Fiebre (1)

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Minji se levantó e hizo su rutina diaria, bañarse, comer y dejar a su hermanita, Hyein, a la escuela; asegurando que entrara y no se escapara al Arcade de la esquina de Kang Min Seok.

─Procura no distraerte tanto en clases y tomar notas.

─Sí, madre. ─rodó los ojos y entro al edificio.

─¡Oye, esas no son formas de ver a tu hermana mayor, discúlpate! ─grito para luego murmurar:─ malcriada.

Se largo luego de dejar a su hermana y tomó camino hacia su universidad, que quedaba algo cerca de ahí. Al llegar a la universidad, empezó a desayunar en unas bancas de la escuela, solitaria. Estaba tranquila con el silencio y la suave brisa; o al menos hasta que llego aquella chica mas radiante que el sol.

─¡Minki! ─abrazo su cuello, casi ahogándose.

─Danielle... ─masculló.

─Ay, disculpa, ¿por que tan temprano, linda? ─se sentó a lado de la chica, acercándose cada vez más.

Marsh tenía una costumbre de coquetear con Kim, ¿por qué? porque a ella le gustaba, pero la mayor al parecer era una idiota entendiendo las señales de Danielle; para la australiana las señales no podían ser más claras.

─No quiero que Hyein-ah salga de la escuela y vaya a ese arcade... debo asegurar que realmente entré al colegio.

─Guau, qué chica tan responsable eres. ─palmeo su muslo─, serias mas responsable si le dieras a esta desamparada vagabunda un mordisco de tu croissant, por favor.

─¿No te dan comida en tu casa? ─bromeo y nego.

─Vamos Minji... ─se acercó más a la coreana, casi encima de ella─, tengo hambre...

─Busca tu propia comida. ─volvió a bromear y llevo un bocado del croissant a su boca.

La australiana dedujo que su espíritu animal era una llama, por la forma de comer de la mayor y lo terca que era. Ni un mísero pedazo de pan le quería dar. Tuvo que idear un plan rápidamente para quitarle al menos un pedazo a la llama. No puede morderlo del pedazo que tiene en la mano, la otra quitaría rápidamente la comida y caería de jeta en el banco. Rogar no sirve de nada. Intentar sacar ese pedazo de pan de sus manos es simplemente imposible,

La única opción, morder la porción que aún tenía en su boca, pero no terminaba de meterla en ella.

─¿Oye acaso esa no es Hyein?

─¿Que don-? ─paro cuando la chica se aproximó a pocos centímetros de sus labios y arranco un pedazo de pan, como si se tratara de un cachorro.

─Era por las buenas o por las malas, y tu no me quisiste compartir. Egoísta Kim.

La mencionada solo pudo abrir su boca y emitir palabras y sonidos inaudibles y con un evidente sonrojo que se esparció hasta sus orejas; y ahi empezo.

─¿Acaso el gato te comió la lengua?

Su temperatura corporal empezó a aumentar lentamente, sin que Minji se diera cuenta que había caído en la maldición inventada de Lee.

Su temperatura corporal empezó a aumentar lentamente, sin que Minji se diera cuenta que había caído en la maldición inventada de Lee

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─¿Hanni, sientes calor? ─preguntó, apoyando su frente en el escritorio y ambos brazos rodeando su cabeza.

─No... 

─Entonces, ¿por que carajos estoy sudando? ─grito levantando su cabeza y apunto a su cara, llena de gotas de sudor.

─Creo que estas enferma.

─No me digas... ─respondió sarcásticamente para luego tapar su cara con ambas palmas─, ¡me voy a morir del calor!

─Anda a la enfermería, ya está. ─encogió los hombros─, te van a dejar dormir en una camilla o llamaran a tus padres para que vayas a casa.

─Pham... ─la miro seriamente─, ahi solo te dan acetaminofen cuando te estás muriendo.

Hanni se quedo callada, porque lo que había dicho Kim era verdad; la enfermería de la universidad era mera mierda. Las enfermeras no eran tan atentas y para cualquier dolor o enfermedad la solución era una panadol o acetaminofén.

─O sea, el acetaminofén ayuda a bajar la fiebre, pero no creo que solo ocupes una pastilla... necesitas descansar un poco. ─sacó su cartera y le ofreció una pastilla─, es ibuprofeno, igualmente ayuda a bajar la fiebre y calmar dolores leves. Tomatela. 

La mayor asintió y se tomo aquella pastilla. Volvió a recostar su cabeza sobre el escritorio y se quedo dormida.



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Love sickness @ husseyzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora