El fin de la calma.

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POV: Jack.

El agua era caliente, se sentía bastante bien, bajo mis pies identifiqué que me encontraba sobre pequeñas y suaves piedras de río; de mis manos me tomaba Tom, caminando él de espaldas para guiarme en este estanque, que, como dijo, me llegaba un poco más arriba de la cintura, me pregunto hasta donde le llegará a él, que es más alto que yo. Me gustaba estar en el agua, de cierta manera me siento más seguro.

Tom soltó mis manos y se alejó. Escuché como entraba y salía del agua.

-Vamos, Jack, sumérgete un poco- dijo con un tono alegre que casi no había escuchado en él-.

Decidí que quería hacerlo. Tomé aire y me dejé caer al agua, no veía nada, no escuchaba nada, no olía nada, sólo existía en el agua.

¿Será así como se siente estar muerto?

No me quedaría sumergido el tiempo suficiente para averiguarlo. Me impulsé del piso y saqué mi cabeza del agua dejando entrar el aire caliente y lo vapores a mis pulmones.

Así es como se siente estar vivo...

Tom me sacó un tremendo susto, estaba muy cerca de mí, lo ubiqué que el dorso mi mi mano y llevé mi palma a la ya memorizada altura de su hombro. Sentí que me mojaron unas gotas de agua que caían desde arriba. Identifiqué con mi taco e inmediatamente supe lo que era.

No pude evitar sonreír.

Vi con mis manos a Tom, se había soltado el cabello, lo tenía bastante largo. Su cabello era grueso y suave, caía sobre sus hombros casi hasta su clavícula.

Que bonito...

Señalé mi mano, aún no teníamos seña para eso. Tom me dio su mano y escribí.

-B O N I T O-.

Tom soltó una tierna risita.

-¡Ya sé!- hace mucho que él no proponía una palabra.

Colocó mis manos sobre la suya.

-Haz este movimiento mientras rodeas tu cara- era como una ondulación y luego juntaba los dedos alargándolos-. Y así dirás que algo te parece "bonito"- lo tenía-. Ahora tú- me soltó para darme la libertad de hablar.

-BONITO- hice la seña.

-¡Perfecto!- él estaba de un especial buen humor el día de hoy.

-¿POR QUÉ "BONITO" ASÍ ?- le pregunté.

-Porque es como tu cara- levanté las cejas en sorpresa. Lo sentí más cerca y con sus manos tomó mi barbilla-. Tu cara es bonita.

Mi corazón se aceleró.

¿Cómo es que un hombre tan apuesto como él me encuentra "bonito?".
¿Acaso ya se lo olvidó que por sentir vergüenza de mi cuerpo por poco y no entro al estanque?

-NO NO NO. NO SOY BONITO-.

-Claro que sí lo eres- llevó mis manos a mi propio rostro-. Mírate, ya comienzas a tener unos lindo mofletes- sin previo aviso me tomó de uno de ellos cuál tía que ve a un niño pequeño; él tenía razón. Hace tiempo que no me miraba con atención, no me percaté de ellos-, y tu piel ya no es pálida, tienes un lindo color bronceado. Y siente tu cabello- llevé mis manos a mis rulos- ¿Quien podría decir que esos rizos no son lindos?-.

No encontraba en donde esconderme, me sentía muy halagado, pero a la vez apenado. La última vez que mi cuerpo con mis ojos ya estaba muy delgado, lleno de heridas y cicatrices, la piel mis muñecas y tobillos había sido casi pelada por el metal de los grilletes, mi cabello era un desastre de nudos y rastas, que ahora ya había crecido un poco desde que Tom me lo cortó casi al ras.

Obscuridad y Silencio.Where stories live. Discover now