DxD- Misericordiosa Divinidad

Capitulo 7

Había pasado un tiempo desde que había estado en casa, solo llegar su armadura se fue de su cuerpo y su caminata fue tranquila hasta que a ella se le unió una persona más, ni siquiera era necesario que el volteara a ver quien era, el poder de su hermana en ella resonaba como una unión a su persona

"Gabriel-sama esta molesta con usted, ¿sabía?" La duda recorría la voz de la mujer que estaba a su lado aunque no sabía si era por decir que Gabriel estaba molesta o por las libertades que se estaba tomando al hablarle tan familiarmente

"¿Gabriel?, ¿molesta? Eso es raro" no había sentimiento en su voz, no necesitaba que se lo dijeran para saberlo

"Ella lo quiere mucho" la voz seguía siendo dudosa cuando ella le hablaba pero aún así parecía decidida a seguir hablando con él

"Es normal, Gabriel es Gabriel después de todo"  observo a los ángeles a sus alrededores haciendo sus cosas, cada uno pasando su tiempo haciendo su trabajo, disfrutando su tiempo libre o sencillamente caminando por allí, desde que había sido creado había visto situaciones menos tranquilas, era cierto que en el momento en que fue creado había paz pero aún así eso no duró tanto cuando su hermano decidió revelarse contra padre y dar vida a los demonios junto a Lilith

Pensar en lucifer solo le hizo que sus ojos se pusieran en blanco tan diferentes que eran y tan extrañamente terminaron en cosas diferentes, el debería haber sido la mano derecha de su padre, el segundo al mando y al final acabó siendo el pecado original, mientras que el, destinado a ser la espada de dios, su verdugo, su ira termino siendo el más leal a este, hubiera tenido más sentido en términos humanos que hubiera sido al revés, aunque en si ya no importaba su padre acabó con su hermano, el idiota de su hermano logró matar a su padre y ahora Michael había tomado el control de cierta parte del cielo en su poder, mientras que el había matado a los otros 4 reyes demonios y decidió sellar el lugar de la batalla final en el infierno

Perderse en sus recuerdos fue interesante, no pensaba en que hubiera pasado si algo hubiera sido diferente, para nada, si lo que sucedía, sucedía era porque su padre quería que sucediera así, no conocía a la perfección el como su padre trabajaba pero siempre tenía razones para lo que hacía

No muy lejos miró su templo y justamente afuera de este estaba Gabriel sentada en el suelo mirando directamente hacia el, en esos momentos pensó en irse de nuevo al vaticano a seguir trabajando, ya había estado mucho y seguramente estaría poniendo nerviosos a sus trabajadores pero su hermana tendía a ser molesta cuando lo quería

Mirando a su derecha se encontró con la seguidora de su hermana, pensó en utilizarla como chivo expiatorio pero no creía que funcionaria o talvez si, pero solo retrasaría la explosión de su hermana

Empezó a caminar hacia su hermana con lentitud mientras que tragaba algo de su saliva preparando su voz, sobre todo su garganta

~Gabriel~ Una voz armoniosa, la melodia más hermosa en palabras que prometian el cumplimientos de los deseos mas profundos en el alma fue lo que salio de su boca

Una habilidad que solo el y lucifer mismo tenían más que el casi nunca lo uso, una habilidad en la que su voz era influida con algo de su magia, ver el cuerpo de Gabriel tensarse y temblar hizo que casi sonreirá al saber que todo saldría bien, incluso pudo ver a la seguidora de su hermana temblar ante su voz

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Todo había salido bastante bien, mejor de lo que esperaba, claro en esos momentos estaba teniendo que aguantar el abrazo que estaba seguro que mataría a cualquier humano o incluso seres sobrenaturales de su hermana, ahora en si el único problema es que su hermana no se quería separar de él, teniendo en cuenta ta que ella estaba literalmente encima suyo era otro problema, sabía que los humanos o cualquier otro seguramente habría muerto o hubieran matado solo para poder tener a Gabriel tan cerca de ellos y si no el mismo los hubiera matado, sin misericordia, sin amabilidad, solo una muerte dolorosa y sin la posibilidad de obtener el perdon de su padre, aunque era obvio su padre la había creado como la mujer más hermosa de la existencia, ella era en pocas palabras perfecta