El resto del día pasaron el esa pequeña habitación del hospital, Soohyun les permitió quedarse con Seokjin, ellos no querían alejarse de Jin, Hoseok fue por una muda de ropa más acogedora y algunas mantas para pasar la noche fría y tal vez por un poco de comida para ambos. Namjoon decidió que no le avisaría a los padres de Seokjin, si ellos no lo sabían posiblemente sus padres tampoco. Estuvo pensando y uniendo algunos hilos sueltos, el matrimonio con urgencia, el tener contentos a sus padres, todo estaba claro. Seokjin pidió el matrimonio para que sus padres no se preocuparan, que el estaba bien y feliz a lado de Namjoon. — ¡Oh! Seokjin, porque no nos dijiste nada, si tan solo lo hubiera sabido, hubiera echo todo por ti, mi querido amigo — tomo con suavidad la mano de Seokjin, los golpes que le había dado Hoseok seguía ahí, se veía como un ángel, un angel cansado de la vida, descansando después de horas de trabajo. Seokjin, su buen amigo no merecía eso. La profundidad de sueño lo asustaba, temía que ya no despertará, que se marchara al reino de la tranquilidad. No, debía pensar positivo, Seokjin se recuperaría, con su ayuda el podría salir adelante. En ese momento llegó Hoseok, le entregó una bufando y un abrigo, también un poco de café. La semana había pasado y Seokjin no despertaba, ellos nunca lo dejaban solo,muy pocas veces se iban, si Namjoon se iba Hoseok se quedaba a cargo y viceversa. — Oh Jonnie, Estoy tan adolorido, estos sillones no son nada cómodos — estirándose y liberando la presión de su espalda Hoseok habló — Lo sé Hobi pero no podemos dejar a Jinnie solo — de igual manera Namjoon se encontraba algo cansado. — Los bobos necesitan tiempo a solas — la tercera voz de esa habitación habló. Namjoon y Hoseok voltearon en seguida al escuchar esa voz, algo débil pero intacta. Namjoon fue el primero en reaccionar, corriendo abrazar a Jin, intento ser suave y no lastimarlo pero sentida una felicidad enorme por ver a Jin ahí con ellos, con vida, sano y vivo. — Jin, Jin te quiero mucho, gracias por estar aquí, no nos dejes por favor — lloró Nam aún abrazando a Jin. Seokjin con la poca fuerza que tenía, acaricio el largo cabello de Nam, tan suave y sedoso cómo siempre lo tenía. — Jin, perdón, perdoname por favor yo, tu cuando te vía así, no se que me pasó, fui un tonto que no actuó bien, lo siento mucho —. Abrazo fuertemente a Jin, invadido por los recuerdos de ese día, afligido por haber ocasionado ese desastre. — Tranquilo Hobs, yo me deje llevar, fuí un tonto también — respondió Jin por su forma de actuar. — Jinnie porque nos mentiste — habló Namjoon queriendo saber la verdad de todo — supongo que Soohyun les dijo todo no? — más que pregunta era afirmación. Ambos asintieron, sabiendo la verdad sobre la enfermera de Seokjin. — Se que mentí, se que los lastime pero tengo mis razones y espero lo respeten, no me arrepiento de lo que hice pero por favor pónganse en mi lugar — Jin empezó a relatado todo, desde los síntomas que tuvo, incluyendo los que tuvo en su viaje, la vez que fue hacerce los estudios, el haber leído lo que contenía, la soledad que lo atormentaba el no poder contarle a nadie, y su plan para hacer creer a todos que el era feliz y que si se iba de este mundo, al menos todos supieran que el fue feliz, casado con un gran hombre, que aparentaba amarlo y quererlo, siendo un doctor respetado que amaba a todos los niños que pisaban su consultorio y al final temer un hijo con Namjoon, hacerles saber a todo el mundo que el lo había tenido todo, que podría estar en paz al saber, que sus padres amigos y familiares no lloraría por ser un solterón sin nada ni nadie, sino ser recordando como alguien que tuvo algo. — Jinnie, porque pensaste eso, si tú eres alguien magnífico, no tener pareja no define nada, estar solo está bien, no es nada malo — las palabras de Hoseok significaban mucho, pero pensó porque el decía eso, si el lo tenia todo, Hoseok tenía a Namjoon, alguien quien lo ama, el apoyo incondicional de sus padres, un gran trabajo, lo tenía todo. — lo dices por qué tú lo tienes todo lo que a mí me hace falta — Hoseok hizo una