<<capitulo 3>>

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"My God, I'm so lonely
So I open the window
To hear sounds of people
To hear sounds of people"

MATEO

—¿Te vas ya? Aún no es de día Romeo— dice una chica rubia mientras me coge de las manos, me mira con tristeza y ternura

—Debo partir, ha sido la alondra, que anuncia la mañana y no el ruiseñor-digo yo mirándola con amor y poniendo mi mano en su mejilla sonrojada

—Esa luz no es luz del día, lo sé bien— me responde ella acariciando mi mano y al borde de las lágrimas

—Que me apresen, que me den muerte, lo consentiré si así lo deseas-digo apartándole un mechón de pelo de su cara y preparado para besarla

—Es algún meteoro...que...mmm-dice la chica tartamudeando y rompiendo la tensión creada

—¡Parar!, ¡stop!-grita la directora de la obra mientras nos mira con desaprobación, llevamos 3 horas en esta escena y se está haciendo eterna

—¡Julieta tienes que aprenderte el papel!— regaña esta señora a mi compañera, que parece muy avergonzada

—Lo siento señora, es que he estado muy liada y...-intenta justificarse, pero la directora no la deja terminar, esto es lo que no se ve del teatro

—No me valen excusas, terminemos por hoy porque estoy harta de vosotros, el único que ha valido la pena ha sido Mateo, felicitaciones por cierto— dice la directora mientras me dedica una sonrisa y nos manda a todos a recoger, supongo que esto es lo que tiene dedicar toda tu vida a esto.

Recojo mis cosas del escenario y me dirijo a cambiarme, cuando salga está mi compañera que hace de Julieta hablando y riéndose con sus amigas, supongo que es por eso por lo que está muy liada, vaya ridiculez

Llego a casa y mi madre está en la cocina haciendo la cena, voy a mi habitación, me tumbó en la cama a revisar mis redes sociales, como de costumbre mis fotos están llenas de comentarios y likes de casi todo el instituto, me pongo a contestar algunos mi madre me llama para bajar a cenar, la verdad no tengo ganas, pero no puedo hacer otra cosa.

—¿Qué tal en el instituto, hijo?, ¿has hecho algún nuevo amigo?-inicia la conversación mi madre, le gusta mucho sacar el tema de los amigos, insiste en que debería juntarme con más gente

—No mamá, no necesito más amigos, estoy bien con los que tengo-le respondo sin mirarla a los ojos, ellos ni siquiera son mis amigos, solo se juntan conmigo por mis seguidores, pero no tiene por qué saberlo

—Está bien hijo, ¿y en teatro, qué tal la obra de este año?-vuelve a preguntar con una sonrisa, al igual que yo ella ama el teatro y entiende lo mucho que me apasiona

—Perfecto, como todos los años soy el protagonista-digo levantando la mirada y sonriendo satisfecho

—Muy bien hijo, así me gusta, se nota que has nacido esto-dice mi madre orgullosa-por cierto, hoy tu padre no puede hacer videollamada, está muy ocupado con una reunión-continúa hablando y la expresión de su cara cambia a una triste

Los &quot;mejores&quot; años de mi vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora