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Los Oni emergieron de sus escondites, desatando el terror entre los niños que intentaban lanzarles los frijoles con valentía.
Sin embargo, Grindsson y Chun Ou se mantenían firmes en su determinación de buscar a Susanoo, el arquitecto de esta tradición, y protegían a los más pequeños con ferocidad. A excepción de algunos como cierto rubio que solo se escondía de todos.
Mientras tanto, Okita avanzaba con una velocidad implacable, lanzando sus poderosos ataques de frijoles con una precisión casi sobrenatural, convirtiéndose en un blanco difícil de esquivar incluso para los más ágiles.
En medio de la acción, Sasaki decidió unirse a la batalla, alentado por la valentía de los niños que lo rodeaban para acertarle. - ¡Vamos jóvenes! Esta vez no diré "me rindo" ¡pero ustedes pueden hacerlo, si se atreven! Con su traje imponente, logró asustar a algunos de los pequeños, pero rápidamente se recuperaron y se dispusieron a lanzar sus frijoles con renovado fervor. Kojiro, viendo la determinación en sus rostros, les ofreció consejos sobre cómo mejorar sus lanzamientos, compartiendo su experiencia y habilidad con los más inexpertos mientras los esquiva.
En ese momento, desde su escondite en la torre, Susanoo observaba la escena con interés, animando en silencio a Sasaki desde la distancia. Aunque oculto a la vista de todos, su presencia se sentía en cada movimiento del Setsubun, infundiendo valor y determinación en su amigo mientras este se sumergía en la emocionante batalla.
Cada grito de victoria de los niños era como música para sus oídos, alimentando su propio espíritu de competencia y celebrando en silencio cada pequeño triunfo.
Pero...:
Chun Ou, con un impulso de valentía, se acerca a Okita y le susurra al oído sobre la ubicación de Sasaki, instándolo a atacarlo por la dificultad del desafío con él. Okita, agradecido por la información, se lanza hacia donde se encuentra Sasaki con emoción y confianza pura.
Al llegar, desata una lluvia de frijoles hacia Sasaki, quien, con una agilidad asombrosa, esquiva cada uno de los proyectiles con movimientos gráciles y precisos. - Sasaki, ¡no podrás rendirte esta vez!Exclama con una sonrisa desafiante por la competitividad naciente.
El mayor responde con una sonrisa igualmente desafiante. - ¿Crees que soy tan fácil de atrapar? ¡Inténtalo si puedes jovencito!
La batalla entre los dos se convierte en un espectáculo de agilidad y astucia.
Okita continúa lanzando sus poderosos ataques de frijoles, cada uno con la intención de atrapar a Sasaki, pero este último parece estar un paso adelante en todo momento, esquivando los proyectiles con movimientos fluidos y rápidos.
- ¡Vamos, Okita! ¿Es eso todo lo que tienes?~ Provoca Sasaki, saltando ágilmente de un lado a otro como si de un gato se tratase.
Okita, determinado a demostrar su habilidad, intensifica sus ataques, lanzando rápidamente una ráfaga de frijoles hacia Sasaki. Sin embargo, el hábil espadachín se anticipa a cada movimiento, deslizándose entre las ráfagas y esquivando los frijoles con una destreza impresionante.
