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El sonido de las sirenas de los autos abandonados de la policía eran estresantes, Jungkook sentía que quería arrancarse los oídos con tanto ruido, los gruñidos y los gritos de las personas que corrían por refugiarse tampoco ayudaba mucho, menos los tiros que escuchaban de las armas del ejército ser disparadas contra la multitud infectada y los perros de la calle que ladraban con fuerza.

Se sentía sofocado, el ser empujado y el haber corrido tanto le tenía mareado, trataba de mantenerse firme y estable para no paralizarse, más las manos le temblaban con el palo de hockey en ellas.

Se habían alejado de su edificio como seis largas calles, Taehyung había tomado la delantera, con un pedazo de tela que desgarró de su camisa cubriendo la mitad de su rostro.

Yoongi estaba exhausto, su condición atlética no era la mejor y cuando se detuvo brevemente en medio del césped verde de un parque y se apoyó en sus rodillas para tomar aire, una onda expansiva logró estar a su alcance y lo arrojó al suelo al segundo después de que el sonido de una explosión fuerte surgió.

Los vidrios de las tiendas explotaron de inmediato, algunos árboles se mantuvieron firmes a sus raíces, más las hojas en muchos de ellos se fueron y la peor parte vino cuando los caníbales que habían logrado dejar atrás, fueron empujados hacia ellos por la presión de la explosión.

Yoongi se intentó incorporar y miró hacia delante, intentando ubicar a Jungkook y a Taehyung, sin embargo, se tambaleó y la mirada se le desenfocó, escuchando un pitido horrible en sus oídos.

"Espabila"

Miró a quien le sostenía de los hombros y sintió alivió al ver a Jungkook frente a él, aunque tenía una herida en la frente de la que emanaba sangre, aparentaba estar bien.

"¿Taehyung?" Yoongi le preguntó, no obstante, no obtuvo una respuesta.

Todo a su alrededor estaba vuelto un caos, desde la esquina de una de las calles vio cinco unidades del ejército aproximarse a ellos, disparando a cualquiera que vieran moverse sin importar si estaban sanos o no, tiraban a matar sin remordimiento alguno y a Yoongi las piernas le temblaron de pronto.

«Los ciudadanos que se encuentren en las calles serán abatidos, resguardense ahora»

"¡Sube!" Yoongi miró nuevamente en dirección de Jungkook y lo encontró sobre una moto negra, con el bolso colgado en su pecho para hacerle espacio atrás y extendiéndole su palo de hockey para que lo cargara. "¡Ahora!"

Fue torpe al subirse, mirando a todos los lados en busca de Taehyung, más sus ojos nunca pudieron encontrarle, solo veía cuerpos sin reconocer y varios caníbales sobre otras personas a las que no alcanzaba a verles el rostro, temía porque allí estuviera él.

Jungkook aceleró con rapidez y la moto rugió llamando la atención de varios infectados, sin embargo, fue ágil y rápido esquivándolos.

Condujo sin detenerse a pensar en si alguien más necesitaba ayuda, Jungkook solo podía visualizar a su hermana asustada y arrinconada por quien sabe cuantos infectados y aceleró con todo lo que la moto le permitió.

La noche cayó, el clima se sentía frío y el viento soplaba fuerte, habían dejado atrás las calles más concurridas, un kilómetro más y lograrían salir de la ciudad.

"Jungkook" Yoongi le llamó y este sin apartar la vista de la autopista, murmuró en respuesta. "¿Qué pasó con Taehyung?"

Las llantas chirriaron contra el suelo cuando Jungkook frenó en seco y Yoongi apretó su cintura y cerró los ojos con fuerza cuando creyó que se caerían.

Jungkook apretó la mandíbula y frunció las cejas, evidentemente molesto. "Ese imbécil"

Yoongi miró por sobre el hombro de Jungkook y ahí, a unos metros más adelante, vio a Taehyung recargado en uno de los vehículos del ejército, más específicamente en un Uro Vamtac, con el cuerpo inerte de un soldado sobre el capó.

Infectados |Taekook|Where stories live. Discover now