mueca, tenía razón, no podía tener doble moral por aquello, el lo tenia todo. Mucho amor y cariño por todo aquel que lo conociera. — Seokjin Hyung, está mal, lo sé, ambos somos pareja pero aún así los papás de Hobi se interponen somos como amantes que se ven el fin de cada mes — Jin comprendía, ellos no podían estar ahí sin que alguien llegara a separarlos, al menos con él Namjoon podía salir sin ningún problema, cosa que no podía hacer con Hoseok, río, amo ese gran privilegio que le arrebató a Hoseok. Negó rápidamente, no podía pensar así Hoseok y Namjoon estaban en una relación, lo supo a las malas pero termino sabiéndolo. — Yo quería que todos sepan que fui feliz, y así no me recordaran como el triste — Namjoon no sabía que decir, pero si sabía que hacer — Bueno, al menos lo consiguió Hyung, todos creen que es feliz — Seokjin asintió, sus padres estaban felices de ver a su hijo con todo lo que imaginaron, al menos ellos vivirían en la ignorancia. — ¿Supongo que quieres que desmintamos esto eh? Aunque si me permites ser egoísta, pediría que no se lo digas a mis padres — — Pero Hyung, no es bueno mentir, porque no habló con la verdad desde el principio — Namjoon no comprendía el actuar de Seokjin. — Namjoon voy a morir, no tengo cura, quiero creer que fui feliz — el tono que uso, hizo entender a Namjoon que el estaba irritado, y si el dijera una palabra, tal vez el terminaría golpeado. No quiso decir más, Seokjin era terco como la mula, era imposible hacerlo cambiar de opinión. — Está bien, no diré nada — Jin al escuchar el tono de voz entendió que lo había lastimado. — Lo siento Namie, pero no quiero que mis padres sepan que soy un excelente actor y se fingir bien mi vida — Hoseok que aún no decía nada, entendió que Jin solo pensaba en los demás y no en el. Eso era debían hacerlo vivir y disfrutar a el, sin importar nada más que Seokjin. — Saben que, dejemos esto aquí. Mañana los llevará de paseo, disfrutaremos todo el tiempo, ahora nadie nos separara, seremos los tres sin nadie más — Seokjin se calmo un poco, tal vez estar fuera sería lo mejor, pero que les diría a sus padres. Namjoon al ver el ceño fruncido de Jin entendió y dijo — no piense en ellos Jinnie, solo usted, solo hyung importa, nadie más — — Nam tiene razón, solo importa Jin hyung — Jin acepto, el médico llegó a revisarlo y todo está bien por ahora, le daría el alta al día siguiente, solo por esa noche Namjoon y Hoseok se fueron, prometiendo volver mañana para recogerlo y empezar esa grandiosa aventura. El día llegó, todos se encontraban en la camioneta de Hoseok, en ella tenían todo lo necesario para el viaje. Jin observava el paisaje, se sentía bien, sentí que podía disfrutar el viaje sin pensar en nada. Llegaron a una cabaña dónde se quedarían algunos días, el lugar el relajante, prendieron una fogata para comer malvaviscos, tomaron helado un poco de vino, comieron queso con algo de pan, durmieron todos juntos en una sola cama era algo grande pero apenas y entraban los tres, Nam quedó al centro siendo abrazado por sus dos amigos. Al día siguiente fueron al mar a unos kilómetros lejos de la cabaña, nadaron y disfrutaron el agua, Jin quiso pescar y nadie se negó, Jin era bueno el ellos mientras Hoseok y Namjoon no, — eso es un pequeño atún — Jin río por la gran pesca de Namjoon — El mío es algo grande — no pudo aguantarse y volvió a reír, Hoseok solo tenía un pescando dos centímetros más grande que Namjoon. — Por lo menos Jin capturó uno grande, vamos a casa quiero comer mi pequeño atún. Los tres se dirigieron de vuelta a la cabaña. Su próximo destino era la cuidad pensaron en tomar un poco e ir a bailar. La noche apenas empezaba para aquellos amigos, fueron al Karaoke cantaron cómo estrellas del pop y Hoseok bailaba con mucha energía, pidieron bocadillos y ellos comieron sin parar. La próxima parada fue el lugar favorito de Jin, y mejor ahora en el invierno, la Isla Jeju, su estadía sería corto eso lo sabía Jin, primero fueron a Seongsan Lichubong, la caminata duro horas, Namjoon estaba cansado pero Seokjin insistió en ir y recorrer el lugar enteró, después fueron al