Capítulo 3: Las Mareas De La Vida.

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Quinto día y la rutina cambió más que nada porque al regar mis cultivos noto como unos cuervos llegan y empiezan a comerse mis cultivos.

Senti rabia y lo único que hice fue empezar a perseguir al cuervo mientras este volvía cada rato a volver a robarme de los cultivos que plante. El cuervo voló y solamente empecé a maldecir silenciosamente mientras noto como ya hay inperfecciones en mi pequeña área de cultivo.

Sin pensarlo fui a la casa y saque telas y cosas viejas que eran del abuelo y cree mi propio espantapájaros, espero que este funcione y logre cuidar mis cultivos. O si no. Quemo toda la granja. Soy yo o el cuervo pero nadie me roba lo poco que me queda.

Pasando el tiempo noto como en mi buzón de la casa hay una carta, me dirijo a tomarla y al momento de ver la carta vi que era alguien que ya conocía de pequeño. El gran pescador willy.

Willy. Fue una de las pocas personas que conozco cuando era un niño. Abro la carta y empiezo a leer, luego de unos segundos noto al final de la carta que quiere verme en la costa del mar. Por lo que sin perder el tiempo y guardar las cosas en mi casa me dirijo a la playa.

Miro por última vez al espantapájaros improvisado y le apuntó.

-"escucha mis pensamiento. Cuida la casa y no dejes que ese cuervo vuelva" -

Se que no me va responder pero no quiero perder lo poco que me queda. Ahora si que tengo todo y eso me refiero a mi pizarrón, me dirijo a la costa del mar.

Fue media hora de camino pero finalmente llegué a la costa del pueblo, donde encontré en el puente de madera a Willy y su cabaña. Está como la recordaba, camino lentamente mientras el sigue mirando el mar mientras fuma un cigarrillo.

-haz vuelto niño... Luego de 20 años finalmente vuelves a tocar estás tierras. -

Me acerco lentamente hasta llegar a dónde está el.

- si estás aquí es porque la ciudad te trató mal... Siempre pensé en las palabras de tu abuelo. Que un día volverías aquí. - empieza a reír. - maldito viejo, incluso muerto tienes razón con lo que dices.

-... -

Willy nota mi pizzara, unos segundos se dirige hacia donde estoy yo.

-dame eso niño y toma mi caña, quiero ver si no haz perdido el toque muchacho. -

-<¿Eh?>- Es lo que escribo mientras noto como el saca la caña.

-lewis me contó que hace unos días la pasaste mal. Y apenas me he recuperado de mi viaje largo de pesca. Pero eso no impida que quiera ver si el potencial del pequeño niño que conocí se haya ido para siempre. Yo sigo creyendo que aun con lo que le paso esa llama siga ahí. -

Willy toma mi pizarrón y me entrega la caña con un poco de carnada, lleva mucho que no tomo una. Miro el mar que es inmenso para una persona con una caña que no sabe si pescar algo o renunciar a esto.

Pero si no lo hago perderé la prueba que me puso Willy, desde que saco la caña supe que esto es una prueba.  Por lo que sin perder el tiempo uso la caña y la lanzo mientras espero que el pescado tomé el anzuelo.

Los minutos pasan y Willy solamente observa, yo solo tengo algo de miedo. No sé si pasaré la prueba o perderé.

De pronto el anzuelo se mueve y siento como empieza a llevarme hacia el agua, un pez a picado el anzuelo. Y es hora de pescarlo, la batalla está reñida. Empiezo a mover la pequeña palanca que tiene la caña para traerlo a mi pero el pescado no quiere rendirse y nada a la contraria.

me duele las manos, empiezo  a suspirar bastante y el pescado está teniendo una ventaja. Tal parece que perderé.

- ese pescado es como tu problema que tienes niño. Si dejas que el te gane nunca podrás avanzar.. dime.. ¿quieres que el pescado te pesqué a ti? O mejor aún. ¿Quieres pescar el pescado para superar tu problema ?-

Las palabras de Willy me pegan y y finalmente entendí. Si dejo que esto siga afectandome seguiré en el mismo lugar. Pero tú yo lo controlo, yo ganaré. Tomo fuertemente la caña y empiezo a jalar mientras muevo la palanca para traerlo hacia mi.

Tras una dura batalla, finalmente lo logré, tengo adelante de mi un pescado que logré atrapar. Willy se acerca y lo toma.

- lo hiciste bien pequeño. Lo hiciste bien. -

Sonrió mientras le entrego la caña pero el me la devuelve.

-te la ganaste, es mi regalo por superar esta prueba. Tu abuelo debe estar orgulloso. -

Willy me entrega también mi pizarrón mientras vuelve a mirar el mar.  yo solo sonrió por lo que logré aunque ahora sienta dolor en mis brazos.

Willy da media vuelta con el pescado y se dirige a la cabaña.

- vamos a la cabaña niño, vamos a comer. Te prepararé una gran comida con el pescado que capturaste. -

Hago un movimiento con mi cabeza mientras sonrió y escribo en mi pizarrón <claro tío Willy>

- sabes que no soy tu tío. Eso fue cosa de tu abuelo.-

<Entendido tío> le muestro el pizarron.  A su vez que lo miro con una sonrisa y enseñando la lengua en forma de burla.

Willy suspira mientras empieza a caminar hacia la cabaña.

-igual de terco que tú abuelo. Es normal que te parezcas mucho a el. -

Y así pase este día con Willy, después de la comida me enseñó a pescar más pescados y así pude ganar algo de dinero.

Volví a la casa ya por la tarde y terminé durmiendo no sin antes dejar en la caja de ventas. Unas cosas que encontré en el camino.

stardew valley: la libertad de una alma callada Where stories live. Discover now