3: Jungkook

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Jungkook, ¿por qué dibujas siempre a una persona sin rostro? ¿Quién es tu inspiración para esto?

¿Cuándo vas a revelar el nombre de tu modelo?

Jungkook, ¿por qué mantienes tanto misterio en tus obras?

¿Cuándo tus fans podrán conocer a ese chico que mantienes en secreto?

¿Acaso es tu pareja?

Esas y muchas más preguntas me hacían diariamente desde que decidí comenzar a plasmar todo lo extraño que soñaba. Quizás suene muy raro decir que mis sueños no son para nada normales.

Desde que era un niño, mis sueños han sido muy raros y, por más que trate de encontrar una explicación, simplemente no puedo.

Siempre es casi el mismo sueño: dos niños pequeños corriendo y, de un momento a otro, solo escucho llanto, gritos y, aunque pareciera imposible, podría incluso jurar que puedo sentir el horrible dolor que aquel niño sufre. Escucho el llanto y los gritos de un niño y de una mujer que llora desconsolada, ruido de ambulancias y luego de eso, despierto empapado en sudor y respirando agitado, siento un dolor sobre mi pecho que me hace comenzar a llorar sin ningún motivo.

Ni siquiera yo mismo entiendo todo esto que pasa, nunca se lo he contado a nadie. Si ni yo mismo entiendo la situación, ¿cómo podrían hacerlo los demás? Cuando esos sueños se hicieron más frecuentes, comencé a plasmar estos sentimientos y todas las escenas en pinturas que poco a poco se hicieron famosas y así es como conseguí ser nombrado como un gran artista.

Decían que tenía un método de pintura muy bueno y diferente, ya que no me basaba solo en la naturaleza, una persona conocida o algún aspecto algo "básico". Mis pinturas plasmaban el dolor que sentía en cada sueño, la desesperación que sentía al querer saber qué era todo esto.

Poco a poco y mientras el tiempo pasaba, me mudé solo y dejé de vivir con mis padres. Decidí ir a un departamento en la ciudad. Pensaba que quizás al irme de ahí podría encontrar una explicación y que al estar solo, podría entenderme a mí mismo, pero me equivoqué. Apenas me mudé, comencé a tener sueños aún más extraños, en estos ya no aparecían aquellos niños, sino un chico, un chico al cual me era imposible verle el rostro.

En cada sueño lo veía llorar, escuchaba sus lamentos y escuchaba su voz gritar un nombre que tampoco era capaz de escuchar. Por una extraña razón, mi corazón sentía una calidez pero también un dolor inexplicable cada vez que lo soñaba. Sentía ganas de llorar solo de pensar que lloraba de esa forma y que lamentaba muchas cosas.

Me convencí de que esto realmente no eran solo sueños y que quizás en algún punto de mi vida conocí a aquel chico que podría describir a la perfección. Era de estatura algo baja, cabello rubio y algo largo, complexión delgada, manos delicadas y un cuerpo igual de delicado que sus manos, una voz suave y dulce que, aunque salieran como lamentos y sollozos, podía escuchar que esa voz era suave y hermosa.

Cómo me encantaría poder describir su rostro, cómo me gustaría que, sea quien sea este chico de mis sueños, exista o no, me encantaría poder comprender su dolor.

Ahora mismo me encontraba pintando lo que había soñado la noche anterior, de nuevo era aquel chico.

De nuevo lloraba pero esta vez se encontraba parado frente a lo que parecía ser una lápida. El suelo esta vez era algo más claro pero aún así no lograba ver nada más que su silueta.

-¿Qué te atormenta tanto para que aparezcas así en mis sueños? -susurré mirando el cuadro-. Si moriste y apareces en mis sueños, debería dejar que descanses en paz, pero no puedo soltarte sin saber al menos quién eres.

Hace algún tiempo había llegado a la conclusión de que quizás aquel chico había muerto y por alguna razón extraña había llegado a colarse en mis sueños. Había acudido con personas que sabían del tema sobre almas en pena, pero ninguna decía nada, solo me decían que debía hacer "rituales" y que solo así aquel chico quizá se iría y descansaría. Pero por más que hice todo lo que me dijeron, nada funcionó; el chico seguía apareciendo en mis sueños.

Y quizás después de todo, no estaba muerto, pero me era imposible aceptar la idea de que una persona viva apareciera así sin más en mis sueños, y aún más, me parecía estúpida la idea de soñar con alguien a quien no recuerdo haber visto jamás en mi vida. Estaba seguro de que si no resolvía esto, me iba a volver loco tratando de alejar toda esta bola de sentimientos que me invadían cada vez que mis sueños jugaban en mi contra. Los sueños que me hacían llorar todas las madrugadas, me hacían no querer dormir por miedo a no saber qué iba a ver hoy en mis sueños, si es que iba a ver de nuevo una escena que me hiciera despertar desesperado y con ganas de salir corriendo a buscar al chico, aunque no supiera si era real o no.

O quizás solo estaba loco, como me habían llamado mis amigos cuando les conté esto, y todo esto mi mente lo había inventado. Si eso era real, quizás ya era hora de ir a un psicólogo o con algún médico que me dijera si mi cerebro tenía algo que me hacía alucinar.











Gracias por leer esta historia que, honestamente, empecé solo porque me vino la idea. Así que conforme me lleguen ideas, esta historia va a ir teniendo avance.

Por lo mientras, los capítulos publicados solo fueron para adentrarlos más a todo el contexto. Los dos capítulos de hoy fueron para conocer cómo pasaron sus vidas tanto Jimin como Jungkook.

The memories of a past life Donde viven las historias. Descúbrelo ahora