XVII

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Sus ojitos rojizos se llenaban de lágrimas mientras su Papi y Mami se separaban y caminaban hacia habitaciones distintas.
Acababan de tener una de sus usuales discusiones.

Tanjirou intentaba no llorar. Debía ser fuerte por su hermana, por su pequeña Nezuko.

La niña le miro, sin entender porque estaban ahora solos en la sala de la casa.
El niño no sabía que hacer. ¿Por qué mami y papi peleaban todos los días?

La niña sonrió. Ella no tenía la culpa de todo... Pero el... El sí.

Tanjirou camino con cuidado, deslizando sus piesitos hasta llegar a la habitación de Papi.
No había ruido allí.

Cuando fue a la habitación de Mami era diferente, habían unos débiles golpes al suelo, Mami debía estar tirando sus pertenencias como la vez pasada. El tendría que recogerlas más tarde.

He is my son, not yours Where stories live. Discover now