarlos con la mirada por todo el club, preguntando por ahí si alguien los había visto, pero nadie supo contestarle. Hasta que finalmente una de las chicas le comentó que había visto a varios jugadores subir a la terraza.

Sin dudarlo, comenzó su camino hasta esta, sacando un cigarrillo de su cartera preparada para fumarlo. Pero entonces, camino a la terraza, pudo divisar desde las escaleras a Cesare. El chico tenía a una mujer bailando en su regazo, él con los brazos estirados, y entonces, cuando vio a Clara, tomo a la chica de la cara y le dio un beso, largo y apasionado.

La cocinera se quedó perpleja. Había besado a la mujer solo porque vio que Clara lo miraba. Ahora, mejor que nunca, le pareció buena idea escapar de la situación yendo a fumar.

Llegó finalmente a la terraza, prendiendo el cigarrillo en silencio, sintiéndose pesada y angustiada. Pensó que Cesare no sería esa clase de chico, de los de Enzo, que podía meterse con otras mujeres delante de ella. Pero se había equivocado. Pensó que después de todo, su decisión era la correcta.

Y esa decisión era Enzo, debía encontrarlo cuanto antes.

Un sonido de detrás de ella la asustó, dándose la vuelta rápidamente. Lo que vio le rompió el corazón en mil pedazos, dejando caer el cigarrillo dramáticamente contra el piso.

𝓛𝓪 𝓬𝓸𝓬𝓲𝓷𝓮𝓻𝓪 | ᴇɴᴢᴏ ꜰᴇʀɴᴀɴᴅᴇᴢ | ᴄʜᴇʟꜱᴇᴀ ꜰ.ᴄ. | +18Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang