33

904 66 30
                                    

— ¿Cómo que te vas? ¿Te volvés? —preguntó Enzo en un tono de voz más alto del que quería sonar.

— Me vuelvo, por unos meses.

Enzo se sentó en la banqueta al lado de Clara, intentando entender lo que significaba todo esto.

— ¿Entonces vas a volver? —siguió preguntando.

— Supongo que sí, todavía no lo definí —contestó Clara.

Ella no podía mirarlo a los ojos, por lo que solo quedo viendo sus manos, jugando con ellas.

— ¿Hace cuánto sabes que te volvés?

— Hace unos meses, antes de que nos arregláramos.

Enzo sacudió la cabeza, no entendía nada.

— ¿Qué vamos a hacer, Clara? Yo... no puedo estar lejos de vos —dijo el jugador.

— Perdón por no decírtelo antes, no pensé que fuéramos a arreglar todo.

— Está bien, entiendo, pero... no entiendo. ¿Y ahora? ¿Y si no volvés?

A Enzo le surgieron muchas dudas.

— No puedo obligarte a que estés conmigo si me voy, Enzo, no sería justo —dijo Clara.

— Puedo esperarte, Clari, en serio.

— ¿Y si conoces a alguien más mientras no estoy? ¿Por qué te privarías de conocerla si no sabes cuándo voy a volver? —contestó Clara.

— No voy a conocer a nadie, Clara, no me interesa —Enzo estaba serio— Mírame, por favor, no te escapes de esta situación ahora. Vos sabés que podés confiar en mí, para lo que sea.

Clara lo miro a los ojos, estiro su mano y le acarició el rostro con tristeza. Él le sonrió, intentando llevarle algún tipo de paz. Pero los dos estaban demasiados tristes como para hacer sentir mejor al otro.

— Necesito que me entiendas, necesito volver a Argentina, las cosas acá son difíciles para mí —explicó Clara, Enzo asintió— Extraño mucho, todos los días.

— Te re entiendo, Clari, ojalá yo pudiera escapar rápido de todo esto, pero es la vida que elegí y... entiendo que no sea tu decisión.

— Yo también elegí esto, pero ahora elijo volver. Perdón —se disculpó Clara.

Los dos se estiraron, para besarse en los labios. Estuvieron así un rato, Enzo la envolvió con los brazos y se quedaron abrazados, la angustia recorría el cuerpo de Clara.

— Está bien, yo... no sé ni qué decirte —murmuró Enzo.

— Aprovechemos el tiempo que nos queda juntos y después vemos, ¿sí? Si vuelvo, si me quedo, lo que sea que surja.

El jugador asintió, con media sonrisa. Clara tenía razón, tal vez estaba viendo demasiado a futuro, lo mejor era disfrutar los momentos que aún podían compartir. La pasaban bien juntos y si, debía pasar, volverían a estar juntos.

Esa noche, ninguno de los dos pudo dormir bien. Estuvieron abrazados en la cama, hablando de sus sueños, sus deseos y motivaciones. A Clara le sirvió la conversación para aclarar su cabeza, le haría bien volver a Argentina.

— ¿Qué va a pasar con tus trabajos? —preguntó Enzo.

— Renuncié, a los dos, ayer —explicó Clara— Me voy en tres semanas.

— Me pone muy triste, Clari, no quiero mentirte. Pero quiero lo mejor para vos, y si no es acá, que sea donde tenga que ser. Quizás Inglaterra no es para todos.

🎉 Has terminado de leer 𝓛𝓪 𝓬𝓸𝓬𝓲𝓷𝓮𝓻𝓪 | ᴇɴᴢᴏ ꜰᴇʀɴᴀɴᴅᴇᴢ | ᴄʜᴇʟꜱᴇᴀ ꜰ.ᴄ. | +18 🎉
𝓛𝓪 𝓬𝓸𝓬𝓲𝓷𝓮𝓻𝓪 | ᴇɴᴢᴏ ꜰᴇʀɴᴀɴᴅᴇᴢ | ᴄʜᴇʟꜱᴇᴀ ꜰ.ᴄ. | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora