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Sousuke y Kou han sido amigos desde muy pequeños, se conocen prácticamente de toda la vida, una vez entran a él último año de primaria los segundos géneros de todos salen a la luz, siendo el del rubio un alfa dominante, esto trae...
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Kou estaba preocupado.
Desde que Mitsuba había dicho que iría a la enfermería no había vuelto con él a la cafetería, decidió esperarlo unos minutos más pero Sousuke nunca llegó, entonces antes de que el receso terminará completamente fue en dirección a la enfermería a ver si allí se encontraba su amigo, más al llegar a esta no había nadie.
Paseo su mirada por todo el lugar, notando una vez más como aquel lugar estaba completamente solo, ya que ni la enfermera estaba allí.
Entonces decidió seguir buscando por el campus, tal vez al momento de volver a la cafetería se había desbiado de camino, pensó para sí mismo. Al cabo de unos minutos la campana sonó, haciendo que todos regresaran a sus aulas, algo que hizo pensar a Kou de que fuera posible que su amigo ya se encontraba en el salón, así que se aproximo rápidamente al su aula.
Sin embargo, cuando llego a este todos sus compañeros ya estaban allí, excepto su amigo pelirosa. Se dirigió a su lugar, con la mirada fija en la puerta esperando a que Sousuke entrara.
—Silencio porfavor alumnos— pidió el profesor de Historia, quien hace unos minutos había entrado al aula de los de tercero—. Abran sus libros en la página doscientos cinc-...¿Si Minamoto-kun?.
Al momento en el que el maestro había comenzado a hablar Kou había levantado la mano pidiendo permiso para hablar.
—Mitsuba no ha llegado— dijo en respuesta el alfa rubio.
—Oh sobre eso, me informaron que el regreso a casa porque se sentía algo mal.
Lo sabía, sabía que Sousuke se sentía enfermo y aún así no fue con el a la enfermería, tal vez se hubiera enterado de ante mano y no estaría preocupado todo el receso. Aunque bueno, ahora estaba preocupado por saber lo que a su amigo le pasaba.
—Gracias— dijo solamente y después tomó de nuevo asiento, haciendo lo que el profesor había dicho.
Lo único que Kou pudo pensar fue que esa tarde que saliera de kamome iría directamente a la casa de su amigo a ver su estado. Y así como el cuando era niño, ayudar a la madre de Sousuke a cuidarlo mientras estaba enfermo.
Mientras tanto en la casa de los Mitsuba, un omega pelirosa estaba recostado en su cama, mientras era observado por su madre.
—Sousuke, te eh dicho muchas veces que lleves inibridores contigo a cualquier lugar, hijo— le regaño, pues en verdad se había preocupado cuando la enfermera de la academia le había dicho que Sousuke había comenzado con su celo, lo único que pudo pensar es que algún alfa quisiese aprovecharse de su hijo.
—Es que yo estaba seguro de que mi celo comenzaba la próxima semana— se excuso el chico.
—Entonces a que se debe que se haya adelantado— ella se acercó más al omega.
Las mejillas del Mitsuba menor se encendieron en un rojo vivo, le daba vergüenza el decir el porqué, más porque el mismo pudo haber evitado todo eso y no lo hizo. No tenia intención de revelar nada, más la mirada petentrante y curiosa de su madre le hizo hablar.
