Lalisa Manobal, una joven obligada a bailar en un club solo por los caprichos de su padre, sin ningúna razón para vivir hasta que su vida daría unos cambios drásticos...
HOLA! Quiero aclarar que ésta historia no es para dañar la imagen de ningún id...
-Ugh, estás niñas-Se dijo así misma y fué a su habitación.
Al llegar a su habitación lo primero que hizo fué tirarse a la cama, cosa que hizo que por segunda vez en el día, se diera en la cabeza.
-¡Mierda!-Soltó un jadeo de dolor.
El golpe fué tan fuerte que resonó en la casa, y llegó a los oídos de su linda hermanita.
Al lado del cuarto, como siempre, se escucharon las risas de su hermana y su amiga.
-¡Jajaja, que chistoso! ¿Se las metió un payaso?-Gritó enojada la mayor.
-¡Aparte de rubia oxigenada amargada!-Se defendió la menor de la casa.
-¡No te creas tanto por ser rubia natural, pedazo de la espermatozoide mal fecundado!
Una larga discusión empezó, pero la verdad se les hizo muy raro el hecho que su madre no haya intervenido en la pelea.
-No saben que les espera.-
-Lili...¿No crees que es raro que mamá no, no se meta en la pelea, como siempre?-Habló preocupada Chiquita.
-No lo sé, deberíamos ir a verla.
Dicho esto las dos se levantaron y salieron de sus habitaciones, llendo a la de su madre.
Tocaron y no recibieron respuesta, hasta que escucharon un suspiro ahogado.-P..pa-..sen.-Y rápidamente entraron.
Encontraron a su madre en su cama, con una respectiva fiebre.
La atendieron, incluyendo a Ruka, y despertaron a Lily para que las ayudara.
Pasaron el día cuidando a su madre, al terminar de atenderla se fueron a sus habitaciones a descansar, a diferencia de Chiquita y Ruka, las cuales se fueron al campo a jugar.
De pronto comenzaron a oír que su madre tenía una fuerte tos.
Fueron corriendo hacia su habitación y la encontraron desmayada.
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Unas horas después, se encontraban en el hospital, las tres, esperando a que su madre salga de exámenes, según el doctor no era nada grave.
Al poco tiempo salió el doctor con unos papeles.
-Miren, quiero que se tomen bien ésta noticia y no reaccionen mal. Su madre sufre de un fuerte tumor en la parte trasera del cuello, y se necesita operación.
Al oír la noticia las tres hermanas quedaron perplejas, ¿De dónde iban a conseguir el dinero de la operación? Las hermanas se miraron y comenzaron a hablar.
-No lo sé, ¿Y si trabajamos a medio tiempo en algún lado? No sé la verdad, no creo que consigamos el dinero.-Dijo Chiquita.
Lisa ya tenía una idea.
-Chicas, no se preocupen con el dinero, de eso yo me encargaré.-Dijo Lisa.
-Si me permiten seguir, la señora Manobal se deberá quedar por unos días, el costo de la operación será de $5,000, y tendrán un mes para que se lleve a cabo.-Dicho esto el doctor se retiró y dejó a las tres sin palabras.
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Algunos días habían pasado y Lisa quedó acargo de sus hermanas.
-Chicas, voy a conseguir trabajo, vuelvo en unas horas, Lily, porfavor cuida a Chiquita, y tú Chiquita, pórtate bien.
Dicho esto se fué y las dejó en la casa.
Comenzó a vagar, no tenía idea de dónde ir a buscar trabajo, hasta que se le ocurrió algo.
Seúl, club.
Fué corriendo hasta la parada del autobús y se subió al de Seúl.
Una hora pasó y finalmente llegó, recuerdos inundaron su mente.
Fué hacia un local conocido, ahí estaba de nuevo.
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HOLA, VOLVÍ DE LA MUERTE SÍ PERO PERDONEN ESQ NO ME HE SENTIDO MUY BN, ENTONCES BNO, CHAUU, NOS LEEMOS EN OTRO SIGLO