Parque de Camelías, la flor y el color le hacía tan feliz, Jin recorrió el lugar muy feliz, cogió algunas naranjas. El frío era soportable pero ahora no era momento de comer una. Hoseok amaba tomar fotos y tomaba una cada que veía la sonrisa de Jin. Al final de la caminata fueron por algo de comer, Seokjin insistió en ir a comer pescado, el había escuchado que vendían los mejores ahí, Namjoon no quería pero al final la decisión era de Jin. Jin amaba todo ahí, comió todo lo que le ofrecían, al fin hoseok pagaría todo. Jin quería algo dulce así que fueron a Orrrn Café, al igual que el restaurante, Seokjin probó un poco de todo, su boca estaba repleta de ellas, Hoseok solo capturaba los momentos felices y en ellas estaba Seokjin. El final del recorrido Seokjin, quiso ir a Seopjikoji, El quería recorrer los largos pasillos al aire libre, y tal vez ver el atardecer en esa montaña que alguna subió de niño. El cielo se puso gris, el perfecto sol se fue escondiendo lentamente y en ellas salía las nubes grises y azules. Se sentía triste pero disfrutó cada paseo que tuvo con Nam y Hobi. Solo quiero ser más feliz para derretir mi frío ser Mis manos se han extendido innumerables veces Solo hay ecos sin color Oh, este suelo se siente tan pesado Estoy cantando por mi cuenta Solo quiero ser más feliz ¿Estoy siendo demasiado codicioso? Todavía siento los rápidos latidos de mi corazón Mientras camino por las calles en el frío invierno Sentía miedo, su corazón le decía que era el final, había disfrutado al máximo el viaje que tuvo con Namjoon y Hoseok. Le hizo muy bien saber que si le importaba a alguien, sabía que ellos nunca lo olvidarían. — Perdón, perdón por interponerme en sus relación, el año que estuve con Nam, lo supe. Sabía que mentían, sabía que Namjoon te amaba Hoseok pero fui codicioso y quise eso para mí, lo siento. Por favor disfruten su relación, váyanse lejos y sean felices. — Al decir aquello se recostó en el hombro de Hoseok, mientras Namjoon sostenía sus manos heladas. Disfrutaron el último atardecer, el crepúsculo desaparecía mientras Seokjin cerraba los ojos. La noche llegó Hoseok estaba listo para partir, el cuerpo de Seokjin no se movía. Namjoon pensó que estaba dormido, intento despertarlo pero no había respuesta, movió el cuerpo de Jin — Jin por favor, despierta, no es gracioso — pensando que era una broma, siguió despertandolo pero no había respuesta — Jin, hyung por favor — Namjoon comenzó a llorar, las lágrimas salían de el, el frío quemaba su piel pero no dolía, su corazón sintió una punzada al ver el cuerpo de su hyung — Seokjin, no por favor, aún no — Hoseok lo sabía, tomo el cuerpo de Jin junto a el, lo abrazo, no quería soltarlo, quería darle su calor, abrir los ojos de Seokjin e irse aquel lugar que les faltaba visitar. No querían soltar el cuerpo de Jin Estuvieron así hasta que su corazón no podía, hasta sentir el frío inmenso, las quemaduras de las lágrimas con el invierno. Hoseok entendió que Jin fue feliz, que se fue sabiendo que lo quería, que lo amaba. Que no necesitaba la compañía de una sola persona para ser feliz, si no de vivir y ser la persona que te hace feliz. Duro poco pero no importo, valió la pena, a veces la vida te sorprende con noticias inesperadas, un defectito, ahí en su cerebro para luego decir que no hay explicación, que Jin se irían el día menos pensado, tal capullo de mariposa, aquel defectito iba a crecer y desarrollarse, dejándolo en estado de coma. Haciendo que se quede dormido para siempre. El diagnóstico de Soohyun se cumplió, Seokjin se fue después de visitar su lugar favorito Todo paso rápido de la noche a la mañana se encontraban dando las noticias a todos los familiares, en algunos días se llevaría acabó el funeral. Namjoon no arruinaría el deseo de Seokjin y se quedó ahí como su esposo, siempre acompañado de Hoseok. La muerte llega cuando menos te lo esperas y a Jin le tocó, lloraron y dejaron salir cada dolor. Al menos esperaban que ahora nada podía salir mal, tal vez disfrutar su relación en otro país, alejarse de todos como Seokjin lo había querido. Solo no esperaron escuchar aquello.
