diez

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Me encontraba en mi habitación, mi cara estaba hinchada de tanto llorar y en unas horas era la fiesta de los Danburry. No había visto a Charlie en todo el día, era como si no estuviera en la academia.

Lavé mi rostro una vez más, para eliminar rastros de que había estado llorando y comencé a maquillarme, un maquillaje leve, solo polvos y máscara de pestañas.

— Espero que te estes arreglando, el chofer es muy puntual.—se escuchó una voz proveniente de la puerta.

— ¿Por que fue que accediste? Es ir yo sola, a una fiesta con un chico, aquí ni siquiera puedo practicar el mismo deporte que ellos.—hablé mientras me acercaba hacía la puerta.

— Knox es un buen chico, educado, inteligente y excelente estudiante, me agrada para ti y además es de muy buenas familias.

Lo miré con confusión, y una mueca de formaba en mis labios. Charlie también es todo eso, bueno, a excepción de excelente estudiante pero tampoco le iba tan mal.

— Solo somos amigos y nada más.—respondí secamente.

Me moría de ganas de decirle que yo ya tenía novio y lo mucho que lo quería.

Mi padre hizo una mueca y apuntó al sillón, que apuntaba a un conjunto con sus respectivos zapatos.

— Te lo compré para que lleves algo decente, el señor Danburry es ex alumno de esta academia, y por lo menos que te vea bien vestida.

Solo me quedé callada y asentí.

— Gracias.

No dijo nada y salió por la puerta, ya quedaba menos de una hora para irnos.

Me cambié, el conjunto era de falda y unos zapatos cerrados con poco tacón, dejé mi cabello suelto y cambié mis pendientes por unos más visibles ; me puse bálsamo con color en mis labios mientras me veía al espejo. Mi espalda estaba tensa, como si alguien me estuviste mirando.

— Te ves preciosa, estás preciosa.—escuché una voz a mis espaldas, era Charlie recargado en la puerta cerrada mirándome. —Aún puedes fingir que te sientes mal y no ir ¿sabes?.

Quería abrazarlo y besarlo, pero su actitud me estaba disgustando mucho, esto no era nada más que celos. Celos que no tenían ningún motivo de existencia.

— Ya no le puedo decir que no a Knox, y lo sabes, además solo serán un par de horas, no me iré a ningún otro lado.—dije mientras me acercaba a él y ponía mis manos en sus mejillas. —No tienes que desconfiar de nadie, yo solo te quiero a ti, eres el único que me interesa ¿si?.—deposite un corto beso en sus labios.

Charlie suspiró.

— Es que no es eso, es que tú no confías en mi en lo que te he dicho y haces caso omiso, eso es lo que realmente me molesta.

— Tú lo único que quieres es que no vaya con Knox, por que tienes problemas con él, si fuera otra persona no estuvieras así.—respondí cruzándome de brazos.

Él sólo soltó una carcajada burlona.

— ¿Sabes qué? piensa lo que quieras...—estaba a punto de decir algo más pero simplemente suspiró negando con la cabeza y se dio la vuelta para irse.

Lo llamé de vuelta, pero nunca se giró, se notaba lo molesto que estaba ; pero ya no había nada que yo pudiera hacer entonces dejé pasar unos minutos para irme a la entrada principal de donde nos recogerían.

— Te ves muy bonita Alice.—habló Knox sonriente y muy bien vestido con su camisola y saco que se notaba que era costoso.

— Gracias, tú también te ves muy bien, estoy segura que Chris cae rendida a tus pies.

Muse ; Charlie DaltonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora