Saturday Stella

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Desde que tuve uso de mis capacidades intelectuales, siempre me repitieron hasta por gusto que era una privilegiada. Y tuve que oír esa afirmación de boca de amigos de mis padres, pasando por profesores, hasta algunos compañeros cizañeros del colegio. Yo era de esas típicas chicas que aparecían en las series y películas que parecía tenerlo todo pero a cambio desarrollaban una personalidad engreída y cruel. Solo que yo no era ninguna de esas dos.

A medida que fui haciéndome mayor, comprendí que gozaba de un pretty privilege que no todas las chicas de mi edad poseían, y no voy a cubrirme los ojos y pensar que solamente por mi intelecto y talento conseguí cosas, por supuesto que mi físico también era importante, después de todo, los seres humanos se rigen por lo primero que ven y si su primera impresión de ti es buena, considérate afortunado. Pero si solamente hubiera tenido el privilegio de contar con una buena genética y hábitos saludables, aún se podría comprender, pero es que también fui dotada con una situación económica envidiable y un gran talento para el canto y el modelaje, me fascinaba estar en escena, ser la estrella, supongo que por eso mis padres me pusieron Stella, ya que en latín significa «estrella».

Para todo el que me rodeara, yo desprendía aires de superioridad y narcisismo, pero nada más lejano a la realidad; siempre traté de formar vínculos sanos con mis pares, deseaba poder depositar mi confianza en alguna de las chicas de mi curso, pero ellas simplemente no me aceptaban. Mi terapeuta me dijo una vez que yo las hacía sentir inseguras y tenían una visión sumamente alterada de la realidad, creyendo que yo las haría sentir mal consigo mismas para acrecentar mi ego, cuando yo era más buena que Enid Sinclair y nunca tuve la intención de hacer sentir inferior a nadie. Como las chicas de mi clase no querían estar conmigo por mi cariz helénico y los chicos no me veían como algo más que un objeto con el cual pasar un buen rato, tuve que hacer amistad con personas que tuvieran mi mismo nivel de privilegio, ¡Y que mejor lugar para encontrar amigos que en el mundo de las dietas estrictas y los padres abusivos!

Al estar en mi último año de bachillerato, conocí al único hombre que no me vio como una cosa a la cual usar o vender al mejor postor, Shaun Wayans tenía lo que a mí me faltaba; carácter, estoicismo y suficiente amor por sí mismo como para saber cuando tenía que irse de determinada situación.

Nos conocimos por medio de mi hermano quien estaba en su segundo año de ingeniería miscelánea y aunque al principio mis padres no estuvieron muy de acuerdo con nuestro noviazgo, Shaun demostró tener un poquito más de sesera que el típico adolescente americano promedio que toma Monster y se cree sabelotodo y al final lo aceptaron como un miembro recurrente de la familia.

Nuestra rutina consistía en que Shaun salía de la Universidad del Sur de California, pasara por mí al Alta Vista Innovation High y de ahí nos fuéramos a tomar algo al Starbucks más cercano, la dieta impuesta por mi madre me prohibía consumir alimentos o bebidas altas en azúcar, pero a escondidas yo amaba los rollitos de canela y el chocolate blanco caliente. Un día en el que él no tenía clases y yo había salido temprano, nos fuimos a recorrer Hidden Springs, una aldea en Los Ángeles que parecía no haber sido tocada por la modernidad, con una población de dos mil doscientos ochenta habitantes y trescientos cuarenta y siete por metro cuadrado, a veces sentía como si siempre hubiese pertenecido allí y no a la caótica y estresante vida de California. Mi vida era perfecta tal y como era y amaba a mi familia, sin embargo, necesitaba tener una vida tranquila y aburrida y Hidden Springs era el sitio ideal para olvidarme de mis conciertos de ópera y sesiones de fotos. Ese día, recorrimos toda la aldea, finalizando en una cueva submarina que acepté ir allí a regañadientes ya que no quería ensuciar mis Fila Disruptor en color blanco. Tomamos muchas fotos e incluso yo estaba transmitiendo en directo en Instagram, respondiendo a los comentarios que los usuarios me dejaban y queriendo capturarlo todo en cuestión de segundos.

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