Capítulo 13

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Maddox

Miro mi reloj, aún faltan quince minutos para las diez y por el momento todo está tranquilo, Raphael está recostado en la pared con los brazos apoyados a nivel del pecho, parece una maldita obra de arte a la que no me canso de mirar.

No importa que en ocasiones llegara a odiarlo, sigo enamorado de este hombre de una forma enfermiza.

—Si sigues mirándome así terminaremos follando en el baño —lo miro a los ojos y humedezco mis labios, no es una idea terrible, pero es el momento equivocado.

—¿Por qué no vas a traerme un trago antes de que terminemos haciéndolo?

—¿Qué te traigo?

—Vodka. Sólo ve a decirle a la camarera y que ella lo traiga —Raphael se marcha, lo veo caminar a la barra, la chica de la barra le coquetea, es una gran sorpresa que él no lo haga devuelta, una vez de vuelta se coloca donde mismo, intento mirar al escenario buscando algún entretenimiento.

—Señor —miro a la camarera, ella sonríe, sin embargo termina arrojándome la bebida encima—. Lo siento mucho.

Lloriquea y agarra su paño, limpia mi mano y luego pretende secar mi pantalón,  Raphael la detiene.

—Yo me encargo, trae otro trago.

—Sí, lo siento —lo miro a los ojos y me río.

—¿Celoso?

—Sí.

—Estoy bien, no fue para tanto.

—Aquí está su bebida —murmura la chica colocando un vaso en la mesa, le agradezco y tomo un sorbo captando un sabor extraño, el segundo es incluso más amargo.

Miro a Raphael, parece ocupado buscando a Thomas, me seco la frente, estoy sudando demasiado, me duele la cabeza y puedo escuchar los latidos de mi corazón.

Dejo caer el vaso al suelo, Raphael viene a donde estoy enseguida.

—¿Cuál es el problema? —la garganta me cosquillea, el sabor amargo se queda en mi lengua.

—Es el trago más asqueroso que he probado en mi vida —Raphael suspira aliviado, alguien del servicio viene a limpiar mi desastre mientras comienza la subasta—. Búscalo, debería estar por aquí.

Raphael se pone de pie y comienza a caminar alrededor, siento las extremidades entumecidas, me da nauseas ver a los camareros ir de un lado a otro, incluso la pared se mueve.
Me levanto del asiento tratando serenarme, alguien grita un número a mi espalda, voy directamente a la puerta tratando de conseguir aire, necesito salir, comienzo a ahogarme.

El aire frío golpea mis mejillas calientes, se siente bien, pero aún no puedo encontrar el alivio que necesito.

—No tiene gracia —murmuro con los ojos cerrados.

—¿No la tiene para ti? —abro los ojos viendo a Thomas, el cabello rubio corto, ojos verde esmeralda, la sonrisa que antes me parecía agradable ahora parece cruel.

—¿Cómo lo supiste?

—Digamos que Alessio no se deshizo de su espía a tiempo —suspiro.

—¿Y qué, vas a matarme? No me hagas reír, necesitas más de la mierda que usaste para incapacitarme —se acerca y me agarra del pelo.

—Bebiste lo suficiente —le doy un puñetazo, no lo envío al suelo, pero es lo suficientemente fuerte, logro darle un rodillazo en el estomago antes de caer al suelo de rodillas.

—Joder —gruño agarrando un puñado de nieve, noto el parche en el dorso de mi mano, la maldita camarera y el estúpido vodka.

—Muy gracioso tu truquito con Viktor, eso me quitó varios inversores —siento el piquete de una aguja contra mi cuello.

( II ) Oscuras Intenciones (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora