Capítulo 8

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8. El mensaje

Hazel

Se supone que soy la capitana del equipo en voleibol, así que se supone que debería saber hacer un buen saque.

pero no.

—¡Hazel! —grita la entrenadora. todas las chicas del equipo se voltean a verme. —¡¿Como es posible que juegues tan mal?!

Que humillante. 

—¡No se! —grito—¡Déjese de gritarme! 

—¡Me respondes una vez mas y vas a pasar toda la temporada en la banca! —amenaza con el entrecejo fruncido.

me callo al instante y voy a buscar la pelota que acabo de tirar al otro lado del gimnasio. 

Hace días que no me puedo concentrar, no puedo parar de pensar en que Noah no me ha hablado desde el día lunes, y ya estamos a viernes. Tal vez me este ignorando, pero no creo haberle dados razones para eso. 

Me dijo que no jugaría en toda la semana futbol, porque no podía, pero tal vez solo lo dijo para no tener que verme el resto de la semana. 

***

—Si quieres hablarle háblale. —dice el pelinegro a mi lado. —Mándale un mensaje. 

—No se Theo. 

—Vamos, es solo mandarle un mensaje, no es difícil. 

—¡Si lo es! —exclamo—¡¿Como le mando un mensaje casual a Noah Ackerman sin sonar intensa?! 

cuando pronuncio esas palabras veo la puerta abrirse. casi me da un infarto, porque pensé que podría ser mi papá, pero al final era Saúl. 

—¿Le vas a hablar a Noah Ackerman? —pregunta Saúl cerrando la puerta detrás de el. 

—No le quiere escribir, porque le da pena. —explica Theo.

—Es que es Noah Ackerman.

—¿Y? es solo una chica normal, háblale y ya. —responde el pelinegro. 

—Pero tu mismo me dijiste que tuviera cuidado con ella.  

—No me cambie el tema señorita.

—Yo que tu solo le hablo, no debe ser difícil, es solo hablarle a una chica, ni que fuera Taylor Swift.  —dice Saúl.

—Es verdad. háblale y ya.

 —Ay es que no se, ¿Y si la molesto? 

 —Lo mas probable es que si la molestes. —dice Theo y Saúl le pega en el hombro. —¡Auch!

—¿Y si no quiere ser mi amiga? 

—Te lo diría. —responde Theo.

—¿Cómo estas tan seguro de eso? —le pregunto.

—Porque si y punto.

Se que si mi presencia o algo de mi le molestara me lo diria, porque ella dice todo a la cara, pero aun así no puedo parar de pensar en que tal vez si soy molesta para ella. 

¿Tal vez soy muy intensa, o muy rara?

—¡Saben que! —exclamo de repente haciendo que mis queridos amigos se asusten. —¡Le voy a escribir! 

—Ya, pero nos muestras.

—Ya.

busco mi telefono en mi bolsillo y lo saco.

Estamos destinadas a perderWhere stories live. Discover now