No sé que voy a hacer

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LAUREN

Después que mi tío y la pequeña Camila se fueran me fui al jardín trasero a fumar un cigarrillo, ahí estuve un largo rato hasta que escuche que alguien tocaba la puerta con mucha desesperación, así que corrí a ver quién era.

Me sorprendió ver a la pequeña Camila, venía descalza, con sus ojos llenos de lágrimas y se notaba que había corrido, le pregunte que paso y en cuanto me dijo lo que paso en casa de mi tío la hice entrar y la lleve hasta mi habitación.

En mi habitación le dije que no saliera de ahí, me coloque una camiseta y tome un arma que tengo que nunca uso, pero siempre está cerca de mi y salí de la habitación, no sin antes encerrarlo con llave.

Aunque revisen mi casa no hay pruebas de lo que hago, pero no me gusta que toquen mis cosas ni mucho menos que merodean por mi casa.

Como no tenía tiempo salí y camine directamente al escondite de Torres, no le pregunté a Camila cuantos hombres eran, así que necesitaba su ayuda.

-Quita esa cara de sorpresa y sigueme a casa de mi tío, unos hombres entraron a atacarlo y no sé cuantos son-le informe y él tomo su arma y me siguió.

Llegamos rápido a casa de mi tío, pues no estaba y corrimos, así que fue fácil, vimos la puerta destruida y se escuchaban gritos del segundo piso, reconocía que eran de mi tío.

-¿A dónde fue la niña? -grito el hombre a mi tío y este no respondió

Le hice señas a Torres y subimos sin hacer ruido

-Estúpido viejo, si no hablas te mueres -el hombre apunto a mi tío y no dude en dispararle en la pierna

-El que morirá será otro -sentencie y comenzaron los disparos

Eran dos hombres, uno está cerca del baño y por eso no lo vi, pero mi tío se tumbó al suelo con todo y silla donde estaba atado para cubrirse.

-Torres mueve tu trasero -le grité al cobarde que solamente se cubría y no disparaba

-Tú a mí no me ordenas -responde y yo ya quiero dispararle a él

Cuando Torres se dignó a disparar pude llegar hasta mi tío quien sangraba por la boca, uno de los hombres salto por la ventana, pero cuando el otro iba a seguirlo le disparé en ambas piernas

Los disparos se detuvieron y Torres le coloco las esposas al hombre herido y salió a perseguir al otro que escapó.

-Camila, ¿está bien? -es lo primero que pregunto mi tío

-Sí, está en mi casa -respondí mientras lo soltaba y revisaba los golpes en su cuerpo que eran muchos

-Cuidala, venían por ella, por órdenes de su tía -me informa mi tío y esa mujer de verdad quiere morir

-Tranquilo, te llevaré al hospital y luego me encargaré de todo -respondí y lo cargue en mis brazos

-Debes dejar de comer tanto -comenté mientras bajaba las escaleras con él

-Tú deberías hacer más ejercicio, no tienes fuerzas para cargar a este viejo -Bromea mi tío y eso es buena señal, para mi.

Cuando lo acomode en su auto para llevarlo al hospital regrese por Torres, me informa que el otro tipo escapó, ahí comprobé que es una inútil y este idiota es quien quiere descubrir mis crímenes, ni en un millón de años, primero muerta mil veces antes que él me descubra.

Lo dejé a cargo del hombre que se desangra arriba y de la situación y me fui en el auto de mi tío al hospital más cercano, en el camino él comenzó a toser sangre, y si me preocupó, así que acelere al llegar, lo atendieron de inmediato y lo ingresaron a cirugía, pues tiene muchas lesiones internas y un par de costillas fracturadas.

Espere por algunas horas y nadie venía a informarme nada, ya estaba comenzando a perder la paciencia y si alguien no sale a darme noticias pronto los voy a matar a todos en este hospital.

Cuando estaba por enloquecer y comenzar a dispararles a todos llegó una enfermera y me llevo con mi tío, él estaba dormido por la anestesia, según todo salió muy bien, pero debe mantener reposo absoluto.

Me quedé al lado de mi tío hasta que el sol comenzó a salir, Torres llegó y me informó que el tipo herido sobrevivirá para ser interrogado, así que le dije que quería estar ahí cuando eso pasara, además pedí custodia para mi tío, no puedo arriesgarme a que quieran callarlo y lo maten mientras está inconsciente.

La enfermera me dijo que tardaría otras cuatro horas en despertar, así que decidí ir a mi casa, ahí hay una pequeña conejita asustada de la cual debo encargarme, no entiendo por qué esa mujer se arriesga tanto por recuperarla, debe haber algo más.

Conduje de regreso a mi casa y en cuanto me estacione reinó el silencio, supuse que la pequeña Camila estaba durmiendo, pase por mi despacho y me servi un trago luego camine hasta mi habitación y al abrir la puerta la vi durmiendo sobre mi cama.

Me quedé observándola por unos minutos y decidí tomar una ducha antes que la bella durmiente despertara, hice el menos ruido posible y cuando termine de vestirme con mi ropa negra de trabajo, y luego volví a tomar de mi trago y me senté en el sofá negro, que está ubicado en la esquina de la habitación y pude observar dormir a la pequeña.

Creí que no despertaría, pero una hora después la vi sentarse en la cama confundida, pero en cuanto me vio abrió mucho los ojos y me miraba con miedo.

Yo no dejaba de mirarla y ella no decía nada, creo que tenía miedo de hablar, pero ahora mismo no sé qué voy a hacer con ella, me puse de pie y me pare frente a ella sin dejar de mirarla fijamente.

-Lávate el rostro y te espero abajo para hablar, ese es el baño señale y salí de mi habitación.

Baje a la cocina y comencé a preparar unos sándwiches de pollo y café, es lo más que sé cocinar, vivo de la comida chatarra y los restaurantes, al igual que de las pésimas cenas que prepara mi tío.

Pero no quiero a nadie en mi casa, así que no sé qué voy a hacer con la pequeña Camila, quizás deba acabar con su miserable vida y ya deje de sufrir y causarme problemas, quien me mandaría a mí a meterme en los asuntos que no son míos.

Sed de Justicia-[camren gip]                              ❝Adaptación❞Where stories live. Discover now