Capitulo 2

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Luego de una larga siesta la ojiazul pudo calmar un poco su enojo, sabía que estaba mal tomar esa actitud y aún más con Sam pero algo dentro de ella la hacia actuar de manera irracional cada vez que los celos la invadían y es que la ojiazul tenía algo claro y es que Sam podía despertar hasta lo más oscuro de ella y sin proponérselo.

Su enamoramiento de niñas con el tiempo se había disipado, no el sentimiento, si no sus acciones. Dejaron de tomarse de la mano como solían hacerlo o recostarse abrazadas a ver películas porque a medida que iban creciendo desarrollaron un gusto más físico la una por la otra y ambas tenían miedo de decirlo en voz alta.

Tenían miedo de que la otra no correspondiera a sus sentimientos y romper su amistad de tantos años, ninguna ya bromeaba con que iban a ser novias o robarse besos, eso era algo que lo perdieron cuando ambas cursaban los 12 años y luego de eso comenzaron el colegio y aunque era difícil de creer eso las separó aún más.

-Pensé que nunca despertarías- molesto la pelirroja a su hija al verla aparecer en la cocina

-Estaba cansada

-Me he dado cuenta de eso- dijo tirando Doritos en un bowl de cristal- guarde tu cena en el refrigerador y mamá Chiara está muy enojada porque no comiste con ella

-Estaba dormida- se excusó mientras robaba un par de Doritos antes de que su madre tomará el bowl entre sus manos y caminara hacia la puerta de cristal que daba al jardín

-Lo sabe pero igual sabes cómo es contigo-río Violeta- por cierto Sam está aquí, ella y Chiara están jugando Voley con Joey

-Olvide que vendría- dijo girando los ojos cosa que no pasó Violeta por alto

-Isa recuerda quién es Sam en tu vida -le dijo tranquila- no dejes que cosas sin importancia dañen lo que tienes con ella

-Ese es el problema- susurró soltando un enorme suspiro- déjame tomar mi cena y salgo al jardín

-Está bien- respondió Violeta entregándola una sonrisa serena y desapareciendo en el enorme jardín, la ojiazul camino hasta el refrigerador y saco su comida para luego meterla en el microondas, Isabella río al saber todo lo que su madre le diría cuando la viera comiendo la comida calentada en el aparato y es que si había algo que Chiara no toleraba era que sus hijos tuvieran malas costumbres como comer a deshoras.

Isabella tomo su plato y colocó otro bajo este para poder cargarlo hacia el jardín, se sentó en la mesa con sombrilla que estaba a un lado y en donde Violeta le daba Doritos a joey quien tenía las mejillas coloradas debido al calor y al esfuerzo físico que estaba haciendo.

-Debes estirar más los brazos  cuando vayas a recepcionar y dobla un poco más las piernas- explicaba Chiara  acomodando a Sam quien estaba de espaldas a ella- cuando la pelota venga hacia ti debes resivirla lo más  tranquila    que puedas.

-Entendido- Isabella no apartaba su mirada de Sam mientras comía de a poco su pasta, La ojiazul tuvo que disimular porque su madre estaba junto a ella y no podía dejar que su mirada transmitiera lo que estaba pensando en ese momento

-Hola mi amor- saludo Chiara cuando se dio cuenta de la presencia de su hija en el jardín

-Hola mamá- dijo  sonriendole- hola Sam- dijo algo más forzada cuando está se volteó, la rubia simplemente levanto la cabeza a modo de saludo y siguió concentrada en obtener la posición perfecta para recepcionar

Chiara siguió jugando con Sam lo que resto de la tarde, más de una vez calleron al piso entre risas, Violeta y Joey se les unieron al juego inventándose nuevas reglas que poco o nada que ver tenían que ver con las reales.

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