Oneshot's .ᐟ dkbk

Besitos

Izuku tiene una obsesión con besar a Katsuki,
lo que le hace querer más y más del rubio.

(...)

Los labios suaves, delicados con pasión y cariño rozan amablemente los contrarios, sacando de paso unas cuantas carcajadas risueñas del pecoso, feliz de tener aquel hombre entre sus brazos y poder consumir una parte de él.

Katsuki, a pesar de no ser fan de las caricias melosas de su novio dejaba que de vez en cuando el chico lo besara. Debía admitirlo, al principio era un complemento torpe y tonto pero conforme el tiempo pasaba y la madurez de la pubertad crecía la necesidad fugaz de este crecía para intentar comerlo a besos, y eso no bastaba para el menor.

Lo sabía, desde que Izuku comenzó a posar sus manos por su cuerpo intentando que el contacto fuera escaso y poder sentir sus corazones latir de forma apresurada contra sus pechos con la intención de profundizar esos besos.

Los toques comenzaban desde lo más inocente, tierno y adorable, hasta que las respiraciones se volvieran pesadas, sus cuerpos radiaran calentura y su mente pierda la conciencia.

Y eso, no le gustaba al rubio.

Porque de alguna forma, siempre perdía la moralidad ante esas manos que lo tomaban tan firme y con desesperación, esa rasposa y aspera piel que lo acariciaba con delicadeza y cuidado, respetando su belleza entre recorridos llenos de suspiros, sentir su cuerpo tan cerca del suyo respondiendo con urgencia.

No le gustaba, porque se enamoraba más.

Ver esos ojos con pecas decoradas entre sus mejillas que rogaban por atención, suplicaban por contacto, esa mirada hambrienta lo tentaba a caer en lo más profundo de sus tentaciones.

Y es que, ¿cómo podía evitarlo? Se sentía tan bien con todos esos besos esparciéndose con impaciencia entre sus labios, mejillas, cuello y clavículas. Dios, estaba que se derretía.. Se dejó consentir en el momento en el que su mente solo podía procesar la imagen que se posaba en su mirada rojiza.

Un tonto que imploraba nada más que besitos.

— Izuku, aquí no.. — Habló entre suspiros, sintiendo como esas manos acariciaba con tanta ternura su torso provocando que sus entrañas temblaran.

— Kacchan, por favor.. — Pide en un susurro, tomando el rostro del cenizo y tratar de juntar una vez más esos labios delgados y rosados que tanto amaba, gime en bajo, al sentir como su vientre se calienta por ese rostro que le mira con tanta atención.

— Mierda, eres tan necio. — Queja, tratando de zafarse del agarre sin querer hacerlo. Baja su mirada y se da cuenta de un pequeño detalle.

Izuku estaba erecto.

Sus ojos se abrieron mientras el sonrojo de su cuello crece, siente tantos impulsos en su mente y ser que no esta pensando claro.

— Kacchan.. — Vuelve a susurrar en el odio del contrario, escondiendo el rostro en su cuello, inundándose entre la colonia del rubio. — Me encantan tus besitos. — Confiesa, tomando de la nuca al pobre muchacho y besando con ternura su mejilla.

Obligándolo a retorcerse de la sensación.

Necesitaba más, más contacto, lo suficiente para que sea asfixiante y coexistir entre pieles. — Izuku... — Susurra, aceptando el contacto, y tomando al mencionado de los brazos para evitar que se fuera, como si eso fuera a pasar.

— Por favor, no me hagas sufrir más.. — Suspira en gemido el pecoso al sentir su cuerpo exponerse al completo por el contacto de las suaves manos en sus brazos.

Solo quería comérselo de una buena vez.

Y Katsuki, con la mente en blanco por aquel gemido tan necesitado cae rendido por esas tentativas suplicas, sintiendo su razón perderse entre esos labios que lo devoraban tal presa, se abalanzó solo para dejarse hacer y probar un poco de la lujuria que caía en su interior.

El peliverde ante la posición de su amado, no pudo evitar descontrolarse, y es que Katsuki con esos besitos tan tiernos e inofensivos que depositaba entre su boca y mentón solo producían esa sucia necesidad de querer follarlo con ternura y paciencia, era tan excitante.

¿Quién diría que aquel chico tan rudo le diera tan inocentes besitos? Lo amaba.

(...)

Renée. Abril 16, 2024