Mientras yo respire...

The First time I ever I saw you face.

El primer día de colegio, ¡Wow! No hallaba la hora de volver a ver a mis compañeros, volver a ver a mis amigos, siempre he sido un joven de pocos amigos, ¿Quién se quiere juntar con un homosexual en el closet?, además que en este país retrograda siempre será mal visto, pero bueno al menos tenia uno que otro amigo o mejor dicho amiga.

Iba camino al colegio, estaba emocionado. He estado siempre en el mismo establecimiento y siempre es lo mismo, cada año los "nuevos" que llegan al curso son el centro de atención.

Estábamos todos nerviosos, me acuerdo que fui el tercero en llegar, si bien soy una persona tímida, con los de mi curso podía ser yo mismo, eso no implica que les tuviera confianza para decirles a viva voz que soy gay, pretendía mantenerlo lo más secreto posible, solo mis mejores amigas sabían, Alexandra que nos conocimos en primero básico, con su tés morena y un cabello aun mas, dejando entre ver unas canas heredadas por su padre, le daban su propio estilo, Ignacia de tés blanca pero con una cabellera negra hermosa, siempre delgada siendo la envidia de todas nuestras compañeras, y Carolina, la presidenta del curso, 1,74 de estura, la más alta de los cuatro con su pelo negro que le llegaba a la cintura, solo con la ayuda de sus extensiones ya que en esos años estaba de moda. Solo en ellas podía confiar y contar todos mis secretos más íntimos, nos conocíamos como la palma de nuestras manos y no pasábamos desapercibidos, siempre éramos invitados a todas las fiestas, a compartir, en el almuerzo siempre se querían sentar con nosotros, bueno en eso me ayudaban ellas, yo en cambio no era tan popular, nunca me considere así, era el típico compañero de curso con callado, siempre vestido a la ligera y el pelo como se encuentre de ánimo que generalmente era enmarañado. Nadie me tomaría en cuenta. O eso creía.

De apoco comenzaron a llegar todos, lo único que deseaba era estar los cuatro juntos.

-Amiga! – grito carolina al verme conversando con Alexandra y de un brinco entregándole un fuerte abrazo- Nicolás, wow mírate, te sentaron bien las vacaciones- se dirigió a mí para darme un beso en la mejilla, mientras me lo dio la tome de la cintura y la abrace a no más poder, de verdad las extrañaba a todas. ¿De verdad habría cambiado un poco?, ¿O Solo se estaba burlando de mi?

-¿Y Ignacia?, ¿No va a venir?- Pregunte echando de menos que estuviéramos los cuatro juntos, ya eran las ocho en punto, no faltaba nada para que nuestro profesor llegara a la clase.

-Yo la llame en la mañana y me dijo que aun no llegaba de Curicó, ustedes saben, con la bruja que se gasta como mamá capaz que no llegue hasta que salgamos de vacaciones de nuevo...-Respondió Carolina. La mire fijamente mientras comentaba lo bruja que era la mama de Ignacia, y es verdad, siempre había dicho que estaba mal que se juntara con nosotros, por dios santo, la niña ya estaba grande ¿no? Teníamos 17 años ya basta de andar preocupándose con quien se junta y con quien no- Y me da mucha lata porque quería que estuviéramos los cuatro juntos...- agrego.

-Si! La verdad las extrañe un montón estas vacaciones, todas viajaron y me dejaron solo...-Comente mientras bajaba la cabeza para dar un aire de pena.

-Pero si igual hablamos mucho por Facebook, es la moda ahora estamos siempre conectados...- Me respondió Alexandra mientras reía.

De pronto sonó la campana, era hora las clases iban a empezar, la verdad tenía tan presente en ver a las nuevas compañeras, y compañeros hombres pos supuesto, que mientras conversaba con mis amigas no me había dado cuenta quienes invadían nuestro espacio.

Y fue ahí cuando lo vi, en busca de caras nuevas comencé a girar mi cabeza mientras me sentaba para ver a los "nuevos". Fue como un flechazo, lo vi y todo mi cuerpo se estremeció, estaba totalmente perdido en sus ojos color café, café, que color más común y aun así los encontraba únicos, su pelo castaño y sus labios carnosos, no le podía quitar los ojos de encima, ¿Qué me pasaba?, si este chico era lo más común del mundo.