｡⁠*ﾟLevitating ✧ DaTzu ｡⁠*ﾟ

VI

ShuHua era un misterio para Soojin.

Desde su desinterés por todo y que pareciera que tenía un control en todo. También, su misteriosa aparición.

Soojin había conocido a ShuHua el día de su coronación. Una vez puesto su corona, esa que solo utilizaban los faraones. Apareció a los pocos minutos, como una felina, la misma forma que ahora estaba usando para estar a su lado en la fiesta.

Llegó, subiendo cada obstáculo y terminó por apoyarse en el regazo de Soojin, que ironía que justo ahora estuvieran en la misma posición.

Aquel día que se conocieron, una vez en el cuarto de la ahora, faraona. ShuHua mostró quien realmente era.

Algo que impactó en demasiada a Soojin. Aún así, con el extraño encuentro y hablar con distintos faraones de pueblos lejanos. Todos concordaron con la aparición y la existencia de ShuHua, así mismo, de otros dioses.

Para Soojin, aún era algo irreal, que una diosa viniera solo a protegerla. Pero así era, la tenía en su regazo, observando a los humanos disfrutar de la fiesta.

O eso pensaba.

ShuHua tan solo miraba a dos personas. A la vista de todos, dos humanas.

Dahyun jamás fue así con ningún humano, ni cuando compartimos cuerpo. Pensaba.

Viendo a su mayor en la pista bailando y susurrando cosas con la humana la cual conocía como “Tzuyu”.

Suspiro, sin entender la fascinación de sus cercanos a los humanos.

ShuHua siempre los había visto, como hostiles y sin clase, desde que tuvo un cuerpo propio y desde antes de tenerlo.

Pensaba que Dahyun era demasiado buena para dejar pasar las constantes actitudes cuestionables, él como muchos abusaban y pegaban.

ShuHua conocía el peor de los aspectos humanos. Y Dahyun conocía lo mejor de ellos.

Eran lo contrario a la otra. Pero se complementaban.

Salió de sus pensamientos cuando vio a su “hermana” irse con la humana.

Es la primera vez que veo así a Dahyun.

Mientras tanto, Soojin quien miraba las interacciones de todos, estaba más que feliz al verlos disfrutar.

Amaba al pueblo y como eran, aún así siendo algo olvidados por los demás. Le gustaba que así fuera, lejos de guerras o enemigos.

Dejaría de pensar en eso cuando la felina empezó a moverse, hasta sentarse en su regazo y quedarse mirando fijamente a un lugar.

Con la curiosidad predominando, miró hacia donde miraba, encontrándose con las dos chicas yéndose de la fiesta.

No pudo evitar preguntarse el porqué, eso hasta que noto a la más baja de ambas.

-¿Ella es Dahyun verdad?- se acercó a preguntarle al oído a la diosa menor-.

Fue respondido con un maullido.

Soojin asintió, curiosa de saber que pasaría con ambas, y también de conocerlas.

A palabras de ShuHua, sabía que Dahyun no había desarrollado jamás una relación amistosa con los mortales. Eso, hasta que conoció a Tzuyu. Humana que vivía en su pueblo como alguien más.

-Me gustaría conocerlas- comentó con una sonrisa jugando en sus labios Soojin-.

ShuHua por sus adentros estaba algo emocionada, podrían hablar de sus humanos.