1. té de durazno

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Esteben no cree que se una buena idea lo que están haciendo.

Cruje sus dedos contra el cemento de la escalera de su escuela, preocupado, se está saltando educación física, toda su clase en la cancha de atrás mientras el está tirado en las escaleras.

Fran por otro lado está recostado sobre sus piernas, totalmente despreocupado de todo.

El había tenido la idea en primer lugar, salir por la puerta de atrás, ir al kiosco más cercano, comprar té helado y un paquete de galletas y regresar con sus compañeros cuando regresen de su clase.

Es un plan sin falla, que ya han hecho antes pero siempre le provoca una ansiedad inexplicable a Esteban.

"¿No te gusto tu té?" Dice Fran, apoyado en sus codos y mirándolo.

"Es el mismo de siempre Fran" Le responde Esteban, jugando con la pulsera en su muñeca "Me gustó"

"¿Y entonces?"

Esteban se relame los labios, tomando un sorbo corto de té helado de Fran, él se encoge de hombros y come una de sus galletas de vainilla.

"¿Por qué hacemos esto?"

"Porque no podés correr más de un metro sin ahogarte y a mí no me gusta sudarme, por eso Kuku" Fran responde como siempre, con los pies en la tierra pero tranquilo.

Esteban asiente, porque Fran y el saben que no se refería a eso.

Se queda en silencio el resto del tiempo, Fran habla y habla, su té helado se acaba y ya ha comida más de la mitad de sus galletas.

Por otro lado está él, jugando con su pulsera y las mangas de su sudadera, el tiempo pasa dolorosamente lento a su alrededor y teme el momento en el que tengan que volver a su sala.

Empieza a crujirse los dedos contra la palma de su mano, cada dedo hace un ruido horrible y Fran pone la suya sobre sus dedos delgados y huesudos, deteniéndose de inmediato.

"Deja de hacer eso Kuku" Los dedos de Fran se entrelazan con los suyos, un acto meramente de amigos, pero que Esteban no se atreve a registrar.

Sus dedos se sienten entumecidos y los mira, la mano de Fran es bonita en comparación a la suya, que tiene cicatrices y sus uñas demasiado cortas.

"Si, perdón, me olvide" Esteban sacude su mano, esperando a que la ansiedad casi dolorosa se disipe de su ser.

Fran no intenta hacerlo entender que debería dejar de pedir disculpas, una batalla perdida sin siquiera empezar, en cambio empuja una galletas solitaria en su mano y la cierra sobre ella.

"Come, no te vi merendar hace rato" Fran dice, y empuja la galleta más cerca de él, sonriendo con suavidad.

"Son calorías vacías Fran"

"Comela, sin culpa, podemos caminar luego, que se yo, come Kuku" Fran le dice y empuja otra galleta en su palma abierta.

Esteban las mira, sencillas galletas de vainilla de un paquete barato, y la parte en pedazos antes de comer uno de los pedazos más grandes.

Fran no dice nada, sonríe y bebe un sorbo de su té helado e inmediatamente hace una mueca, pero toma otro sorbo de todas formas.

"Sos una rata Fran" Le dice, moviendo los pedazos de galleta de un lado a otro en la palma de su mano.

"Sos un raro, no se cómo te puede gustar el de durazno" Fran saca la lengua, y la botella de té cae entre ellos dos, cerrada, Esteban deja caer su galleta al suelo y le jala un mechón de cabello a Francisco.

"¡Oye!" Francisco grita de inmediato y le jala otro mechón a Esteban, que se ríe tan profundo y fuerte que el mismo tiene que hacerlo.

Ambos se ríen, no tienen una razón real para hacerlo pero lo hacen, la botella de té de durazno olvidada entre ellos y el fantasma de pasos aproximándose.

"Camuflate Kuku" Fran se levanta de un tirón, se mete las cuatro galletas que dejo abandonadas en el bolsillo de su pantalón y se va corriendo.

Esteban se levanta, el té de durazno entre sus dedos y corre detrás de Fran, riéndose cada pocos pasos.

Ambos se ríen y se mezclan rápidamente con el resto de sus amigos, Juani, lo abraza por los hombres mientras Fran le quita su botella.

"Son unos forros, ¿Nos guardaron algo?" Pregunta Pipe, saliendo de la nada, está chorreando sudor y las puntas de su cabello están mojadas.

"Té de durazno"

Fran se ríe de repente, subiendo las escaleras de dos en dos "Es horrible, no lo bebas"

"¡Cállate Francisco!"

Esteban golpea a Fransico en el hombro y se olvida de todo, excepto del té de durazno.

karmadame | esteban x franciscoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora