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¡Hola! Yo soy Moony, el creador de esta historia con la que muchos (por lo que veía en los comentarios) lloraron.

Me alegra de verdad provocar sentimientos como felicidad, tristeza, ira o incluso incomodidad en ustedes por medio de historias virtuales, para mi eso significa que he cumplido con mi rol de escritor.

Este capítulo tiene el fin de dar a explicar temas que de verdad espero que lean.

Con lo primero que quiero aclarar es que tenía planeado matar a Harry, no lo sé pero fue una idea que se me vino a la mente, por suerte solo fue una idea inoportuna que rápidamente se fue.

Lo siguiente es que de verdad se que me costo darle demasiado desarrollo a la historia, cuando vuelvo a leerla me doy cuenta de que he avanzado como escritor, pues antes tenía ciertas faltas de ortografía, no desarrollaba bien la historia ni le daba buenas explicaciones o la razón del porqué repentino desaparecimiento de algunos personajes.

Por eso mismo me alegro de que les haya gustado a pesar de no ser tan profesional.

Me pone feliz haber tocado el corazón de algunos lectoras y lectores por medio de mi escritura, agradezco su compresión y su apoyo.

Hasta el día de hoy sigo viendo como las personas siguen votando o comentando en la historia, y me siento feliz porque esta creciendo y llegando a ser más famosa.

Por eso mismo les traje un extra como agradecimiento a todas y todos; muchas gracias por comentarios tan lindos y el apoyo recibido, los quiero. 💗










































Harry estaba nervioso, pues estaba ahora mismo con solo una bata recostado en su cama mientras esperaba a su ahora esposo, hasta hace poco el rubio le había pedido matrimonio, y desde ese día su vida se volvió aún más feliz.

Estaban en su luna de miel, fue raro porque desde pequeño el siempre pensó que la luna de miel era solo un viaje donde los esposos se divertían, y claro que se divertían, pero no de la forma que él creía a los nueve años.

Ya había tenido sexo con Draco, pero solo dos veces, nunca pasaron de esas; y esa era otra razón por la cual estaba nervioso, esta era su tercera vez con Draco, y estaba aún más intranquilo por el hecho de saber que había provocado a su marido tiempo atrás.

Le hacía pequeños juegos, cómo vestirse lujuriosamente, o hacer insinuaciones, muchas veces, incluso manosearlo como si fuera un aguacate en el mercado.

Pero antes de que su marido le pudiera simplemente besar el cuello, él se alejaba dando besos voladores mientras daba saltitos.

Oh dios, claro que su esposo lo iba a romper esa noche, y no iba a parar hasta que mínimo hicieran tres rondas.

Sabia que su esposo se detendría si lo pedía, pero cuando estaban en medio del acto el castaño no estaba en sus cinco sentidos y pedía más, sin saber que en la mañana no podría ni mover la cabeza por los chupetones que el rubio le haría.

Y Draco ahora le daba más duro que antes, o eso pensaba, pues estuvo haciendo ejercicio al punto de que Harry no fuera ni la mitad de lo que cargaba normalmente.

Su cuerpo tenía músculos, pero no al punto de ser excesivos, estaba bien formado, he incluso parecía que su pene estaba más grande y alargado.

Esa noche no iba a pedir que parara, ni de chiste, se había aguantado el hacerlo con su esposo cada que lo provocaba, pero esa noche iba a ser la excepción.

Estuvo pensando tanto tiempo todo lo que había pasado con la persona que más amaba en su vida que ni siquiera se dio cuenta de cuando llegó esa persona.

¡Eres SOLO MIO! (Drarry) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora